jueves, 27 de febrero de 2025

Ensalada tibia de lentejas y queso


Las lentejas han sido un alimento fundamental en la dieta de muchas culturas a lo largo de la historia, pero su importancia trasciende lo puramente nutricional. Estas diminutas legumbres redondeadas están impregnadas de un simbolismo que varía según la región, aunque casi siempre están asociadas a la prosperidad, la abundancia y la buena suerte. Desde la antigüedad, su forma que recuerda a monedas y su capacidad para germinar rápidamente las han vinculado con ideas de riqueza y renovación.

En Italia, las lentejas ocupan un lugar especial durante la cena de Nochevieja. Se sirven junto con cotechino o zampone, dos tipos de embutidos tradicionales, como un ritual para atraer fortuna en el nuevo año. La creencia se basa en que cada lenteja simboliza una moneda, y al consumirlas, se espera que la abundancia financiera llegue en los meses siguientes. Esta tradición también se replica en algunos países de América Latina, donde llevar lentejas en los bolsillos o colocarlas sobre la mesa en Año Nuevo es un gesto para asegurar prosperidad.

Por otro lado, en las tradiciones judías sefardíes, las lentejas tienen una connotación diferente, ya que se consideran un alimento de duelo. Su forma redonda representa el ciclo infinito de la vida, y su consumo en momentos de pérdida es una manera simbólica de reflexionar sobre la continuidad y la transición. Este simbolismo no es exclusivo de la cultura judía; en varias sociedades antiguas, las lentejas también eran vistas como un alimento cargado de espiritualidad y renovación.

Además de su asociación con la fortuna y el ciclo de la vida, las lentejas se han utilizado como amuletos para atraer buena suerte y protección. Algunas personas creen que llevar un puñado de lentejas secas en una bolsa o esparcirlas en el hogar ayuda a alejar las energías negativas. Incluso en el mundo de los sueños, soñar con lentejas suele interpretarse como una señal de estabilidad financiera o de un período de crecimiento personal y económico.

Después de conocer estas fascinantes creencias alrededor de las lentejas, decidimos honrar su simbolismo preparando una deliciosa ensalada tibia de lentejas. Este platillo no solo es una celebración de su historia y significado, sino también una manera nutritiva y sabrosa de disfrutar su versatilidad. Cada bocado, lleno de sabor y textura, nos conecta con las tradiciones y el deseo de abundancia en nuestras vidas.

Ensalada tibia de lentejas y queso

  • 250 gr lentejas
  • 100 gr queso feta
  • 1 zanahoria
  • ½ cebolla
  • 1 diente de ajo
  • Hojas de albahaca y/o cilantro al gusto
  • 1 limón, su jugo y ralladura
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta

  1. Cueza las lentejas durante 20 minutos en una allá grande con suficiente agua. 
  2. Mientras tanto, ralle la zanahoria, corte el queso en cubos pequeñitos, corte finamente la cebolla y el diente de ajo.
  3. Cuando las lentejas estén cocidas, escúrralas y vierta en una ensaladera grande añada y revuelva la zanahoria, el cilantro, la albahaca, el queso, la cebolla y el diente de ajo. 
  4. Vierta encima aceite de oliva al gusto, el jugo y ralladura de limón.  Sazone con sal y pimienta. Sirva tibia.

martes, 11 de febrero de 2025

Salbutes yucatecos

Los salbutes son una joya culinaria del sureste mexicano, especialmente de la Península de Yucatán, donde la riqueza gastronómica refleja siglos de historia y mestizaje cultural. Este antojito tradicional consiste en tortillas de maíz fritas en aceite o manteca, lo que les da una textura ligera, suave y ligeramente inflada. Se sirven con una variedad de ingredientes frescos como pollo o pavo deshebrado, lechuga o repollo, tomate, cebolla morada encurtida y, frecuentemente, chile habanero. Cada elemento del salbut cuenta una historia que conecta las raíces mayas con influencias europeas.

El origen de los salbutes está profundamente ligado a la cultura maya, donde el maíz era el centro de la dieta y la vida cotidiana. Los antiguos mayas ya dominaban la preparación de tortillas nixtamalizadas, que eran asadas o cocidas de manera sencilla. Aunque los salbutes tal como los conocemos hoy no existían, sus bases pueden rastrearse a esta tradición culinaria. La llegada de los españoles trajo consigo nuevas técnicas, como la fritura en manteca de cerdo, y nuevos ingredientes, como la cebolla y especias, que enriquecieron la cocina local.

El tomate, un ingrediente esencial en los salbutes, tiene su origen en Mesoamérica, donde era conocido como "xitomatl" en náhuatl. Los mayas y otras culturas precolombinas ya lo utilizaban en sus preparaciones. Sin embargo, tras el intercambio colombino, el tomate viajó a Europa, donde fue adoptado y transformado en nuevas variedades. Estas versiones regresaron más tarde a América, enriqueciendo aún más la cocina local. En los salbutes, el tomate cortado en rodajas acompaña los demás ingredientes, aportando frescura y un equilibrio de sabor.

A lo largo de los siglos, los salbutes evolucionaron gracias a la combinación de ingredientes y técnicas tanto locales como extranjeras. Mientras que los mayas aportaron la base de maíz y los sabores especiados, los colonizadores españoles contribuyeron con la fritura y nuevos complementos. Este mestizaje culinario dio lugar a un platillo versátil que se ha convertido en un ícono de la gastronomía yucateca. Además, los salbutes se distinguen de los panuchos, otro antojito popular, porque no llevan frijoles en su interior.

Hoy en día, los salbutes son un antojito indispensable en mercados, cenadurías y celebraciones de la región. Representan no solo una delicia gastronómica, sino también un puente entre el pasado y el presente. Cada bocado captura la historia de un pueblo que ha sabido preservar sus tradiciones al tiempo que incorpora influencias externas. Los salbutes son mucho más que comida; son un homenaje a la identidad cultural de la Península de Yucatán y un reflejo de la riqueza de la cocina mexicana.


Salbutes Yucatecos 

  • 1 k de masa de maíz nixtamalizada
  • 4 cucharadas de harina de trigo
  • 1 cucharada de sal
  • Agua tibia la necesaria
  • Carne deshebrada al gusto o puede ser cochinita pibil o el guisado de su preferencia
  • Col picada la necesaria
  • Cebolla rebanada
  • Chile habanero rebanado al gusto
  • Jugo de naranja el necesario
  • Jugo de limón el necesario
  • Sal al gusto
  • Jitomate rebanado
  • Salsa al gusto
  • Aceite el necesario

  1. Para preparar la masa, ponga la masa de maíz en un tazón y desmigaje con los dedos 
  2. Agregue la harina y la sal 
  3. Revuelva incorporando agua tibia poco a poco hasta que la mase se despegue del tazón y quede compacta. 
  4. Tape y deje reposar.
  5. Revuelva la cebolla, el chile, los jugos y sazone, deje reposar para que los sabores se asienten.
  6. Con la masa forme tortillas y fría en aceite caliente, deje que se inflen y se cuezan, ponga a escurrir el aceite. 
  7. Arme los salbutes.
  8. A cada tortilla ponga un poco del guisado que escogió, sirva cebolla preparada, col y jitomate, si desea ponga agregue salsa.
  9. Los salbutes no llevan frijoles, pero si lo desea puede poner una untada de frijoles en la tortilla frita.