Ir a la Nueva Viga es todo una odisea, pues a nosotros nos queda del otro lado de la ciudad y hacemos alrededor de una hora de ida y otra de venida, pero no es por el viaje, sino porque tenemos que estar temprano pues si llegamos tarde ya no queda mucho que escoger.
Y cuando se trata de pescado debemos ciertas características que hacen que un pescado esté en buenas condiciones.
Lo primero que tenemos que verificar es el olor, el pescado fresco tiene poco olor y por lo tanto no tiene un olor desagradable. Cuando el pescado huele muy fuerte, algo así como amoniaco es que está ya en descomposición y no debe de ser consumido.
Otra cosa que debemos ver es su piel. La piel debe ser naturalmente brillante y las escamas deben estar firmes, esto es, que no se desprenden fácilmente.
También debemos ver sus ojos que no deben estar opacos o enturbiados. Su carne es siempre firme a la presión, así como las branquias o agallas deben ser rojizas.
El peritoneo, o sea la telita que cubre los órganos internos de los pescados, se mantiene adherido al cuerpo, no se desprende ni rompe fácilmente.
Bueno después de verificar todo esto, compramos el pescado y lo llevamos a casa, pero no debe estar en el refrigerador mas de dos días. Si lo guardamos en un congelador deberá estar supercongelado y no debemos de interrumpirse la cadena de frío. Si lo sacamos del congelador es porque se va a usar enseguida.
El consumir pescado es muy bueno porque contiene fósforo y eso es necesario para el organismo, en los huesos, además, nos da energía y ayuda en la formación del adn o herencia.
Un derivado del pescado es la harina de pescado que podría ser un excelente elemento para la alimentación humana aunque se utiliza principalmente para el ganado y las aves de corral, su gran poder nutritivo favorece el mayor y más pronto desarrollo de los animales. Bueno esto es un poco fuera de nuestra plática, pero es bueno saberlo.
-1 robalo grande
entero, deshuesado y limpio
-½ kilo camarones
-¼ kilo atún
-1 frasco de
ostiones
-1 lata de almejas
-½ litro leche o
caldo de pescado
-40 gr harina
-30 gr mantequilla
-2 cucharadas
aceite
-1 cebolla picada
-2 jitomates picados
-1 diente de ajo
picado fino
-Sal y pimienta
En un sartén ponga la mantequilla y el aceite y fría la cebolla y el ajo, cuando esté transparente ponga la harina y revuelva, deje que se dore y agregue la leche o el caldo de pesado, formando una salsa blanca o bechamel, procure que no le queden grumos. Agregue entonces el atún desmenuzado, las almejas, los ostiones, el jitomate y los camarones. Sazone.
Lave y
ligeramente sazone el pescado por dentro y fuera. Ponga una lámina de papel de aluminio en una
charola para hornear o en un molde refractario, coloque el pescado y rellene
con la mezcla preparada. Envuelva y meta al horno a 180°C por 40 minutos
aproximadamente o que el pescado esté cocido. Destape y deje unos minutos más
en el horno. Retire y sirva caliente.
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