El aroma embriagador del clafoutis de pera recién horneado llenaba la cocina, tentando a toda la familia con su promesa de delicioso sabor. Con gran satisfacción puse el clafoutis en la mesa, y observé con orgullo como los ojos de mi familia se iluminaba al ver mi tentadora creación.
Sin embargo, apenas habían dado el primer bocado cuando recordaron el clafoutis que había hecho anteriormente, que había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos. Impulsados por el recuerdo de su exquisito sabor, comenzaron a devorar el recién horneado sin detenerse, hasta que no quedó ni una migaja.
Fue entonces que llegó mi hijo mayor, y se encontró con la desafortunada noticia de que el clafoutis se había esfumado antes de que pudiera saborearlo. Con una mirada de decepción, se resignó a haber llegado tarde a la fiesta culinaria de la familia.
Pero como mamá, siempre estoy dispuesta a complacer a mis seres queridos, le prometí que le haría un clafoutis solo para él. Uno que pudiera disfrutar sin distracciones ni competencia. Y así, con esa promesa, se selló la certeza de que el amor de una madre puede conquistar incluso los antojos más voraces de una familia hambrienta.
Clafoutis de pera
- 150 g harina
- 3 huevos
- 3 peras
- ½ taza leche
- Azúcar al gusto
- Precaliente el horno a 190°C
- Enmantequille un molde para pay.
- Pele y pique las peras.
- Ponga encima del molde preparado.
- En un tazón mezcle harina, huevos, leche y azúcar.
- Vierta sobre la fruta.
- Hornee por 40 – 45 minutos o hasta que esté doradito. Sirva tibio o frío.
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