viernes, 27 de enero de 2017

Sopa de pollo y maíz comida de buena suerte

Dentro de pocos días, para ser precisa el próximo sábado 28 de enero inicia el Año Nuevo Chino que este año será el año del gallo rojo de fuego.
Esta fiesta es conocida en China como la Fiesta de la Primavera, pero en el extranjero se le llama Año Nuevo Lunar.
Por esta razón empezaré a guisar platillos chinos, bueno más bien orientales pues el año Nuevo Chino se celebra en casi todo el Oriente y cada comida tiene significado propio.
Una cosa curiosa es que como costumbre popular, en la víspera del año nuevo, muchas familias permanecen despiertas bebiendo té y conversando, nadie debe dormir, y se dice que esta costumbre promueve la longevidad de los padres de uno.
En la simbología de la comida del Año Nuevo Chino el pollo es un símbolo de buena suerte pues la pronunciación es igual a buena fortuna.  El pollo también simboliza un buen matrimonio y cuando se sirve el pollo entero quiere decir la armonía familiar.
Una de las supersticiones de esta fiesta es no utilizar palabras o frases negativas pues es época de felicidad y esperanza así como de prosperidad.  Se debe evitar cualquier referencia a la muerte, a la desgracia o a los apuros.
En casa casi siempre preparo comida oriental para estas fechas, pero no la hago los 15 días de la fiesta ni preparo todos los platillos que se deben de preparar, a menos que coincida la fecha con el cumpleaños de mi esposo que es en enero.
Normalmente hago uno o dos platillos, arroz frito o al vapor y en ocasiones preparo sopa, como la de hoy que es una sopa de pollo y maíz, por aquello de la armonía familiar y la buena suerte.



Sopa de pollo y maíz

1 cucharada de aceite
4 cebollitas de cambray
2 dientes de ajo picados
1 cucharada de jengibre rallado o picado
1 ½ litros de caldo de pollo
½ kilo de pollo sin pellejo ni huesos
2 tazas de maíz fresco
2 cucharadas de maicena
3 cucharadas de salsa de soya
Sal y pimienta al gusto
3 huevos ligeramente batidos
1 cucharada de aceite de ajonjolí

Corte el pollo en pequeños pedazos y revuelva con 1 cucharada de la salsa de soya y con 1 cucharada de la maicena. Deje reposar. 
Rebane la cebolla de cambray separando la parte blanca y la parte verde.
En una olla ponga el aceite a calentar y agregue la parte verde, el ajo, el jengibre y saltee aproximadamente por un minuto para que salga su fragancia añada también el pollo.  Incorpore el caldo, el maíz, la maicena restante disuelta en agua fría, la salsa de soya y sazone con sal y pimienta. Deje que se sazone y que hierva por 20 minutos aproximadamente.
Utilizando un colador de hoyos grandes, vacíe el huevo sobre el caldo hirviendo y mueva para que se formen hilos.  Añada el aceite de ajonjolí y al servir decore con la parte verde de la cebollita de cambray.


jueves, 26 de enero de 2017

Atole de avena y chocolate







Para estos días con un poco de frío no hay nada mejor que un rico y sabroso atole.  Todos sabemos que el atole guarda el calor, por eso se mantiene caliente y nos calienta por dentro a nosotros.
Pero... ¿Qué es el atole? ¿De dónde viene? Bueno eso lo veremos ahora.

La palabra atole viene del náhuatl atolli que significa aguado, atl agua y tol, diminutivo. También es conocido en algunas regiones con el nombre de atol y en otras como jarabe de atole. 
El atole es de origen prehispánico y en los lugares donde se bebe es en México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Venezuela. 

Los aztecas preparaban el atole hirviendo la masa de maíz hasta que espesara, le añadían cacao, chile y miel de abeja.  Hernán Cortés lo menciona en sus “Cartas de Relación” diciendo que era una bebida energética, pero, realmente, no fue de su agrado por lo que, como con tantas cosas mesoamericanas, le cambiaron un poco y le agregaron leche o agua, llamándolo entonces, champurrado.

Así, se empezó a preparar el champurrado cuando se hacía de masa de maíz, y atole cuando se preparaba con otros ingredientes. Esos otros ingredientes eran y siguen siendo, la fécula de maíz, harina de arroz, sémola de maíz, trigo, o avena. 

Se le agrega piloncillo, azúcar o miel. Le puedes poner leche o agua.  También se le puede agregar vainilla, chocolate, queso, y casi cualquier fruta.

Ahora prepararé un rico y sabroso atole de avena y chocolate, manos a la obra pues va siendo la hora de la merienda y empieza a hacer un poco de frío. Y mis comensales (mi marido y mis hijos) al enterarse que había atole con galletas para la merienda se apresuraron a venir.  Adiooos





Atole de avena y chocolate

1 litro de leche del tipo que prefieras
3/4 taza de copos de avena
1 tablilla de chocolate oscuro o de chocolate artesanal
Azúcar al gusto
En una olla calienta a fuego medio la leche con el chocolate y no lo descuides.
Remueve constantemente para evitar que se pegue el chocolate y que se desparrame.
Una vez que se haya derretido el chocolate agrega la avena, deja cocinar por 10 minutos a fuego bajo.
Retira el atole del fuego y agrega el azúcar.

Sirve caliente.