miércoles, 28 de agosto de 2024

Chocolate del recuerdo

La historia del chocolate tiene muchos aspectos cautivadores que han contribuido a su encanto a lo largo del tiempo.  Ahora veremos como el chocolate se ha entrelazado con el amor y la pasión a lo largo de la historia.

Los antiguos mesoamericanos, incluidos los mayas y los aztecas, consideraban el cacao como un regalo de los dioses, asociándolo con el amor y la fertilidad.  La bebida de chocolate se servía en ocasiones especiales, incluidos los rituales de matrimonio.

Durante el período colonial, el chocolate se convirtió en un símbolo de romance en Europa.  Se creía que tenía propiedades afrodisíacas y estimulantes, por lo que se consideraba apropiado para el cortejo y el romance.

En los siglos XVII y XVIII surgieron en Europa los primeros “chocolateros”, establecimientos donde la gente podía disfrutar de bebidas de chocolate caliente.  Estos lugares se convirtieron en puntos de encuentro para parejas y amantes, fomentando el romanticismo y la intimidad.

El chocolate ha sido fuente de inspiración para poetas, escritores y artistas románticos.  Su sabor y textura sensual han sido descritos en poemas y novelas como metáforas de amor y deseo.

Con el tiempo se desarrollaron diferentes formas de chocolate, como los bombones y los corazones de chocolate, que se convirtieron en obsequios populares durante ocasiones románticas como el Día de San Valentín.  La asociación entre el chocolate y el amor se consolidó aún más. 

En la cultura contemporánea, el chocolate sigue siendo un elemento importante en las citas románticas y los momentos compartidos entre parejas.  Ya sea disfrutando una caja de bombones juntos o compartiendo un postre de chocolate en una cena romántica, el chocolate continúa siendo un símbolo de amor y afecto.

En resumen, la historia romántica del chocolate se ha construido a lo largo de los siglos, desde sus raíces como un regalo divino en las antiguas civilizaciones mesoamericanas hasta su asociación con el amor y la pasión en la Europa colonial y más allá.

Chocolate del recuerdo

  • 1 litro de leche
  • ½ taza azúcar o al gusto
  • 4 cucharadas de cocoa
  • 2 tazas de bombones
  • 1 cucharadita de vainilla
  • Bombones para adornar

  1. En una olla ponga a calentar la leche, agregue el azúcar, la cocoa y los bombones. 
  2. Mezcle en el fuego hasta que los bombones se hayan disuelto. retire del fuego y agregue la vainilla. 
  3. Sirva en tazas adornando con bombones.

viernes, 9 de agosto de 2024

Crema de queso y mango

El “Petit Suisse” es un tipo de queso fresco de origen francés, conocido por su textura cremosa y su sabor suave.  Su historia se remonta al siglo XIX, cuando fue creado por un fabricante de quesos suizo llamado Daniel Peter.

Peter, que era conocido por su experiencia en la producción de lácteos, desarrolló una receta especial de queso fresco que fuera fácil de digerir y apetitoso para los niños.  En 1857, presentó su creación en la Exposición Universal de París, donde ganó una medalla de oro y atrajo la atención de muchos.

El nombre “Petit Suisse” se atribuye a la forma del queso, que originalmente se vendía en pequeños recipientes cilíndricos. Pronto se convirtió en un alimento popular en toda Francia y más allá, especialmente entre niños, debido a su sabor suave y su textura cremosa.

Con el tiempo, el Petit Suisse se ha convertido en un elemento básico en muchos países, y se ha utilizado en una variedad de recetas, desde postres hasta platos salados. Su versatilidad y su reputación como un alimento nutritivo han contribuido a su longevidad y popularidad a lo largo de los años.

Crema de queso y mango

 

  • 800 g pulpa de mango
  • 250 g queso crema
  • 250 g queso panela
  • ½ taza azúcar
  • 200 g crema
  • ¼ taza azúcar extra
  • 60 g granillo de almendra caramelizada

 

  1. Muela en la licuadora el mango con la ½ taza de azúcar, vierta 300 gr del puré de mango en un tazón. 
  2. Licue el resto del puré con el queo crema y el queso panela, a que quede una crema muy fina. Añada la crema y el azúcar extra, bata nuevamente.
  3. Sirva en cada vaso o copa unos 30 g de puré de mango y cubra con la crema de mango sin llegar hasta arriba.  Así hasta que se terminen las preparaciones.  
  4. Decore con las almendras caramelizada.

viernes, 2 de agosto de 2024

Clafoutis de pera

El aroma embriagador del clafoutis de pera recién horneado llenaba la cocina, tentando a toda la familia con su promesa de delicioso sabor.  Con gran satisfacción puse el clafoutis en la mesa, y observé con orgullo como los ojos de mi familia se iluminaba al ver mi tentadora creación.

Sin embargo, apenas habían dado el primer bocado cuando recordaron el clafoutis que había hecho anteriormente, que había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos.  Impulsados por el recuerdo de su exquisito sabor, comenzaron a devorar el recién horneado sin detenerse, hasta que no quedó ni una migaja.

Fue entonces que llegó mi hijo mayor, y se encontró con la desafortunada noticia de que el clafoutis se había esfumado antes de que pudiera saborearlo.  Con una mirada de decepción, se resignó a haber llegado tarde a la fiesta culinaria de la familia.

Pero como mamá, siempre estoy dispuesta a complacer a mis seres queridos, le prometí que le haría un clafoutis solo para él. Uno que pudiera disfrutar sin distracciones ni competencia. Y así, con esa promesa, se selló la certeza de que el amor de una madre puede conquistar incluso los antojos más voraces de una familia hambrienta.

 

Clafoutis de pera

  • 150 g harina
  • 3 huevos
  • 3 peras
  • ½ taza leche
  • Azúcar al gusto

 

  1. Precaliente el horno a 190°C
  2. Enmantequille un molde para pay.
  3. Pele y pique las peras.
  4. Ponga encima del molde preparado. 
  5. En un tazón mezcle harina, huevos, leche y azúcar.
  6. Vierta sobre la fruta. 
  7. Hornee por 40 – 45 minutos o hasta que esté doradito. Sirva tibio o frío.