La domesticación del pavo se produjo alrededor del
comienzo del primer milenio de nuestra era y fue por los pueblos indígenas de
las regiones centrales de México. El
tipo empleado fue el guajolote o pavo salvaje mexicano, una subespecie del pavo
salvaje común que vive en los bosques de México y en los Estados Unidos. Esta subespecie habitaba en las montañas de
la meseta este y central de Mexico, en los estados de Veracruz, Guerrero y
Jalisco.
Utilizaban su carne y huevos como fuente de
proteína. También utilizaban las plumas
con fines ornamentales. Los aztecas
asociaron al pavo con su dios Tezcatlipoca.
Posteriormente, en el año 1498, los conquistadores españoles de regreso
a Europa llevaron consigo pavos domesticados, con el nombre de gallinas de
Indias, con lo cual se inició su reproducción en ese contienente. Primero en España y luego en otros países, en
donde en casi todos desarrollaron razas
propias. Así sería seleccionado por siglos,
consiguiéndose aves de carne apetecible, rápido creciiento y gran tamaño
corporal.
A Inglaterra llegaron en el año 1521 desde Turquía, razón
por la cual al pavo se le denomina en inglés turkey. Los ingleses lo
repatriaron a América al introducirlo en sus colonias de América del
Norte. Allí, en la región de Nueva
Inglaterra crearon la “raza Bronceada” mediante cruzas entre el pavo doméstico
y la subespecie salvaje que habitaba en los bosques de los montes Apalaches.
Pero, por qué comer pavo solamente en las fiestas
decembrinas, lo podemos comer todo el año, además es bajo en colesterel y por
sobre todo es muy rico.
Pechuga de pavo rellena
1 pechuga de pavo de 1½ - 2 kilos
200 gr de jamón serrano
300 gr de queso suizo o gruyere
1 ½ taza de arándanos
1 taza de frutos secos al gusto (nueces, pistachos,
almendras)
2 tazas de vino blanco
1 ramito de tomillo
Sal y pimienta blanca
2 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de harina
Abra la pechuga formando un rectángulo, sazone con sal y
pimienta, ponga una capa de jamón serrano, encima una capa de queso, una capa
de arándanos y por último de los frutos secos que utilice. Enrollo cuidadosamente y amarre para que no
se rompa. Ponga a cocer en una olla con
1 taza de agua, el vino y sal o consomé y unas hojitas de tomillo. Deje cocer por 40 minutos aproximadamente o
hasta que esté cocido. Retire del caldo
y deje enfriar por completo para que se pueda rebanar. Rebane los medallones y acomode en un
platón. Sirva bañado en la salsa o con
la salsa en un lado.
Mientras tanto, en una ollita ponga la mantequilla a que
se derrita y fría el resto de los arándanos y agregue la harina para hacer un roux, cuando
esté dorado, agregue el caldo colado y mueva para que no se formen grumos. Deje que se cueza. Cuando esté espeso, retire del fuego. Sirva esta salsa sobre los medallones de pavo
relleno.
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