Hace tiempo, allá por la
prehistoria cuando recién me había casadoa, solíamos ir a desayunar a un restaurante
estilo escocés muy agradable, donde la comida era muy rica y el servicio era
excelente, llamado “Lancer’s” que, lamentablemente ya no existe más. Las meseras estaban vestidas como escocesas
con faldas a cuadros en tonos verdes, blusas blancas, una banda verde con
orillas doradas y boina roja. El lugar estaba decorado en verde y la comida era
muy rica.
La mayoría de las veces
íbamos a desayunar. Nos ponían en el servicio de la mesa, como en cualquier
lado, mantequilla, pan y mermelada. Pero era una mermelada diferente, verde, ya
que, si la decoración era verde, porque no la mermelada. En ese entonces, hace casi 32 años no había
kiwis en México, por lo que era raro encontrarla.
Después de dos o tres
veces que la comimos preguntamos de que era y que grande fue la sorpresa al
enterarnos de que era de tomate verde. Sí efectivamente, era del tomate que se
usa para hacer salsa para poner a los tacos, para las enchiladas, para la carne
en su jugo, etc.
Después de recordar todo
esto con mi esposo, me decidí a hacer esta sabrosa mermelada de tomate verde
pero la hice con un toque un poco diferente, veamos la receta.
½ kilo de tomate verde
pelado y lavado
300 gr de azúcar
½ taza de agua
½ cucharadita de polvo de
5 especias
Corte el tomate en cubos
muy pequeños, vierta en una olla y agregue el agua y el azúcar. Deje que hierva y reduzca el líquido. Agregue el polvo de 5 especias y que espese
hasta el punto que desee. Vierta en un
frasco esterilizado y hierva y guarde.
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