Después de una deliciosa comida se nos antoja algo dulce,
esta parte de la comida la conocemos como “postre”. Si la comida fue muy
sustanciosa, el postre debería ser ligerito, por el contrario, si la comida es
ligera está permitido un postre más sustancioso.
La definición de postre es el plato de sabor dulce o
agridulce que se toma al final de la comida.
Cuando se habla de postre entendemos alguna preparación dulce como
cremas, pays, pasteles, helados, bombones, gelatinas, etc.
Incluso se denomina postre a cualquier comida dulce
incluso si su objetivo no es ser ingerido al final de la comida. Algunos ejemplos son las galletas o
magdalenas.
Los postres han sido siempre el broche de oro de una
comida. Un buen postre, resaltará la
satisfacción de los alimentos anteriores.
En muchos casos se planean como una agradable sorpresa, pero realmente
es importante el aporte de nutrientes en la alimentación diaria.
Los postres también tienen elementos nutritivos como
frutas, leche y huevo, pero también tienen elementos energéticos como son los
azúcares y las grasas.
Los postres son los que
endulzan la vida, siempre y cuando se consuman con moderación.
Hay postres que se preparan
en el momento y existen otros que se elaboran con anticipación. También hay postres de diferentes
temperaturas, los hay calientes, los hay fríos, al tiempo, helados y también
mixtos. Tienen también diferentes
texturas, crujientes, suaves, etc.
En la actualidad los postres
se elaboran de una manera más sana, tratando de reducir el aporte calórico,
sustituyendo algunas cosas por otras que se llaman “light”, aumentando la
cantidad de fruta o disminuyendo y sustituyendo las grasas.
Pero, de todas formas, cuando
oímos “postre”, nuestra imaginación nos lleva a un mundo de sabores, texturas y
colores que se materializan en el postre del día.
En esta ocasión preparé una
gelatina a rayas de durazno con leche que está deliciosa, además es muy fácil
de hacer. Prepárenla, está muy rica y fresca para este verano que se presentará
caluroso.
Gelatina de durazno de agua
1 sobre de gelatina de durazno para un litro
3 duraznos en almíbar rebanados delgados
Gelatina de leche
1 lata de leche evaporada
1 lata de leche condensada
1 lata de media crema
1 lata de duraznos en almíbar
4 sobres de grenetina
Prepare la gelatina de durazno de acuerdo a las
instrucciones del paquete, pero solo con 3 tazas de agua. Reserve.
Escurra los duraznos, en el almíbar disuelva la grenetina
y deje que se hinche, caliente a baño maría o en el microondas y revuelva con
una cuchara para que se disuelva por completo.
Licue los duraznos con la leche evaporada y agregue la
leche condensada y la media crema, agregue la grenetina ya disuelta y revuelva bien.
Para armar la gelatina a rayas, vierta una capa delgada
de la gelatina de durazno de agua en el molde, deje que se cuaje ligeramente y
decore con algunas rebanadas de los duraznos reservados. Refrigere para que cuaje ligeramente. Retire del
refrigerador y vierta una capa de gelatina de leche. Cuando esté semicuajada,
vierta otra parte de la gelatina de agua y así sucesivamente hasta que se
termine las gelatinas. Refrigere hasta que cuaje por completo, al menos por
unas cuatro horas. Desmolde y sirva.
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