domingo, 7 de diciembre de 2025

Ensalada alemana de morros o cabeza de jabalí (ensalada de queso de puerco)

La ensalada alemana de morros también es conocida como “Saumagensalat” en alemán, tiene sus raíces en la región de Palatinado, en el suroeste de Alemania.  Esta región es famosa por sus platos tradicionales y su rica gastronomía.

La ensalada de queso de puerco se originó como una forma de aprovechar todas las partes del cerdo, incluyendo el morro u hocico, que se cocinaba y se cortaba en rodajas finas para agregar textura y sabor a la ensalada.

A lo largo del tiempo, esta ensalada se ha convertido en un plato popular en toda Alemania, y es comúnmente servida en restaurantes y festivales de comida alemana.

Sin ir tan lejos, aquí en casa podemos disfrutar de esta deliciosa ensalada de queso de puerco, aunque para ser sinceros en casa a los únicos que les gusta el queso de puerco es a mi esposo y a mí, pues que bueno, así nos toca más.

Decidí hacer esta ensalada pero en realidad la mexicanicé agregando aguacate, chiles y zanahorias en vinagre, para que tuvieran un sabor un poco diferente, aunque primero la probamos estrictamente como la ensalada alemana y después le agregamos nuestros ingredientes mexicanos. 

Ensalada alemana de morros o cabeza de jabalí (ensalada de queso de puerco)

 

  • 2 – 3 rebanadas gruesas de queso de puerco
  • ½ cebolla
  • Aceite de oliva
  • Vinagre
  • Nueces partidas
  • Sal y pimienta al gusto

Mexicanización:

  • 3 – 4 chiles en vinagre
  • Zanahoria encurtida
  • Vinagre de los chiles

  1. Rebane la cebolla finamente, ponga a marinar en el vinagre con sal y pimienta. 
  2. Corte el queso de puerco en tiras y después en cuadros de 1 cm aproximadamente. Corte las nueces en trozos grandes. 
  3. En un tazón vierta las cebollas, el queso de puerco y las nueces, agregue el aceite de oliva, revuelve y sazone.  Sirva.
  4. Para mexicanizarla, corte los chiles en vinagre y la zanahoria en tiras y revuelva con el queso de puerco.


Editado por Mario Alberto Vázquez Rosas.
Fotografía por Emelina Guadalupe Rosas León. Imágenes editadas por medio de Inteligencia Artificial.

jueves, 4 de diciembre de 2025

Omurice en tres presentaciones

Presentación 1


Presentación 2

Presentación 3

En esta etapa de mi vida, en la que mis responsabilidades han disminuido porque mis hijos ya son adultos y dos de ellos ya están casados, me he encontrado con más tiempo libre. Ese tiempo lo disfruto viendo televisión, y lo que más me llama la atención —como a tantas personas últimamente— son las series coreanas llamadas “doramas”. Me gustan porque los temas son interesantes y, además, tienen la ventaja de que duran a lo mucho 20 capítulos, algunos un poco más y otros un poco menos.

Una de las cosas que más disfruto de estas series son las escenas relacionadas con la comida. A veces aparecen cocinando, otras veces simplemente comiendo, pero siempre la gastronomía tiene un lugar especial. Me hace pensar en cómo la comida une a las familias en cualquier parte del mundo. Ellos preparan muchos caldos, y cada región tiene su propia forma de hacerlo; eso me recuerda a nuestras enchiladas mexicanas, que también varían según el lugar. Algo que no deja de sorprenderme es que comen arroz a todas horas: en el desayuno, la comida y la cena.

Entre esos platillos aparece uno muy sencillo, pero con muchas variantes: el huevo frito acompañado de arroz. Lo que en Japón y Corea llaman omurice (del inglés omelette rice), es en realidad arroz frito con verduras y alguna carne como jamón, cerdo o pollo, acompañado siempre de huevo. Lo he visto en tres presentaciones distintas: la primera, con un huevo estrellado colocado sobre una montañita de arroz frito; la segunda, donde el arroz queda cubierto por una tortilla de huevo como si fuera una sábana; y la tercera, en la que el huevo envuelve el arroz en forma de sobre relleno, quedando como un paquetito.

Me animé a prepararlas en casa y descubrí que, de cualquier forma, son muy ricas. A mi familia también les gustaron mucho, y fue una experiencia divertida ver cómo un mismo platillo puede transformarse en algo distinto solo con cambiar la presentación. Creo que vale la pena intentar cosas nuevas en la cocina para no aburrirnos de comer siempre lo mismo. Y si no nos queda perfecto a la primera, no importa: siempre podemos volver a intentarlo, corregir detalles y, en el proceso, ir mejorando nuestra sazón y habilidad.

Al final, lo más bonito es que cada intento trae consigo momentos compartidos en la mesa y nuevas historias para contar. Tal vez eso es lo que más me gusta de los doramas: que, además de entretener, me inspiran a probar sabores distintos y a recordar que la comida, aquí y en Corea, es mucho más que un plato: es parte de la vida diaria y de los recuerdos en familia.




Omurice en tres presentaciones

 

Arroz frito:

  • 2 tazas arroz blanco cocido
  • 2 cebollitas cambray rebanadas
  • 1 zanahoria en cubitos pequeños
  • 1 calabacita en cubitos pequeños
  • ½ pimiento morrón en cubitos pequeños
  • 100 gr germen de soya
  • 100 gr jamón en cubitos pequeños
  • Salsa de soya al gusto
  • Aceite el necesario
  • 1 huevo por persona

  1. Fría las zanahorias y el pimiento morrón, cuando estén casi cocidos añada el germen de soya, la cebollita de cambray y la calabacita, por último incorpore el jamón y el arroz. 
  2. Sazone con salsa de soya al gusto.

Presentación 1:

  1. Fría un huevo en poco aceite y coloque sobre una porción de arroz frito.

Presentación 2:

  1. Vierta el huevo en un tazón y añada 2 cucharadas de leche y ½ cucharadita de mirín, revuelva y fría en un sartén que no se pegue. 
  2. Cuando la tortilla esté cocida vierta sobre una porción de arroz frito para que lo cubra por completo formando un domo.

Presentación 3:

  1. Vierta el huevo en un tazón y añada 2 cucharadas de leche y ½ cucharadita de mirín, revuelva y fría en una sartén que no se pegue.
  2. Retire cuando la tortilla esté cocida por los dos lados. 
  3. Ponga en el centro una porción de arroz y doble como si fuera un sobre. 
  4. Decore con un poco de salsa.