El termino "al ajillo" tiene sus raíces en la cocina española, particularmente en la región de Andalucía, aunque su popularidad se ha extendido por todo el país y más allá.
Se refiere al método de cocción donde se preparan los ingredientes en una salsa a base de aceite de oliva y ajo. El ajo es considerado un ingrediente indispensable en la cocina española y es fundamental en una amplia variedad de platos, ya que aporta un sabor y aroma inconfundibles. Además, se dice que tiene propiedades medicinales que ayudan a prevenir enfermedades cardíacas y mejorar la circulación sanguínea. De hecho, en algunas regiones de España, se come ajo crudo antes de las comidas para aprovechar sus beneficios para la salud.
La historia exacta del término "al ajillo" es difícil de rastrear, ya que se ha transmitido de generación en generación a lo largo del tiempo. Sin embargo, se cree que su origen está ligado a la cocina rural española, donde ingredientes básicos como el ajo, el aceite de oliva y las hierbas aromáticas estaban fácilmente disponibles.
Originalmente, estos guisos se preparaban con carne, pollo o conejo, cocinado lentamente en una cazuela con aceite de oliva, ajo picado, chile y, a menudo, un toque de vino blanco. Con el tiempo, se han desarrollado muchas variantes "al ajillo", incluyendo versiones con mariscos, pescado, setas y vegetales.
Hoy en día, el "al ajillo" es muy popular en los restaurantes españoles y se disfruta en todo el mundo por su delicioso sabor y la simplicidad de su preparación. Es un ejemplo perfecto de la cocina española, que se basa en ingredientes frescos y simples para crear platos llenos de sabor y carácter.
Dato curioso 1: En algunas regiones de España, como en Galicia, se cree que el ajo no solo ahuyenta enfermedades, sino también malos espíritus. ¡Así que al cocinar al ajillo, además de disfrutar un delicioso plato, podrías estar espantando a los fantasmas!
Dato curioso 2: Existe una superstición antigua que dice que, si pones una cabeza de ajo debajo de la almohada, evitarás las pesadillas. Tal vez sea por eso que los platos al ajillo, llenos de este ingrediente, te dejen durmiendo plácidamente.
Calabacitas al ajillo
- 3 – 4
calabacitas en rodajas
- 8 – 9 dientes de
ajo picaditos
- ½ cebolla
mediana en rebanadas
- 3 cucharadas
aceite
- 5 chiles de
árbol secos o al gusto
- Tomillo al gusto
- Sal y pimienta
al gusto
- En un sartén con
aceite fría las cebollas y el ajo, agregue las calabacitas y fría hasta que
estén ligeramente doradas.
- Agregue los chiles de árbol enteros. Cuando estén cocidas las calabacitas retire
de fuego y esparza tomillo al gusto.