sábado, 31 de mayo de 2014

Historia en la cocina XIII, la empanada

Mi mamá nos hacía empanadas pero no de postre, sino de comida. Hacía de dos tipos, las de carne y las de queso, aunque las de queso siempre iban con azúcar.  En Tabasco se come mucha más comida dulce que en otras partes de la república Mexicana, haciendo que lo aquí es considerado postre, allá es comida.
Una empanada es una fina masa de pan, masa quebrada u hojaldre rellena con una preparación dulce o salada y cocida al horno o frita. El relleno puede incluir carnes rojas o blancas, pescado, verduras o fruta.  La masa generalmente es de harina de trigo aunque se usa también harina de maíz o de algún otro cereal y suele llevar alguna grasa, aceite o manteca.  Las empanadas son un plato tradicional de la mayoría de las cocinas de habla hispana. Su nombre proviene del castellano “empanar,” siendo su primera acepción en el diccionario “encerrar algo en masa o pan para cocerlo al horno.”
Su origen se remonta a la costumbre de rellenar panes con viandas o vegetales que los pastores o viajeros llevaban para consumirlos en el campo. Con el tiempo de acabó cociendo la masa de pan junto con su relleno y más tarde se elaboraron con otras masas.
Este tipo de preparación dio origen a platos como los calzone italianos, las empanadas gallegas y los Cornish pasties británicos. De un modo similar surgieron los bricks tunecinos, los börek turcos, los lahmayun, sfihas y falayer árabes.
En la Edad Media uno de los propósitos más importantes de estas preparaciones era conservar la carne, ya que su cocción dentro de la masa conseguía protegerla varios días.
En el Libre de Coch, recetario catalán publicado en Barcelona en 1520, Ruperto de Nola menciona empanadas rellenas de atún, anguilas, trucha y congrio.
Las empanadas iberoamericanas derivan de esas empanadas europeas y de las de Medio Oriente (lahmayun, fatay y sfihas) que tras su difusión por el sur de Europa, principalmente Andalucía, llegaron a América con los conquistadores españoles.
Existen diferentes tipos de empanadas en todo el mundo y en México también existe una infinita variedad de ellas, aunque a veces reciben otro nombre la vista es la misma como los pastes de Hidalgo, los volovanes de Veracruz y por supuesto las empanadas fritas de Tabasco.

Empanadas de queso y azúcar

1 kilo de masa para tortillas
½ taza de harina
3 cucharadas de aceite o manteca
½ cucharadita de sal
2 cucharaditas de polvo de hornear
Agua caliente la necesaria
Relleno:
400 gr de queso Chiapas o queso feta
120 gr de azúcar
Aceite el necesario

Mezcle la masa para tortillas, la harina, el aceite o manteca, la sal y el polvo de hornear, agregue el agua según se vaya necesitando.  Debe quedar una masa tersa y manejable que no se pegue en las manos. Forme bolitas con la masa y ponga en un plástico, aplane con el tortillero o con un sartén.
Rellene las tortillas con 2 cucharaditas de la mezcla de queso y azúcar, cierre y fría.

Relleno: desmenuce el queso y revuelva con el azúcar.

viernes, 30 de mayo de 2014

Un manjar diferente.

La mermelada es una conserva de fruta cocida en azúcar. Los griegos de la antigüedad ya cocían membrillos en miel, según se dice en el libro de cocina del romano Apicio.
Cuando la mezcla de fruta y azúcar alcanza los 104°C, el ácido y la pectina de la fruta reaccionan con el azúcar haciendo que al enfriarse quede sólida la mezcla.  Para poder hacer mermelada es importante que la fruta contenga pectina. Algunas frutas contienen pectina como las manzanas, los cítricos y numerosos frutos del bosque.  En la industria se añade pectina pura para hacer las mermeladas pero en el método casero se utiliza otra fruta que contenga pectina al dos por ciento, utilizando manzanas o jugo de limón.
La palabra mermelada proviene del gallego-portugués marmelada que significa “confitura de membrillo” y membrillo se dice marmelo en gallego y portugués.
En 1238, el murciano Ibn Razin al-Tuyibi en su libro de gastronomía Relieves de las mesas, acerca de las delicias de la comida y los diferentes platos se refiere a la mermelada como a unas obleas que se desmigaban en miel o sirope para elaborar dulces.
En 1480, la palabra aparece por primera vez en documentos en inglés y se divulgó en el siglo XVII. Es en ese siglo que se elaborar por primera vez en Escocia las famosas mermeladas de naranjas de Sevilla.
Una leyenda da otro origen poco probable a la palabra mermelada.  Se cuenta que María Estuardo estaba enferma, la corte decía Marie est malade (María esta enferma) mientras que su médico le daba naranjas con miel para aliviarla.  La frase francesa se fue deformando a marmalade.  Claro que esto no está comprobado, no tiene pruebas, ni referencias, pero es una historia muy bonita.
Mermelada de vino tinto

1 botella de vino tinto
600 gr de manzanas
500 gr de azúcar


Pele las manzanas y ponga al fuego con el vino tinto, deje hervir hasta que estén muy suaves.  Machaque la manzana y agregue el azúcar. Si desea lo puede licuar para que tenga una consistencia más tersa. Deje hervir hasta que se espese.  Vierta en un frasco y deje enfriar.

jueves, 29 de mayo de 2014

Una ensalada bien aderezada.

En esta época de calor no se antoja mucho ni guisar ni comer cosas calientes y eso que todavía no empieza el verano.  Aunque en donde vivo el calor no llega temperaturas tan altas como en otros lugares, aquí cuando hace mucho calor estamos a 35°C y estamos que nos morimos. No quiero ni imaginarme a los pobres de esos lugares en donde están a 40° o a 45°.
Para comer en esta época es deliciosa una rica ensalada, muy refrescante y muy dietética, pero la tenemos que aderezar y en esta ocasión hicimos (mi marido y yo) un rico vinagre de zarzamora.
Claro, nosotros lo hicimos a partir de un vinagre blanco, derivado de alcohol, no como en la antigüedad que procedía de los toneles de vino que se agriaba o se ponía malo y como todas las cosas, accidentalmente se descubrió que ese producto era bueno para conservar algunos comestibles y el sabor que les daba era bueno.
Denle sabores diferentes a sus vinagres o aceites y así la misma ensalada sabrá diferente y deliciosa.  Este no será el único vinagre que hagamos, intentemos de otros sabores.

Vinagre de zarzamora

500 ml de vinagre de blanco de alcohol, de caña o de yema
100 ml de agua
200 gr de zarzamora

Ponga el agua a hervir con las zarzamoras.  Ponga el vinagre en una botella de preferencia de vidrio y agregue las zarzamoras con el agua.  Deje reposar en un lugar fresco por 24 horas. 

Machaque las zarzamoras en el vinagre y cuele.  Vuelva a colar pero con un filtro que se utiliza para hacer café puesto en el colador.  Vierta en una botella limpia, tape y puede utilizarlo en cualquier momento.

miércoles, 28 de mayo de 2014

De China nos llegó.

El polvo de cinco especias es una mezcla de especias muy empleada en la cocina china. Se llama así porque incorpora los cinco sabores de la cocina china que son dulce, ácido, amargo, salada y umami.
La fórmula de este polvo se fundamenta en la filosofía china del balance del yin y yang en la composición de algunos alimentos.
La mezcla consiste en canela de China o cassia Tung Hing (brotes de cassia en polvo, anís estrellado en polvo y semillas de anís, raíz de jengibre y clavo de olor).
Otra receta de esta mezcla consiste en huajiao o pimienta de Sichuan, bajiao o anís estrellado, rogul (cassia), clavo de olor y semillas de hinojo.
Se utiliza en la cocina cantonesa como es el pato asado y en estofados de res.
Así como los chinos han ido a todas partes del mundo, así el polvo de cinco especias ha recorrido el mundo y se emplea en comida casera cotidiana.
Pero ahora la utilicé no en comida sino en un rico y sabroso pan de cinco especias.


Pan de cinco especias

100 gr de mantequilla
¾ taza de azúcar
1 huevo
1 cucharada de vainilla
2 tazas de harina
2 cucharaditas de polvo para hornear
1 pizca de sal
2 cucharaditas de 5 especias
¾ taza de leche
½ taza de jengibre confitado picado

Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine un molde de rosca.

Acreme la mantequilla con el azúcar, agregue el huevo y la vainilla.  Cierna harina, sal, polvo para hornear y polvo 5 especias, incorpore el jengibre confitado picado.  Añada los ingredientes secos a la mezcla de mantequilla alternando con la leche.  Vierta en el molde preparado y hornee de 35 a 40 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga seco.  Desmolde y sirva tibio o frío.

martes, 27 de mayo de 2014

Un antojito muy yucateco

Los panuchos son una comida típica de la península de Yucatán, la cual abarca los estados de Yucatán, Quintana Roo y Campeche, que se elaboran con masa de maíz para hacer las tortillas a las que se les hace un corte para introducirle un guiso hecho a base de frijol y que después se fríen en aceite o manteca y encima se les pone hojas de lechuga, carne de pavo guisado, tomate y cebolla sazonada con naranja agria y sal, aguacate y una salsa hecha a base de chile habanero. 
Los panuchos pueden comerse simples, suaves o dorados, con carne, huevos duros o sancochados, pavo, pollo, carne molida, cebolla roja o morada, repollo, lechuga, tomate, aguacate y por supuesto el chile habanero.
Aunque los panuchos que casi todos conocemos son de cochinita pibil un guiso delicioso con achiote y naranjas agrias.
Cuenta la leyenda que el panucho yucateco tiene su origen en la ciudad de Mérida en una zona aledaña al barrio de San Sebastián conocida como “la Ermita de Santa Isabel”.  La tradición popular nos narra que en época de la colonia, cuando no había muchas opciones para los viajeros que iban  desde Mérida a Campeche que en esta zona vivía un señor conocido como “Don Ucho”, el cual tenía un puesto de comida para los viajeros que iban o venían rumbo a Campeche, por un camino conocido como “Camino Real” hacia mediados del siglo XIX.
Como suele suceder en las grandes creaciones gastronómicas, un día Don Ucho no tenía gran cosa que ofrecer y llegó a sus vías un caminante hambriento.  Entonces, el ingenioso Ucho aprovechó lo que tenía a la mano: frijol colado y huevo sancochados.  Los pasantes de aquella época lo llamaron “El pan de don Ucho” con el paso del tiempo el pan se reemplazó por tortilla de maíz y el platillo se popularizó hasta llamarlo “Panucho”.
El panucho es el antojito más popular de la cocina regional yucateca.  El Diccionario de la Real Academia Española lo identifica como un mexicanismo y lo define como “tortilla de maíz rellena con frijoles y carne”
Según Don Alfredo Barrera Vásquez, yucateco que se avocó a dar a conocer el maya y su cultura, dice que se deriva del despectivo pan y el maya –uch, apachurrar, aplastar y el sufijo español -o
Panuchos

1 kilo de masa de maíz
½ kilo de frijoles cocidos y molidos
1 kilo de cochinita pibil
4 cebollas moradas, picadas
2 naranjas, su jugo
2 cucharadas de vinagre
Chile habanero
Aceite o manteca
Sal
Aguacate para decorar

Prepara las tortillas con la masa de maíz y hay que abrirles el pellejito para introducir el frijol colado (que es el cocido y molido y molido con cebolla, comino, ajo y aceite o manteca)  Ya rellenas las tortillas fríalas en aceite o manteca.
Coloque de 3 a 4 panuchos por plato y sobre cada panucho ponga la cochinita pibil y la cebolla, después la salsa de chile habanero, y el aguacate si lo utiliza.

Encurtido de la cebolla: ponga la cebolla rebanada a remojar en el jugo de la naranja y el vinagre, sazone con sal. Si desea puede ponerle habaneros rebanados.

lunes, 26 de mayo de 2014

Un gran platillo mestizo.

La cocina mexicana es muy diferente en cada región (aunque todas son deliciosas y únicas) siendo cada lugar único en su forma de comer. La yucateca sigue siendo bastante particular.
Se desarrolló muy lejos de lo que sucedía en el centro del país y por la influencia que tuvieron los mayas y el embate de la colonia, impregnaron mucho en sus costumbres, sabores e incluso en la manera de hablar.
Uno de los platillos más conocidos en esta zona es la cochinita pibil que es parte de la fusión cultural que se desarrolló en Yucatán: la española y la maya.
Se prepara con carne de puerco adobada en achiote y envuelta en hojas de plátano y tradicionalmente se cocina dentro de un hoyo en el suelo sobre piedras calientes.  Pibil en lengua maya significa “bajo tierra”.
El achiote elemento indispensable para la cochinita pibil es un árbol oriundo de América Central y México. Produce un fruto en forma de cápsula, de 5 centímetros de largo, cuando madura descubre semillas rojas que se mezclan con otras especias para formar una pasta anaranjada y así se convierte en el característico condimento de platillos increíbles.
El achiote era utilizado por los mayas como repelente de insectos y como colorante de productos lácteos, barnices y tejidos.  También se utilizada como pintura corporal y facial para rituales religiosos.
Preparar este platillo es todo un ritual, pues empieza desde escoger la cochinita y matarla, luego macerarla en el achiote y enterrarla.  Este trabajo solo lo elaboran los hombres y es utilizado para el día de muertos y solo festividades importantes.
Parece ser que los yucatecos fueron el primer pueblo del continente americano que conoció el cerdo traído por los españoles.  La combinación de los hornos bajo tierra, el achiote y la carne de cerdo hizo surgir este delicioso platillo mestizo.





Cochinita pibil

2 kilos de carne de puerco, pierna o lomo
3 jitomates pelados y sin semillas
1 cebolla
3 tazas de jugo de naranja
1 taza de vinagre
½ cabeza de ajos pelados
½ barra de achiote
1 cucharadita de orégano
1 cucharadita de comino
½ cucharadita de canela
5 pimientas gordas
5 pimientas negras
Sal al gusto
Hojas de plátano (opcional)
Aderezo de cebolla morada:
1 cebolla morada rebanada
½ cebolla blanca rebanada
4 chiles habaneros picados o al gusto
2 naranjas, su jugo
3 cucharadas de vinagre
½ cucharadita de orégano
Sal al gusto

Muela en la licuadora el jitomate, la cebolla, el jugo de naranja, la taza de vinagre, los ajos, el achiote, el orégano, el comino, la canela, y las pimientas.  Ponga la carne en una olla y vierta lo molido, agregue sal al gusto y tape con las hojas de plátano si las usa. Vierta de 2 – 3 tazas de agua para que no se reseque.
Cuando esté cocida la carne, deshebre y deje en su caldillo.
Sirva acompañado de arroz rojo y frijoles refritos así como de su aderezo de cebollas.
Aderezo de cebolla: en un traste ponga la cebolla rebanada, los chiles habaneros, vierta la cebolla, el vinagre, el orégano y sazone al gusto. Sirva acompañando la cochinita.

domingo, 25 de mayo de 2014

Un acompañante muy mexicano

Cuando tenemos visita, o vamos a visitar a algunos amigos o familiares, siempre servimos o nos sirven alguna botana o aderezo o dip o acompañamiento. Aunque, realmente, la palabra botana tiene un significado muy amplio. La botana puede ir desde papas fritas o cacahuates hasta casi un plato fuerte como en las cantinas mexicanas. Hay lugares donde en cada ronda de bebida sirven un plato diferente de comida, llegando a existir lugar donde tienen 18 platos diferentes para servir.
El aderezo o acompañamiento o salsa, consiste en diversos ingredientes que se emplean para mojar un ingrediente más sólido. Estas salsas o aderezos se emplean normalmente para condimentar el pan de pita, las papas fritas o verduras crudas como la zanahoria, el pepino, la jícama y la botana más famosa del mundo, los nachos con su salsa de queso.
Esta salsa es muy mexica porque está elaborada con dos tipos diferentes de chiles y… mejor vean la receta y háganla, pues si me tardo más en escribir esta entrada, me van a dejar sin nada.
Disfrútenla.




Aderezo de chile con queso

2 cucharadas de mantequilla
½ cebolla en rebanadas
3 chiles jalapeños picados
2 dientes de ajo pelados
½ taza de caldo de pollo o de vegetales
2 cucharadas extras de mantequilla
2 cucharadas de harina
1 taza de leche
1 taza de queso manchego
½ taza de crema
½ kilo de jitomate picado y sin semillas
2 chiles poblanos pelados y sin semilla picados
Sal y pimienta al gusto
Cilantro para servir

Fría en la primera cantidad de mantequilla la cebolla, el ajo y el chile jalapeño, cuando esté todo bien acitronado agregue el caldo y deje hervir hasta que se cuezan las verduras.  Deje que se enfríe un poco y licúelo.
En una olla ponga la segunda cantidad de mantequilla y cuando se derrita agregue la harina, moviendo constantemente, deje que se cueza y que tome un color ligeramente dorada, añada la leche poco a poco y moviendo vigorosamente para que no haga grumos, añada lo licuado y sazone con sal y pimienta.

Cuando hierva incorpore el queso y la crema.  Añada el jitomate y los chiles poblanos. Deje que hierva y retire del fuego.  Agregue el cilantro y sirva acompañados de tostadas o galletas.

sábado, 24 de mayo de 2014

Ya se antojaba un pastel.

Tiene algo de tiempo que me he dedicado a hacer comida y casi no he hecho postres o pasteles, pero ahora estoy dispuesta a enmendar el camino, haciendo este fabuloso pastel de chocolate y almendras.
Es muy difícil encontrar personas a las que no les guste mucho el chocolate, aunque yo me he encontrado dos o tres a las que no les gusta el chocolate, pero no lo entiendo, no les gusta y aun así lo llegan a comer en alguna preparación.
También conozco personas a las que los pasteles de chocolate les gusta panes de chocolate con chocolate, rellenos de chocolate y cubiertos de chocolate, podría decirse con Chocoholic.
Este pastelito es delicioso, no por eso somos adictos al chocolate, pero ya hacía falta algo así.

Pastel de chocolate y almendras

175 gr de mantequilla suavizada
175 gr de azúcar
3 huevos
140 gr de harina
25 gr de almendra molida
60 gr de almendra picada
½ cucharadita de polvo para hornear
125 ml de leche
60 gr de cocoa
1 cucharada de vainilla
Cobertura:
150 gr queso crema
1 ½ taza de azúcar glas
1 cucharadita de vainilla
Almendras enteras para decorar

Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine un molde para panqué.
Acreme la mantequilla con el azúcar y agregue los huevos uno a uno.  Cierna harina con polvo para hornear y la cocoa.  Incorpore lo cernido al batido alternando con la leche y la vainilla.  Agregue la almendra molida y la almendra picada.  Hornee por 45 – 50 minutos o hasta que al introducir un palillo este salga seco. Deje enfriar.  Desmolde.  Cubra con la cobertura. Decore con las almendras.

Cobertura: suavice el queso crema en el microondas, bata con el azúcar glas y agregue la vainilla.

viernes, 23 de mayo de 2014

Historia en la cocina XII, el chile.

Los chiles han formado parte de la dieta en América desde el 7500 a.C. Cristóbal Colón fue uno de los primeros europeos en encontrarlos y los llamó pimientos por su sabor, parecido al de la pimienta negra usada en Europa y que era de las razones de sus viajes: encontrar una ruta hacia el Oeste para así llegar a las Indias y a sus codiciadas especias, particularmente la pimienta. Muchas plantas comestibles provenientes de América tardaron décadas en ser aceptadas, pero el chile tuvo una rápida difusión tras su introducción en España por Colón en 1493.
La primera planta fue un regalo de Colón al Monasterio de los Jerónimos de San Pedro de la Ñora y de ahí en el Levante español a los pimientos secados al sol para su conservación se les denomina como Ñora.
El chile se integró tanto en la cocina española como en la del resto de Europa, especialmente la italiana, sobre todo para los embutidos ya que, según crónicas y textos del s XV, antes usaban pimientas y vinagre para conservar los rellenos a los cuales cambiaron para usar el pimiento.
El pimiento se le denomina a la variedad de chile que no pica, solo condimenta y se le llama guindilla cuando son picantes. Chile viene del náhuatl chilli, y también se llama ají del taíno haxi.
Los siguientes doscientos años fue una revolución completa en la gastronomía de la época, en China, en Indonesia, en India, tal fue su aceptación y uso que en lugares de África y de India se cree que las plantas son originarias de esas regiones.


Chiles jalapeños rellenos

20 chiles jalapeños
200 gr queso crema suavizado
200 gr de requesón
200 gr de queso manchego
½ cucharadita de ajo en polvo
300 gr de tocino rebanado
Sal y pimienta

Mezcle el queso crema, el requesón, el queso manchego, el ajo en polvo y sazone con sal y pimienta al gusto.
Parta los chiles jalapeños longitudinalmente en dos y con una cucharita retire las semillas.  Y desfleme si lo desea (receta abajo). Rellene con la mezcla de quesos y enrolle con la mitad de la rebanada de tocino.  Ponga en una charola de horno forrada con papel encerado y hornee a 180°C por 15 minutos o hasta que estén dorados y el tocino se vea tostado.

Como desflemar los chiles para que no estén picosos


Parta los jalapeños longitudinalmente y retire las semillas ponga en una olla con agua para cubrirlos perfectamente, agregue 5 cucharadas de vinagre blanco, 1 cucharada de sal y 5 cucharadas de azúcar.  Deje que hierva por 5 minutos.  Cuele y deje enfriar.  Listos para usarse y ya no pican.

jueves, 22 de mayo de 2014

Y ahora, la cena…

Para hacer que una comida no sea aburrida, que sea diferente, novedosa y nutritiva, las amas de casa siempre andamos en busca de recetas o de tips o de ingredientes nuevos. En fin, de algo que nos haga darle a nuestra familia lo que buscamos y lo que a ellos les guste. Y después de que la comida haya quedado fabulosa, viene la cena. La cual no es tan formal, al menos aquí en casa, pero siempre una quiere hacerles algo diferente, que les llame la atención, y buscando en recetas viejas y nuevas, encontré esta novedosa receta de salchichas medio envueltas como si fueran paletas. Yo creo que es una comida divertida, y que en realidad, no es mucho trabajo.


Salchichas envueltas

1 taza de harina integral
1 ¼ taza de harina
½ cucharadita de sal
2 cucharadas de azúcar
¾ taza de requesón
¼ taza de agua tibia
1 cucharada de aceite
1 huevo
2 cucharaditas de levadura
12 salchichas
12 palitos de paleta
Para servir:
Salsa cátsup
Mostaza
Mayonesa


En el tazón de la batidora ponga el agua, el aceite, el requesón, el azúcar, la sal, el huevo ligeramente batido, las harinas y la levadura.  Amase hasta que se integre todo, si necesita más agua o harina incorpórelo.  Deje reposar por 20 – 30 minutos. Palotee la masa y corte tiras para envolver las salchichas y coloque en una charola engrasada.  Deje reposar 40 minutos. Precaliente el horno a 180°C y hornee por 20 – 25 minutos, hasta que estén ligeramente doradas.  Al salir del horno inserte los palitos de paleta.  Sirva inmediatamente con salsa cátsup, mostaza y mayonesa o al gusto.  Se pueden recalentar en el horno de microondas.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Una comida de mi niñez

La palabra puchero es el nombre de varios tipos de cocidos preparados tradicionalmente en España, Argentina, Colombia, Filipinas, Paraguay, Perú y Uruguay, denominados así por ser este el recipiente donde se cuece esta sopa. En República Dominicana y en Puerto Rico se le conoce bajo el nombre de sancocho.
La preparación es sencilla: se van poniendo en la olla casi llena de agua, empezando por los ingredientes más duros (la carne), junto con los garbanzos que se utilizan en la receta española. Y así, en capas sucesivas las verduras más duras hasta llegar a las blandas. Ya todo cocido, se separan los ingredientes sólidos del caldo y en muchos lugares preparan una sopa de fideos y en otros lo beben como consomé, presentando las carnes y verduras por separado.
Esta preparación se conoce también con el nombre de escudella  y como  la olla podrida.
Con los restos de esta comida, la cena o la comida del día siguiente se puede preparar un platillo conocido como ropa vieja. Esta preparación se conoce desde la época medieval.
Ya casada, cuando íbamos a Villahermosa a visitar a mi abuelo, al día siguiente que llegábamos le decía mi abuelo a la cocinera que comprara todo para comer puchero. Siempre era así. Para mi abuelo, el que comiéramos puchero era una forma de expresar su amor, pues es una comida completa que nos alimentaba bien.
Puchero

1 kilo de carne de res maciza, de preferencia chambarete
1 kilo de costilla de res
½ kilo de papas
½ kilo de zanahorias
½ kilo de chayote
½ kilo de calabacitas
½ cebolla
1 diente de ajo
4 elotes partidos en piezas
Sal al gusto


Ponga en la olla express la carne maciza y la costilla, sazone con sal, agregue la cebolla y el ajo. Cuando esté cocida la carne vaya agregando las verduras, primero las papas y el chayote, el elote y las zanahorias.  Cuando estén cocidas las papas y la carne esté suave, rectifique el sazón y agregue las calabacitas.  Apague. Sirva acompañado con arroz blanco.

martes, 20 de mayo de 2014

Y seguimos en una isla de encanto.

Lo que más se conoce de Cuba son los cubanos de Miami, sus historias, los balseros, el comunismo, del bloqueo estadounidense, de Fidel, de la avanzada escuela de medicina que es la mejor de América Latina.
También conocemos algo de su comida, como el sándwich cubano que es una especie de bocadillo que suele encontrarse en Cuba y en ciertas regiones de Estados Unidos, donde la comunidad cubana es importante como son Tampa y Miami. En otros países como Panamá y Colombia está difundida como comida rápida. Se elabora con pan cubano tostado, queso, jamón y cerdo al horno. El sándwich cubano es uno de los productos más típicos en los menús de las cafeterías y restaurantes en Cuba desde mediados de 1800. Se diseñó para ser una comida completa. En realidad, en Cuba, solo lleva esos ingredientes. Nada de jitomate, cebolla, aguacate, mayonesa, etc.
Pero al llegar a otros lados, cambia su composición. En España, por ejemplo, lleva huevo. En México, la torta cubana es una que lleva de todo, jamón, salchicha, huevo, milanesa, queso de puerco, jitomate, cebolla, aguacate, frijoles, mayonesa y chiles en vinagre. Como pueden ver, se pueden agregar cualquier cosa que se nos antoje.



Sándwich cubano

2 rebanadas de pierna al horno en mojo cubano
2 rebanadas de queso manchego
2 rebanadas de jamón
Mostaza al gusto
1 cucharadita de aceite de oliva
1 pan chapata

Parta el pan longitudinalmente, en una tapa ponga mostaza, acomode el lomo, jamón, queso.  Bañe con el aceite de oliva.  Caliente en una plancha y sirva.

Acompañe con papas y plátanos fritos.

lunes, 19 de mayo de 2014

Del mar a su mesa.

Para comprar pescados y mariscos, solemos ir a un lugar conocido como La Nueva Viga, o El Puerto más grande de México, en los años 60 se ubicaba en la Calzada de la Viga, por eso su nombre, pero desde 1992 se encuentra en la Delegación Iztapalapa.
Es el mercado más grande de América Latina dedicado a la compra – venta de pescados y mariscos, y el segundo mercado internacional después del de Tokio.  En la Nueva Viga se comercializan un promedio de 700 toneladas de productos al día.
Además de vender pescados y mariscos locales, también existe gran cantidad de productos de importación de países como Perú, Tailandia, Nueva Zelanda, China, Argentina, Chile, Estados Unidos, Alaska, Canadá, Noruega, etc.
Desde las 3 de la mañana hasta las 6 de la tarde abre sus puertas a los miles y miles de compradores y visitantes.
Nosotros vamos a la Nueva Viga y nos abastecemos de pescados y mariscos para 2 o 3 meses, pues ir ahí es una locura, hay mucho movimiento, muchísima gente y eso sí, los precios son más baratos y el pescado es muchísimo más fresco que el que podemos conseguir por donde vivimos.
Pero el ir a la Nueva Viga es siempre todo un ritual, alistamos las hieleras, compramos hielo, tinas y bolsas de plástico y por supuesto el armarse de paciencia.
Después de hacer nuestras compras, nos vamos a la parte donde están los restaurantes y comemos unas ricas y deliciosas empanadas de camarón, pulpo, jaiba, o pescado, a nosotros nos gustan más las de camarón.


Empanadas de camarón de la Viga

Pasta para empanadas:
1 kilo de harina
60 gr de azúcar
10 gr de sal
600 ml de agua tibia
1 cucharada de polvo para hornear
Aceite para freir
Relleno:
1 kilo de camarón pacotilla
600 gr de jitomate picado
400 gr de cebolla picada
Sal y pimienta
Para servir:
Salsa cátsup al gusto
Mayonesa al gusto
Salsa picante al gusto
Rebanadas de aguacate al gusto

Ponga en la batidora el agua tibia, el azúcar, la sal, la harina y el polvo para hornear y amasa por 5 – 8 minutos.  Ponga la masa a reposar en un molde engrasado y cubra con un plástico, por al menos 40 minutos.  Divida la masa en 20 bollos y aplane cada uno, untando con aceite la masa y el rodillo. Ponga en cada tortilla 6 – 7 camarones, 2 cucharadas de jitomate picado, 1 cucharada de cebolla picada y sal y pimienta al gusto, cierre haciendo una orilla decorativa y fría en el momento.

Para servir, abra la empanada por la mitad ponga la mayonesa, la cátsup, el aguacate y la salsa picante si la usa.

domingo, 18 de mayo de 2014

Empaca que nos vamos

Nuestro desayuno dominical nos llevará a un corto viaje a la ciudad de Puebla de los Ángeles, situada en el estado del mismo nombre. Infinidad de platillos típicos existen en Puebla como el mole poblano, las semitas, el rompope, las chalupas; aunque Puebla es famosa por la cantidad de dulces que existen como los camotes, jamoncillos de nuez, piñón y pepita, buñuelos, alfajores, polvorones, cocadas, turrones, muéganos, mazapanes, macarrones, trufas, borrachitos, garapiñados, fruta cristalizada y tortitas de Santa Clara.
Claro que hay muchas más cosas para saborear pero eso lo veremos con tiempo y en una visita real no virtual como es esta efímero pero delicioso paseo.
Hoy desayunaremos chalupas.  La chalupa es una pequeña tortilla de maíz, aunque se dice por ahí que no son exclusivas de Puebla pues se elaboran también en Hidalgo y en el Estado de México.
Esta pequeña tortilla se fríe y se le agrega salsa verde o roja, cebolla y carne de res, puerco o pollo.
Se cuenta que este platillo fue un invento de los frailes, a lo mejor en revancha porque las monjas elaboraban el rompope, los chiles en nogada, el mole poblano, y ellos no quisieron quedarse atrás.
El origen del nombre dicen que no es muy claro, se dice que “chalupa” proviene de los pequeños barcos o canoas que los mexicas usaban para navegar los canales y chinampas de la capital de Tenochtitlán en tiempos prehispánicos.  Por otro lado, hay quien dice que ese nombre fue acuñado en 1930 y que se origen en realidad, es vasco, proveniente de la palabra txalupa.
En Venezuela, hay un platillo que se llama igual pero su composición es como una lasagna o a un pastel de carne.
 
Chalupas

24 tortillas de maíz
400 gr de pollo, cerdo o res deshebrado
1 cebolla picada
1 taza de salsa de jitomate
1 taza de salsa de tomate verde
Aceite o manteca la necesaria
Queso rallado opcional


Fría las tortillas en el aceite o la manteca, bañe con la salsa caliente y ponga la carne que utiliza. Esparza la cebolla y sirva caliente. Esparza queso si lo usa.

sábado, 17 de mayo de 2014

Y seguimos con los vecinos.

Revisando las recetas que tengo de comida cubana me encontré con este delicioso mojo cubano que le da un sabor delicioso a la carne de cerdo. Pero si el mojo cubano lo hacemos y lo ponemos a hervir, sirve como aderezo para ensalada aunque también lo podemos usar en el pescado y en el pollo. Lo podemos conservar en el refrigerador hasta que lo vayamos a usar. Es toda una maravilla. La receta dice que es con naranja agria, pero aquí donde vivo no puedo conseguir ese tipo de naranja así que lo tengo que suplir con naranja y limón o vinagre. Esta vez use limón.
Lo serví en una reunión que tuve hace poco. Cuando lo estaba rebanando, mi hijo menor se hizo dos enormes sándwiches de esta carne, que se veían buenísimos. Es una receta muy fácil y muy rica que hacer. Disfrútenla.

Cerdo al horno en mojo cubano

4 kilos pierna de cerdo
Mojo cubano:
1 cabeza de ajo pelado
1 cucharada de orégano seco
4 hojas de laurel
1 cucharada de comino molido
1 cucharadita de pimienta
¼ taza de aceite
1 litro de jugo de naranja, si es de naranja agria mejor
2 limones, su jugo
Sal gruesa la necesaria
Cilantro para servir

Lave la carne y esparza sal de grano, deje reposar mientras prepara el mojo cubano.
En un molcajete o mortero ponga sal de grano y los ajos, ponga el laurel, orégano, comino y pimienta y vaya agregando aceite y jugo de naranja.  Ya que parezca una pasta, embarre la pierna y deje macerar por 2 horas aproximadamente.  Al cabo del tiempo de reposo, vierta el resto del jugo de naranja y limón en el molde donde está la carne.  Tape con aluminio y hornee a 170°C por 40 minutos por kilo de peso.

Verifique que esté cocida, deje reposar unos minutos, rebane y sirva adornado de cilantro y acompañado de arroz blanco y frijoles.

viernes, 16 de mayo de 2014

La unión de dos pueblos

Cuando era pequeña mi mamá nos daba un guiso que se llama “Moros con cristianos” que no es más que el arroz guisado con caldo y granos de frijol. Nos gustaba mucho, pues es un alimento completo, dado que contiene leguminosas y cereales, que entre los dos, hacen una muy buena proteína, casi como si fuera carne. Se dice que el frijol representaba a los moros y el arroz a los españoles, pues como bien saben, los españoles estuvieron cerca de ocho siglos bajo dominio de los árabes.
Ya casada, me encontré que una amiguita hacía algo parecido, pero no lo llamaba moros con cristianos, sino que lo llamaba congrí. Varias veces nos invitó a mi esposo y a mí y nos ofreció este guiso delicioso. El congrí es el mismo Moros con cristianos pero se le agrega carne y verduras.
Nos decía que este guiso lo usaban en la mesa de los que tenían mejores posibilidades económicas en la isla de Cuba, la gente del pueblo solo comían el arroz con el frijol.
Este es un guiso más de nuestros vecinos los cubanos. Disfrútenlo.


Congri

2 tazas de arroz de grano largo
2 tazas de frijoles negros cocidos
2 tazas de caldo de frijol negro
½ cebolla
2 dientes de ajo picados
2 pimientos morrones verdes en juliana
8 salchichas rebanadas
½ kilo de costillitas de puerco cocidas
½ kilo de maciza de puerco cocida
1 taza de granos de elote
1 pizca de orégano molido
2 hojas de laurel
1 cucharada de sal
Aceite el necesario

En el aceite fría el ajo, la cebolla, el laurel y el orégano. Agregue el arroz y la carne.  Cuando el arroz esté marrón y la carne dorada, incorpore las salchichas.  Añada el caldo y los granos de frijol.  Agregue los granos de elote.  Sazone.  Deje hervir y disminuya el fuego.  Acomode el pimiento verde de forma decorativa.  Verifique que esté cocido.  Apague y deje reposar unos minutos. Sirva caliente.

jueves, 15 de mayo de 2014

¿Que comen nuestros vecinos?

La comida cubana es una fusión de las costumbres tainas, la cocina española, la cocina africana y la caribeña.  Las recetas cubanas comparten la sabiduría taina de la combinación de las especias adicionada con las técnicas españolas y la africana, sumando, además, la influencia caribeña en especias y sabores.
Los esclavos africanos, quienes cultivaban la mayoría de las plantaciones de la caña de azúcar, aportaron sus guisos, aunque en la ciudad, los esclavos africanos eran una minoría.
En las plantaciones de tabaco trabajaban principalmente los campesinos españoles pobres, sobre todo de las Islas Canarias.  La parte oriental de la isla también recibió cantidades masivas de inmigrantes franceses, haitianos y del Caribe, principalmente durante la Revolución haitiana. 
Y todas estas mezclas dieron por resultado la comida cubana tradicional.
Este plato es un picadillo con influencia española y los plátanos que hay en abundancia en esa zona. 
Hagan esta receta, les va a gustar.


Rollos de plátano con picadillo

3 plátanos machos maduros
350 gr de carne molida de res
¼ de cebolla picada
¼ taza de pasitas
¼ taza de aceitunas picadas
3 tiras de tocino picado
¼ taza de almendras rebanadas
2 cucharadas de alcaparras
Aceite el necesario
Sal y pimienta

En una cucharada de aceite fría la cebolla y el tocino, cuando acitrone agregue la carne y fría hasta que esté dorada.  Sazone con sal y pimienta.  Agregue las pasitas, las aceitunas, las almendras y las alcaparras.  Añada 1 taza de agua y deje cocer y secar.  Rectifique la sazón.  Reserve.
Pele y rebane los plátanos de manera longitudinal, sacando tres o cuatro rebanadas largas de cada uno.  Fría los plátanos en aceite.
Cuando los plátanos estén fríos, rellene con el picadillo y enrolle, asegure con un palillo.  Hornee para calentar y sirva.

Acompañe con arroz blanco y aguacate.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Historia de la comida XI, el pretzel

El pretzel es un tipo de galleta o bollo horneado y retorcido en forma de lazo. Su origen se encuentra en Alemania y es popular en Alsacia, América del Norte y Australia.
Su nombre proviene de la palabra alemana Brezel o Breze, derivada del latín bracellus (brazo pequeño).  Este nombre se debe a que su forma recuerda a dos brazos entrelazados.
En Alemania, especialmente en Baviera, que es su lugar de nacimiento, el pretzel es muy diferente al de Estados Unidos.  Forma parte de la comida típica del país y es un tipo de pan salado.
Básicamente existen dos categorías: los pretzels de galleta y los pretzels de pan blando.  El blando se puede preparar con una gran variedad de sabores que van de dulce a salado incluyendo almendras y ajo. Su origen parece estar relacionado con las festividades celtas que se relizaban al inicio de la primavera, cuando el sol transita por la constelación de Aries, por lo que su forma característica representaría los cuernos de este animal zodiacal.

Los romanos los llamaron panis tordus.  Hacia el 610, los monjes benedictinos de Borgoña y Renania los adoptaron para entregarlos como premio a los niños que realizaban sus tareas escolares.  Ellos explicaban que los “brezel” representaban los brazos de un niño realizando sus plegarias y los llamaron brachiola o pretiola. “Pretiola” significa “pequeña recompensa”.
Hortus Deliciarum

Su representación más antigua aparece en el Hortus Deliciarum, realizado en 1190.  En una de las miniaturas del códice aparece la escena de un banquete en el que participaban la reina Ester y su esposo el persa Asuero/Jerjes.  Sobre la mesa se observa un brezel a la derecha del rey.

En la tradición católica del sur de Alemania se utilizaban los “palmbrezel” para adornar las palmas que se llevaban a bendecir a la iglesia el Domingo de Ramos.

Otra historia cuenta que los pretzel tuvieron un importante papel en preservar la soberanía de Viena cuando fue atacada por los turcos.  Los panaderos estaban horneando estos panes y oyeron el ruido de palas, pues los turcos pretendían un ataque sorpresa al cavar túneles bajo las murallas, y dieron aviso al ejército.  Por este hecho heróico el rey recompensó a los panaderos con su propio escudo de armas, el cual está formado por la imagen de un pretzel.  Hasta la fecha, muchos panaderos despliegan su escudo de armas en su negocio.

Otra leyenda dice que nació en 1477.  Cuando un panadero había sido encarcelado pues le había dado al rey un pan mal cocinado.  Sin embargo la esposa del panadero le suplicó al rey que no lo matase y le dio una última oportunidad. Tenía tres días para inventar un pan a través de la cual el sol brilla en tres ocasiones. 
Mientras pensaba el panadero, su mujer oraba, y al voltear a verla tuvo la idea de cruzar los dos extremos de una cinta de masa para reproducir la figura que adoptó su mujer al orar.  Formando así los tres agujeros a través del cual el sol podría brillar tres veces como lo había requerido el rey.
Pero al tratar de hornear se tropieza con un gato y cae en un caldero con agua hirviendo el bicarbonato y los panes, como no tenía tiempo para hacer más, los sacó del agua y así los horneó, dando origen a la forma de cocinar los pretzel.
Como dato curioso vemos que en la serie animada Los Simpsons, Marge Simpson vende pretzels.
También en la versión francesa del videojuego Final Fantasy VIII, la cantina “Balamb Universidad Garden” es famosa por sus pretzels.





Suaves pretzels con mantequilla

1 ¼ taza de agua tibia
½ taza de azúcar
1 ½ cucharaditas de sal
1 cucharada de aceite
5 tazas de harina
4 cucharaditas de levadura seca
Baño:
4 tazas de agua caliente
½ taza de bicarbonato
Cobertura:
Sal de grano
Mantequilla derretida

Precaliente el horno a 220°C y engrase ligeramente dos charolas de horno.
En el tazón de la batidora ponga el agua tibia, el azúcar, la sal, el aceite, el harina y al final la levadura. Si está muy seca la mezcla puede poner más cucharadas de agua. Mezcle por 8 minutos.  Ponga en un tazón engrasado y deje levar por lo menos una hora.
Cuando haya doblado su volumen amase ligeramente y corte trozos de 80 gramos.  Tome la masa y haga tiras de 35 – 40 cm y tuerza dos o tres veces y doble hacia la rueda, dándole la forma de pretzel.
Mezcle el agua caliente con el bicarbonato y remoje los pretzel cuando mucho 30 segundos y acomode en las charolas.  Esparza granos de sal sobre ellos y hornee por 8 – 9 minutos  o hasta que estén dorados. 
Cuando salgan del horno y aún calientes barnice con la mantequilla derretida.

En lugar de sal de grano le puede espolvorear ajonjolí o alguna otra semilla al gusto.

martes, 13 de mayo de 2014

Compartiendo el guiso

El cazón es una especie de tiburón que es muy utilizado en la cocina española y latinoamericana. En las provincias de Cádiz, Sevilla, Málaga y Huelva lo cocinan en adobo. En Canarias, se guisa y se conoce bajo el nombre de “tollos”.
En Argentina secan el cazón hasta que adquiera el aspecto del bacalao desecado, con el cual preparan los guisos de la semana santa.
En Venezuela el cazón es también utilizado en un gran número de platos de comida, aunque el más típico son las empanadas de cazón o las arepas, de cazón cocido y guisado. Se consume mayormente en la Isla de Margarita, en el oriente de Venezuela, donde preparan un pastel llamado torta de cazón al que se le añade tajadas de plátano frito.
Otra especie de tiburón a la que se le llama erróneamente cazón es abundante en el Golfo de México, particularmente en la Bahía de Campeche.
Y una de las comidas típicas de Campeche, estado del Sudeste Mexicano, es el Pan de Cazón, que son capas sucesivas de tortillas untadas con frijol refrito, rellenas de cazón guisado y cubierto con una salsa jitomate.

Pan de cazón

12 tortillas
1 taza de frijoles negros fritos
3 tazas de salsa de tomate espesa
½ cebolla morada en rebanadas para decorar
Crema para decorar
Cazón:
500 gr de filetes de cazón
2 ramas de epazote
1 cebolla blanca
Sal al gusto
500 gr de jitomate
2 dientes de ajo
Aceite el necesario

Ponga a cocer el  cazón en ½ litro de agua con un cuarto de la cebolla blanca, un diente de ajo y una rama de epazote.  Cuando ya esté cocido y frío desmenuce y retire las espinas si las hay.
Muela el jitomate con ¼ de la cebolla blanca, un diente de ajo y el caldo del cazón.
Pique el resto de la cebolla y ponga en una olla con dos cucharadas de aceite, cuando esté sofrita añada el cazón desmenuzado.  Agregue el jitomate molido, sazone y deje que se seque.
En un sartén fría las tortillas a que queden duritas.

Para servir, ponga en una tortilla frita una cucharada de frijoles, y 2 – 3 cucharadas de cazón encima y acomode en el plato que va a servir, ponga frijoles y cazón en otra tortilla y acomode sobre la tortilla anterior, encima ponga una tortilla sola y bañe con la salsa espesa de tomate.  Decore con la cebolla morada y una cucharada de crema

lunes, 12 de mayo de 2014

Historia en la cocina X, el confitado.

En la antigüedad, para conservar durante más tiempo la comida se usaron distintas técnicas en los distintos tipos de alimentos. Así es como la carne se salaba o se secaba al sol. Las verduras se deshidrataban o se conservaban en salmuera. Para la fruta, se utilizaba azúcar o miel, que ya era conocida en culturas tan antiguas como en China o en Mesopotamia. Los romanos preservaban el pescado sumergiendo en miel. Los árabes, en cambio, son considerados como los precursores del confitado, y estos, con su conquista del sur de Europa, llevaron la comida confitada hacia occidente.
Los primeros documentos que reseñan el uso de frutas confitadas en Europa se remontan al Siglo XVI, época donde las frutas confitadas tenían un tratamiento similar al de las especias. En España era muy popular el diacitrón (el cual apareció en varios obras literarias del S. XVI). En Italia, la furta confitada se convirtió en el ingrediente clave de algunos de los más famosos dulces de su tradición culinario, entre los que destacan el Panettone Milanés y la Cassata Siciliana.
Jengibre confitado

100 gr jengibre ya pelado
Almíbar:
200 ml agua
400 gr azúcar
Para cubrir:
Azúcar

Rebane delgado el jengibre, coloque en una olla y cubra con agua. Ponga a hervir por al menos una hora o hasta que está suave, cuidando que no se quede sin agua. Cuando esté suave, cuele el jengibre y reserve.
En una olla ponga el agua y el azúcar del almíbar y ponga a fuego lento, moviendo hasta que se disuelva.  Cuando empiece a hervir agregue el jengibre reservado, cubrimos y dejamos hervir a fuego lento por 50 minutos.  Destape y deje hervir por otros 50 minutos, o hasta que se haya absorbido el almíbar.

Vierta el jengibre sobre papel encerado o papel vegetal, y separe.  Deje que enfríe y cúbralo con el azúcar.  Guarde en traste hermético.

domingo, 11 de mayo de 2014

Son nuestras raíces

Siguen aflorando mis raíces mayas ya que forman una parte importante de mí. Es mi herencia, de la cual estoy orgullosa, y yo se la enseño con gusto a mi familia. El platillo tradicional yucateco que haré hoy son los papadzules.
Los papadzules son un platillo tradicional de la Península de Yucatán. Su nombre en maya signigica “el alimento del amo” (del mala papa, que significa alimento y dzul, amo o noble no perteneciente a la clase popular). Los papadzules son un platillo mestizo con una clara influencia indígena. Es un guiso que se come en los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Son poco conocidos en el resto de la república, con la excepción de un pequeño pueblo situado al norte del estado de Hidalgo.
Cuando mis hijos eran pequeños les hacía papadzules cuando mi esposo no iba a comer a la casa puesto que no le gusta el huevo duro, entonces cuando veían que eran papadzules, me decían: "¿no va a venir papá a comer?" 


Papadzules

12 tortillas
8 huevos duros
350 gr de pepita de calabaza
1 manojo de epazote
300 gr jitomate
½ cebolla
1 diente de ajo
1 chile habanero o al gusto
1 cebolla morada rebanada para decorar


Lave el epazote y ponga a hervir con 2 tazas de agua.  Tueste ligeramente la pepita.  Pase por agua caliente los tomates para pelarlos. Muela los tomates con la cebolla, el ajo y el chile habanero si lo usa.  Hierva la salsa de tomate y sazónela.  Muela la pepita con el agua donde hirvió el epazote.  Pele los huevos y macháquelos.  Sazone. Pase las tortillas ligeramente por aceite.  Pase las tortillas por la salsa de pepita, rellene con el huevo y enrolle.  Acomode en el plato de servir y haga 3 ó 4 por ración.  Bañe con la salsa de pepita.  Ponga 1 – 2 cucharadas de salsa de tomate encima de la salsa de pepita.  Adorne con la cebolla morada.

sábado, 10 de mayo de 2014

Sencillito y delicioso

Creo que los pasteles son la debilidad de muchos. Existen en cada país infinidad de pasteles que son realmente, unas obras de arte. Otros pasteles son exponentes de alguna ciudad como el pastel Boston o el Selva Negra. Hay otros que representan algún hotel o restaurante como el Sacher, o algunos que representan una actividad como el pastel Opera, en honor a la Opera de Paris.
Hay pasteles que se hacen en honor a una persona, como el Pavlova, en honor a Anna Pavlova, una famosa bailarina rusa de principios del Siglo XX. O bien, como el pastel alemán, Principe Regente, que es un pastel de siete capas que representa cada una de las regencia que tenía el regente.
Sin embargo hay otros pasteles que son sencillos, nada ostentosos, que aunque no tienen abolengo ni apellido de alcurnia son igual de ricos y deliciosos, es el caso de este sencillo pastel de vainilla con merengue de coco.
Disfrútenlo.




Pastel de vainilla con merengue de coco

110 gr de mantequilla suavizada
100 gr de azúcar
3 yemas de huevo
125 gr harina
1 ½ cucharadita de polvo de hornear
¼ cucharadita de sal
80 ml de leche
1 cucharadita de vainilla
Merengue de coco:
3 claras
100 gr de azúcar
110 gr de coco deshidratado

Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine un molde de 23 cm.
Bata la mantequilla con el azúcar y las yemas de huevo hasta que esté esponjoso.  Cierna harina, polvo para hornear y sal y agréguelo al batido en dos partes, alternando con la leche, añada la vainilla. Vierta en el molde preparado.
Merengue de coco: bata las claras de huevo hasta que forme picos, agregue el azúcar y bata hasta que esté a punto de turrón.  Incorpore el coco con movimientos envolventes y vierta a cucharadas sobre el batido, procurando que quede parejo.

Hornee por 30 – 35 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro este salga seco.

viernes, 9 de mayo de 2014

Una comida en un solo plato

La cocina casera tabasqueña tiene mucha influencia yucateca y chiapaneca, aunque la influencia dominante es la yucateca ya que mi abuela materna era yucateca y hacía muchos guisos típicos que mi mamá le aprendió en su niñez y juventud.
La cocina de la península yucateca está plagada de influencia europea, tanto francesa como española, pero con el paso del tiempo, los guisos se van enraizando en las nuevas tierras y van teniendo adiciones o cambios, un ejemplo muy claro es la fabada que hacía mi mamá.
Esta fabada es bastante distinta a la fabada asturiana (la original), pero no me importa a mí eso, dado que la que hacía mi mamá era deliciosa, y mis hijos, la segunda generación de esta fabada, la aman.


Fabada tabasqueña de la abuela Chela

½ kilo de alubias blancas pequeñitas
½ kilo de costillitas de puerco
½ kilo de maciza de puerco
¼ kilo de chorizo
300 gr de papa cortada en cubitos
¼ pieza de col blanca rebanada delgada
2 cucharadas de paprika ahumada
Sal al gusto

Limpie, lave y ponga a remojar las alubias en la mañana temprano. Fría el chorizo con la carne de puerco, sazone y agregue agua suficiente para cocerla. Cueza las alubias. Cuando las alubias estén cocidas y la carne también una las dos preparaciones.  Sazone. Añada las papas y la col, así como la paprika, deje hervir suavemente hasta que estén cocidas las papas.

Sirva caliente con arroz blanco

jueves, 8 de mayo de 2014

Una de tantas

Hoy hice una botanita de calabacitas y, cuando quise escribir esta publicación, me encontré un mar de información a lo que nosotros llamamos calabaza. Una infinidad de nombres variando por país y por idioma, pero también por sus muchas formas. Hablar de todas va a ser un tanto imposible, por eso solo diremos unas cuantas, como el calabacín, en España, zapallito así le dicen en Sudamérica, calabacitas en México y Cucurbita máxima, los biólogos, agricultores, científicos, etc.
La calabacita que comemos se cosechó antes de que alcanzara su madurez y su cáscara es blanda y comestible. Se consume cocido entero, incluyendo la cáscara y la semilla. También se consume frito, horneado, como recipiente con variedad de rellenos.
Si el fruto está maduro, entonces se llama calabaza y la cáscara la mayoría de las veces no se come.


Botana de calabacitas

4 – 5 calabacitas
½ taza de harina
½ taza de leche fría
1 cucharadita de vinagre
100 gr queso parmesano rallado
1 taza de pan molido
Hierbas finas al gusto
Sal y pimienta al gusto

Precaliente el horno a 200°C y forre una charola de horno con papel encerado ligeramente engrasado.
En un tazón ponga harina, vinagre, leche, hierbas finas, sal y pimienta y bata hasta que no quede ningún grumo.
En otro tazón ponga el pan molido, el queso parmesano rallado, hierbas finas y sal y pimienta al gusto. Mezcle.
Rebane las calabacitas de 1 cm de grueso y pase por el batido, empanice y acomode en la charola preparada.  Haga así con todas las rebanadas de calabacita.

Hornee por 15 minutos por lado, deberán quedar doraditas y crujientes.  Sirva caliente o tibio.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Una pastilla de vitaminas con una presentación fabulosa

La guayaba es un árbol nativo del Caribe, América Central, América del Norte y el norte de América del Sur. Tiene una corteza delgada y delicada, color verde pálido a amarillo en la etapa madura en algunas especies y rosa a rojo en otras. La pulpa es blanca y cremosa con muchas semillas duras y un fuerte aroma.
La guayaba es rica en vitaminas A y B, y por su acidez beneficia bajar los niveles de colesterol “malo”. Hervida, la guayaba se usa extensamente para hacer dulces, jaleas, mermeladas y jugos.
Es una de las frutas con mayores niveles de vitamina A por gramo, pues contiene unas 6 a 7 veces más que la naranja, lo que la convierte en un antigripal natural.
Colombia es uno de los mayores productores de guayaba del mundo, sin embargo no la exporta debido a la gran demanda interna de esta fruta.
 
Cascos de guayaba

1 kilo de guayaba casi maduras
1 taza de miel de inulina o de agave
2 taza de agua
1 raja de canela


Pele las guayabas. Parta a la mitad y retire todas las semillas con una cucharita.  Ponga en una olla el agua con las mitades de guayaba y la raja de canela y deje hervir hasta que se evapore la mitad del agua y las guayabas se ablanden.  Vierta la miel y deje hervir por 20 -25 minutos.  Sirva frías.

martes, 6 de mayo de 2014

Floreció en el momento adecuado

Se dice que los migrantes alemanes trajeron a Estados Unidos la hamburguesa los cuales le dieron la carta de nacionalización, pero como todo, existe otra leyenda que dice que los colonos americanos son los que la inventaron. Lo único que tenemos por seguro es que existe a partir del siglo XIX pues un ingeniero alemán Karl Drais inventó una máquina para picar carne y así la carne molida estuvo disponible en el mercado en grandes cantidades y a precios más razonables. Otro desarrollo que facilitó la invención pero sobre todo la popularización de la hamburguesa es que se dedicó más terreno a la ganadería. Y así, Estado Unidos pasó a ser uno de los mayores productores y consumidores de carne vacuna del mundo.
Otro avance que ayudó a la popularidad de la hamburguesa fue el tren que trasladaba grandes cantidades de carne del oeste al este, y también con la invención de los vagones refrigerados evitaban la pérdida.
La hamburguesa es el fruto de la modernidad. Llego a nosotros y nosotros la disfrutamos.  En esta ocasión me pidieron mis hijos que les hiciera hamburguesas “Hércules” para comer. Cuando eran pequeños les hacía las hamburguesas “Hércules”, que era la carne de la hamburguesa pero llena de verduras molidas o ralladas, y les decía que Hércules era fuerte porque comía muchas verduras y también carne.  Estas hamburguesas son tan ricas como fuerte era el semidiós griego.
 
Hamburguesas Hércules

½ kilo de carne de res molida
3 zanahorias en trozos
2 calabacitas en trozos
2 papas en trozos
1 chayote en trozos
200 gr de ejotes picados
2 huevos
150 gr de avena molida
Sal y pimienta al gusto
Aceite el necesario
8 bollos de hamburguesas
8 rebanadas de queso al gusto
2 jitomates rebanados
2 cebollas rebanadas
1 aguacate rebanado
300 gr de champiñones guisados
Lechuga al gusto
Mayonesa, cátsup y mostaza al gusto

Ponga todas las verduras en el tazón del procesador y hágalas puré.  Revuelva con la carne, agregue los huevos, la avena molida y sazone con sal y pimienta.  Forme las hamburguesas y ponga en el sartén para freírlas.  Antes de sacarlas del sartén ponga el queso para que se derrita.
Ponga mayonesa y mostaza al gusto a los bollos. Sirva la carne sobre una de las rebanadas del bollo y ponga los champiñones guisados, el jitomate, la cebolla, la lechuga y la salsa cátsup.

Sirva con papas al horno o fritas.