viernes, 18 de diciembre de 2020

Latkes rumanos



El Hannukah es una festividad judía que también se llama la Fiesta de las Luces o Lucernarias, se celebra durante ocho días, y conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los íconos paganos, en el siglo II a. C.

La tradición judía habla de un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una pequeña cantidad de aceite, que alcanzaba solo para uno.  Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender en forma sucesiva un candelabro de nueve brazos llamado januquiá, uno por cada día mas un “piloto”.

La festividad es el 25 de Kislev del calendario judío y en el calendario gregoriano sucede entre fines de noviembre y comienzos de diciembre.

Y que es una festividad sin comida, no se concibe esa idea, Hannukah no es la excepción.  Una de las comidas principales de esta celebración, son los latkes, que son elaborados con papas fritas, típica de la gastronomía judía y que se emplea como acompañamiento de otros platos.

En Israel se llaman “levivot” que es singular de “levivá”. Existen variantes en la forma de las papas, pero siempre son fritas.  No se pueden considerar recetas típicas judías, ya que proceden del este de Europa donde existen muchas variantes de origen, polaco, bielorruso, rumano, etc.

Nosotros no somos judíos, pero nos gusta conocer las comidas características de las festividades del mundo.  Hacemos un viaje culinario a todo el mundo y así disfrutamos y podría decirse que se vive un día con ellos.

Prepárenlas y disfruten.

Latkes rumanos

 

- 1 kilo zanahoria
- ½ kilo papas
- 1 cebolla mediana
- 3 huevos
- 1 cucharadita aceite
- ¾ taza harina de matzá
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite para freir


Pele y ralle las papas y las zanahorias quitando todo el líquido.  Ralle la cebolla.

En un tazón mezcle la papa, la zanahoria y la cebolla, agregue los huevos y la cucharadita de aceite y la matzá, agregando poco a poco solo para que la mezcla tenga cuerpo. Sazone con sal y pimienta.  Mezcle bien.

Caliente el aceite en una sartén hasta que esté bien caliente. Ponga cucharadas de la mezcla en el aceite y fría de 2 a 3 minutos por ambos lados.  Sirva caliente con crema.

 

 


martes, 8 de diciembre de 2020

Mazapanes Españoles Caseros


Los ingredientes principales del mazapán son almendras, azúcar y huevo, en diferentes proporciones según la receta.

Postre tradicional navideño, aunque en Toledo, lugar en el que la primera referencia escrita de este producto se remonta al año 1512, se consume todo el año.

Hay muchas leyendas acerca de su origen, incluyendo una de origen persa.  Según esta versión, el mazapán habría sido introducido en Europa bien desde el sur, con la invasión musulmana de la península ibérica en el siglo VIII, o bien desde el este, a través de peregrinos y cruzados. 

Según don Clemente Palencia Flores, antiguo archivero municipal de Toledo, resulta creíble que el mazapán fuera inventado en el convento de San Clemente de Toledo tras la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212. También existe otra teoría que apunta que el mazapán provine de un monasterio de Sicilia. El origen remoto del mazapán parece estar en un postre griego elaborado a base de pasta de almendra y miel.

El modo de elaborarse tradicional es que se toma idéntica cantidad de almendra cruda y pelada y azúcar.  Se mezclan y se trituran hasta conseguir una pasta de textura uniforme, sin grumos.  A continuación, se deja reposar y después se le da forma. Por último, se hornea aproximadamente a 180°C por algunos minutos.

Estos mazapanes son deliciosos, y como ven no necesitamos esperar a que vengan de España para las fiestas navideñas, los podemos hacer en cualquier época del año.  Son fáciles y deliciosos.

Mazapanes españoles caseros

 

- 200 gr almendra cruda pelada molida
- 200 gr azúcar molida
- 1 huevo separado


Muela en la licuadora el azúcar normal para que quede una azúcar fina o si prefiere puede usar azúcar glas.

Separe el huevo y guarde la yema en un contenedor tapado en el refrigerador, para barnizar más tarde los mazapanes.  Bata la clara hasta que esté espumosa.

Mezcle el azúcar con la almendra molida y agregue la clara y una con un tenedor, deshaciendo los grumos hasta que todo esté bien integrado.  Con las manos húmedas forme una bola.  Si la masa está muy pegajosa, incorpore un poco más de cantidades iguales de almendra y azúcar; y si está un poco seca, agregue agua poco a poco. Envuelva la bola en película plástica y deje que repose por alrededor de 30 minutos.

Precaliente el horno a 200°C y ponga papel encerado en una charola de horno.

Pasado el tiempo de reposo, forme bolitas de 15 gr de peso, forme unos cilindros y coloque en la charola preparada.  Con un tenedor presione levemente los cilindros para marcar los dientes del tenedor.  Con la yema reservada batida, barnice los mazapanes.

Hornee de 2 a 5 minutos o hasta que estén ligeramente dorados.  Deje enfriar en la misma charola pues son frágiles y se pueden romper si se manejan calientes.


(Editado por Mario Vázquez)

jueves, 3 de diciembre de 2020

Pastelitos fáciles

A la hora de hacer un pastel o un panqué, juntamos los ingredientes y los tenemos listos para transformarlos en algo delicioso que casi siempre les gusta a todos.

Pero se imaginan ustedes hacer un pastel en el que se nos olvido poner polvo para hornear o que le pusimos demasiado, o que le pusimos pero no nos fijamos que estuviera fresco.  Creo que esto sería un desperdicio terrible pues no sabría bien y tendríamos que tirar todos.  Si se nos olvido queda muy compacto, si fue mucho, se derrama todo en el horno y queda un pan muy chicloso y muy poco en el centro y las orillas altas y duras.

Hay algunas recetas que a base de batir los huevos, estos suben y no necesita un impulsor para crecer, pero hay ocasiones en que no batimos los huevos y es ahí cuando tenemos que agregar el polvo para hornear.

Por regla general se suele utilizar una cucharadita rasa que es equivalente a 5 gr para una cantidad de harina de 200 gr a 250 gr.  Si se pasa la cantidad se forman burbujas y crece mucho.  Si empleamos ingredientes de por sí ácidos, conviene rebajar un poco la cantidad del polvo para hornear, y en algunos recetarios encontramos que no se use el polvo para hornear, sino que usemos bicarbonato de sodio. 

Una cosa que no debemos olvidar es verificar la fecha de caducidad del empaque para comprobar que esta en buen estado.  Si no sabemos la fecha de caducidad porque lo compramos a granel, se pone una pequeña cantidad en un recipientes con un poco de agua para que se humedezca y si se nota que hay alguna actividad es que está listo para usarse.

Si estamos a medias en hacer un pastel y no tenemos polvo para hornear, podemos utilizar la misma cantidad de bicarbonato.

Basta de charla, les parece que hagamos unos pastelitos muy fáciles, casi se hacen solos. Y así de fácil también desaparecen.

Pastelitos fáciles

-3 huevos
-175 gr harina
-175 gr azúcar
-1 cucharadita polvo para hornear
-200 gr chocolate
-40 gr mantequilla

Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine ligeramente los moldes de magdalenas o moldes de panqué.

Bata los huevos con el azúcar hasta que dupliquen su tamaño.  Agregue la harina cernida con el polvo para hornear, removiendo con espátula de goma o con batidor de globo.

Vierta la mezcla en los moldes preparados a 2/3 de su capacidad. Hornee. En los moldes de magdalena alrededor de 14 – 16 minutos, en los moldes de panqué de 20 a 25 minutos. Para comprobar que están cocidos, inserte un palillo en el pan y si sale limpio ya están listos.

Retire del horno y deje enfriar unos momentos en los moldes.  Desmolde y deje en una rejilla para que se enfríen completamente.

En el microondas derrita el chocolate con la mantequilla, y cubra los pastelitos.