lunes, 14 de octubre de 2024

Pan de muerto para todos los vivos


Se dice que el pan de muerto tiene su origen en la época de la conquista, inspirado por los rituales prehispánicos, y al día de hoy es uno de los componentes más importantes de las ofrendas del altar de muertos, para los Files Difuntos.

Cuentan que era un ritual en el México prehispánico que una princesa fuera ofrecida a los dioses, su corazón aun latiendo se introducía en una olla con amaranto y después quien encabezaba el rito mordía el corazón en señal de agradecimiento a un dios.  Se cree que de allí surgió el pan de muerto, por supuesto que a través del tiempo se fue modificando hasta llegar a la actualidad.

Algunos historiadores dicen que el nacimiento de ese pan se basa en un rito que hacían los primeros pobladores de Mesoamérica a los muertos que enterraban con sus pertenencias.

Todo el pan de muerto tiene su significado como son:  el círculo que se encuentra en la parte superior se dice que es el cráneo del difunto, las tiras de pan del rededor son las canillas o huesos de los difuntos, el sabor a azahar es por el recuerdo de los ya fallecidos.

Los panes de muerto se clasifican en antropomorfos que son aquellos que representan figuras humanos y zoomorfos que son los que tienen figuras de animales como aves, perros, conejos, peces, etc., también hay fitomorfos que son representaciones vegetales, árboles, flores, etc; también están los mitomorfos que son figuras de seres fantásticos.

Después de tanta plática quede exhausta, pero todo eso pasará pues comeré un delicioso pan de muerto que preparé y fue más fácil de hacer que lo que creí que era.

Recordemos que no es necesario que sea día de los muertos para comer este delicioso pan, podemos hacerlo en cualquier fecha.

Pan de muerto

  • 550 gr harina
  • 1 cucharada levadura seca
  • 30 gr leche en polvo
  • 100 gr azúcar
  • 2 naranjas, la ralladura
  • 10 gr sal
  • 3 huevos
  • ¾ taza agua
  • ¼ taza jugo de naranja
  • 130 gr mantequilla
  • Huevo para barnizar
  • Mantequilla derretida
  • Azúcar blanca extra para espolvorear

  1. En el tazón de la batidora ponga el agua, jugo de naranja, huevos, leche en polvo, sal, azúcar, ralladura de naranja y encima ponga 500 gr harina y la levadura. 
  2. Amase hasta que se integren todos los ingredientes y se despegue la bola de masa del tazón de la batidora. 
  3. Si no se despega, agregue la harina restante poco a poco, si está muy seca y no se integran los ingredientes, agregue un poco de agua o de jugo.
  4. Cuando los ingredientes estén integrados y se despegue de las orillas del tazón, agregue la mantequilla a la temperatura ambiente y continúe batiendo hasta que la masa absorba la mantequilla y se vea lustrosa. 
  5. Ponga en un tazón espolvoreado con harina, tape con plástico y meta en el refrigerador por lo menos 30 minutos, para que leve.
  6. Precaliente el horno a 175°C, engrase y enharine dos o tres charolas ligeramente.
  7. Retire la masa del refrigerador y divida a la mitad para formar 2 panes grandes o en porciones de 40 gr para hacer panes individuales.
  8. Separe un tercio de la masa para hacer los “huesitos” y la bolita de arriba.  Bolee la masa, si hace dos grandes o 20 pequeños, y acomode en las charolas preparadas. 
  9. Con el tercio de masa que reservó, forme bolitas para cada uno de los panes, con el resto haga tiras y coloque en forma de cruz en los panes boleados y en el centro ponga la bolita de masa. 
  10. Barnice los panes con el huevo batido y deje cerca del horno para que leven. 
  11. Cuando hayan crecido, meta al horno y deje que se cuezan por alrededor de 30 a 40 minutos dependiendo del tamaño de los panes, hasta que estén ligeramente dorados y suenen hueco en la parte de abajo.
  12. Retire del horno. Enfríe por 10 minutos, barnice con la mantequilla derretida y cubra con el azúcar para espolvorear.  Sirva tibio o frío.


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