sábado, 20 de septiembre de 2025

Enchiladas de Puruándiro: memoria y sabor

Para Migue, las enchiladas de Puruándiro no son solo un antojito; son parte de su infancia. Recuerda aquellas tardes en que las cocinas se llenaban del aroma del chile guajillo dorado en manteca, de las papas chisporroteando en el sartén y del queso fresco desmoronándose sobre las tortillas teñidas de rojo. Eran días sencillos, donde la comida reunía a la familia y convertía lo cotidiano en festivo.

Las enchiladas de Puruándiro, como muchas otras en México, comparten un mismo origen: la tortilla bañada en chile, frita y rellena con lo que se tiene a la mano. Se parecen a las que en otros lugares llaman enchiladas mineras, placeras o incluso tacos rojos. Sin embargo, cada pueblo les da un sello único. En Puruándiro, ese sello está en su sencillez: la salsa directa de guajillo con un toque de vinagre, el relleno de queso fresco y cebolla, y las inseparables papas y zanahorias fritas.

La historia de las enchiladas en México es una historia de caminos que se cruzan. En cada región cambiaron de nombre, adoptaron especias diferentes o añadieron carnes y guarniciones. Pero la esencia se mantuvo: un platillo humilde que, al servirse, llena de color la mesa y de recuerdos el corazón.

Hoy, cuando se preparan en casa, no solo se disfruta de su sabor, sino de la memoria que llevan consigo. Las enchiladas de Puruándiro siguen siendo las mismas de la niñez de Migue, las mismas que han pasado de generación en generación, siempre con la capacidad de transformar un día común en un festín familiar.

Enchiladas de Puruándir

Salsa:

  • 8 chiles guajillos secos
  • 2 dientes de ajo
  • ½ cucharadita de comino
  • 2 clavos de olor
  • ½ toza de vinagre de manzana
  • ½ taza de agua del remojo de los chiles
  • Sal al gusto

Para las enchiladas:

  • 18 tortillas de maíz
  • 200 gr queso fresco desmoronado
  • ½ cebolla fileteada
  • Lechuga o repollo picado
  • Zanahorias cocidas en rodajas
  • Papas cocidas en rodajas
  • Aceite o manteca el necesario

 

  1. Para preparar la salsa, desvene y limpie los chiles guajillos, hidrate en agua caliente por 15 minutos.  
  2. Licúe con el ajo, comino, clavo, vinagre, sal y el agua del remojo de los chiles. 
  3. Cuele la salsa para que quede tersa. 
  4. En una olla, ponga 1 – 2 cucharadas de aceite y fría la salsa ya colada.
  5. En otro sartén, fría las rodajas de papa y zanahorias hasta que estén doraditas. 
  6. Escurra en papel absorbente y reserve.
  7. Pase cada tortilla por la salsa de guajillo, fría rápidamente en una sartén con un poco de aceite caliente, solo para sellar y dar color.  
  8. Rellene cada tortilla con queso fresco y un poco de cebolla, doble y acomode en un platón.
  9. Sirva al estilo Puruándiro, coloque encima un poco de lechuga picada, más cebolla en rebanadas, queso fresco y acompañe de papas y zanahorias fritas.



Editado por Mario Alberto Vázquez Rosas

Imágenes y texto por Emelina Rosas León. Imágenes editadas por Inteligencia Artificial

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