miércoles, 30 de abril de 2014

Un lugar tropical

Tabasco, mi tierra natal, es un estado que se encuentra en el trópico de capricornio. Siempre hace mucho calor, alcanzando temperaturas de 40° a 45°C (o 104° a 113°F), mientras que las temperaturas más bajas son de 20°C (68°F). Su tierra es prodigiosa, casi cualquier semilla que se le caiga a uno en la tierra brota una plantita. Frutas y verduras a veces son distintas a las que se consiguen en el centro del país y muchas otras que no se conocen en el centro del país.
En cualquier época del año hay plátanos en Tabasco, a los cuales los hemos descubierto miles de formas de hacerlos. Desde plátanos con crema hasta lasagnas con plátano.
Estos platanitos rellenos los hacía mi mamá cuando éramos chicos y nos gustaban mucho. Espero que los puedan hacer y que les gusten tanto como a mí. El relleno puede ser de lo que uno quiera, quesos, mariscos, frijoles, pollo guisado, puerco guisado o lo que la imaginación nos diga.
 

Platanitos rellenos

6 plátanos machos no tan maduras
3 cucharadas de harina
1 cucharada de azúcar (opcional)
Aceite para freir
Relleno 1:
Queso feta
Relleno 2:
300 gr de filete de pescado cocido y desmenuzado
100 gr de camarones pacotilla
100 gr de carne de jaiba
½ cebolla
1 taza de caldillo de jitomate
Sal y pimienta

Relleno 1:
Desmenuce el queso feta.
Relleno 2:
En un sartén con una cucharadita de aceite ponga la cebolla y deje que se acitrone.  Agregue el pescado desmenuzado, el camarón picado y la carne de jaiba.  Deje que se cocine unos minutos y agregue el caldillo de jitomate.  Sazone con sal y pimienta.  Deje que se seque el caldillo.
Platanitos:
En una olla con agua ponga a cocer los plátanos machos sin pelar.  Deje hervir por 30 minutos.  Saque del fuego y pele los plátanos, con cuidado pues estarán calientes.  Así calientes machaque con el pisapurés, si lo hace en frío cuesta un poco más de trabajo.
Deje que se enfríe y añada el harina y la azúcar si es que la usa.
Con las manos aceitadas tome bolitas de la masa y aplane en un plástico, ponga el relleno, queso o pescado o el relleno que guste pero deberá ser seco, sin nada de líquido pues a la hora de freir nos salpicaría, y forme otra vez la bolita, siempre con las manos aceitadas.
Ponga el aceite al fuego y cuando esté bien caliente vaya poniendo los platanitos en tandas, dejando dorar al gusto.

Sirva arroz o ensalada.

martes, 29 de abril de 2014

Una rica comida de pobres.

Cuando se combina la lenteja con el arroz se obtiene una proteína de alto valor nutricional, equiparable a los que aportan los alimentos de origen animal.  Es rico en las vitaminas B1, Be y B6, abunda en zinc y selenio pero sobre todo en hierro.
Es un grano que tolera la sequía y prospera en un gran número de ambientes. Un tercio de la producción mundial de lentejas proviene de la India, donde se consume en el mercado interno. Los países que consumen una mayor cantidad de lentejas se encuentran en Asia, el norte de África, Europa Occidental y parte de Latinoamérica. El mayor exportador de lentejas es Canadá, mientras que los principales importadores son Argelia y Egipto seguidos por Bangladesh, Sri Lanka, India y Pakistán. En Europa se destaca España, Francia, Italia y Alemania y en América la Comunidad Andina y Brasil.
Los investigadores consideran a la lenteja como una de las legumbres más antiguas que se conocen. Los primeros indicios de su cultivo datan de unos 7000 a 9000 años de antigüedad. Se cree que su cultivo comenzó en lo que es hoy Israel. 
La civilización egipcia se destacó por su cultivo intensivo y por ser los primeros exportadores de lentejas de la Antigüedad. Era la comida destinada a la realeza, tal como puede verse en una pintura al fresco de la época de Ramses III (1200 a.C), donde se ve a un sirviente cocinando con esta legumbre. Aunque también fue la comida de los obreros que construyeron la gran pirámide de Keops. Cuentan los historiadores que se les daba grandes cantidades de lentejas junto con cebolla y cerveza. Cuenta Herodoto que en dicha pirámide podían encontrarse una inscripción en la que se detallaban las cantidades de alimentos consumidos por dichos obreros.
En cambio, los griegos y los romanos la consideraban un alimento destinado únicamente a los pobres, o para los que querían dar muestras de pobreza y humildad como algunos filósofos o religiosos.
Tal vez parte de la mala fama que alcanzó fue el relato bíblico que se encuentra en el Génesis 25:34, donde se cuenta el trueque de un plato de lentejas que hizo Jacob para quedarse con la primogenitura de Esau, su hermano mayor.
Según Apiano, natural de Alejandría y un alto funcionario de Egipto, las lentejas era el plato principal de las cenas funerarias pues tenían la curiosa condición de que: “Al comer lentejas de Egipto, el hombre se vuelve alegre y divertido.” Esta virtud de alegrar a los deprimidos y llorosos hizo que los romanos la sirvieran durante las cenas de duelo familiar.
Durante la Edad Media, volvieron a ser populares pues se trató de una época de hambre y escasez. En el Siglo XVII se rechazó el consumo en la dieta humana y se proclamó que solo era buena para los caballos. Durante la Revolución Francesa regresó a la mesa de los hogares, y ya nunca más se perdió.
Un último dato: En el siglo XIV comenzó la fabricación de unos pequeños discos de vidrio que podían montarse sobre un marco.  Estos pequeños discos tenían forma de lenteja, y se les llamó “lentejas de vidrio” y de aquí proviene la palabra “lente”.

 

Lentejas de la abuela

½ kilo de lentejas
3 chuletas ahumadas
6 salchichas
100 gr de tocino
150 gr de chorizo
100 gr de jamón
3 tazas de caldillo de tomate o jitomate
3 plátanos machos
Acompañamiento:
3 tazas de arroz blanco cocido
6 huevos cocidos

Limpie y ponga a cocer las lentejas. Mientras pique el tocino y el chorizo y ponga en una olla para que se vaya friendo, agregue la chuleta ahumada picada y deshuesada, las salchichas picadas y el jamón picado.  Cuando ya se haya frito añada el caldillo de tomate o jitomate.  Cuando se hayan cocido las lentejas agregue el sofrito de carnes frías y los plátanos pelados y rebanados.  Deje hervir y sazone con sal. 

Sirva acompañado con arroz blanco y un huevo cocido.

lunes, 28 de abril de 2014

¿Sera cierto…?

La impresión que causa un alimento u otras sustancias, es el sabor, el cual es, simplemente, distintas sensaciones químicas detectadas por la lengua (el gusto), así como por los olores (el olfato). El 80% de lo que se detecta como sabor proviene de la sensación del olor.
Tradicionalmente, conocemos los sabores: amargo, ácido, dulce y salado.
En 2005 científicos de la Universidad de Borgoña, en Francia, descubrieron unas células receptoras en la lengua que poseen un receptor encargado de transmitir el sabor graso.
Podríamos decir que nuestras papilas gustativas se “enamoran” del sabor de lo frito o graso y que nos vuelven “adictos”, haciendo que saboreemos la comida.
Una característica del sabor es el llamado “retrogusto”, que aparece cuando ya no está presente la sustancia química pero que queda la sensación persistente del sabor.
Con estas frituras de manzana y plátano paso algo parecido. Después de que nos la comemos sentimos todavía su sabor delicioso. Inténtelas y verán que es cierto.





Frituras de manzana y plátano
1 ¼ taza de harina
1 taza de vino blanco
2 cucharadas de azúcar 
½ cucharadita de ralladura de limón
Una pizca de canela
1 clara de huevo grande o 2 chicas
3 manzanas grandes
2 plátanos grandes
Aceite para freir
Azúcar con canela para espolvorear

En un tazón mezcle el harina, el vino, el azúcar, la ralladura y la canela hasta que se integren bien.  Refrigere la mezcla de preferencia toda la noche.  Antes de utilizar la mezcla bata la clara de huevo a punto de turrón y agréguela.  Pele y rebane las manzanas, pele y rebane los plátanos y sumérjalos en la mezcla.  Fría hasta que estén bien dorados.

Sirva espolvoreados con azúcar con canela.

domingo, 27 de abril de 2014

Las aventuras en Jiquilpan.

En esta semana de pascua que acaba de pasar, mi familia y yo nos fuimos a pasar unos días en Jiquilpan, en el estado de Michoacán, para relajarnos y alejarnos de la atareada ciudad.
Ahí, el tiempo se estiró de una manera increíble. Nos dio tiempo de muchas cosas. Sentimos como si el mundo estuviera en cámara lenta. A nosotros se nos hacía raro de que el día nos rindiera para hacer tantas cosas, pero la gente de allá, están acostumbradas a tal ritmo. Nos dio tiempo de caminar todo el acomodarnos en el hotel, visitar un museo y recorrer el centro del pueblo en menos de dos horas. El museo que visitamos era la casa-hecha-museo del escultor mexicano Feliciano Béjar, el cual fue oriundo de Jiquilpan, y entre sus obras más destacadas son los magiscopios, esculturas de vidrio, metales y plásticos. Dato interesante, es que nos relataron que Feliciano, nunca aprendió el trabajo de la herrería ni del vidrio, y aun así logro hacer estas bellas formas de arte.

Magiscopios












Después, pasamos a la iglesia del pueblo, un hermoso edificio con murales bellísimos. No estuvimos tanto tiempo en la iglesia como en el museo, puesto que no quisimos molestar a los feligreses con nuestra incesante toma de fotos. Paseamos alrededor del centro del pueblo, donde vendían unas cuantas artesanías con motivos de las peregrinaciones que se estaban realizando a lo largo de todo el estado de Michoacán. Tras eso, tuvimos una larga y exquisita reunión con amigos nuestros donde nos dieron a probar el caldo miche, uno de los platillos típicos del estado.
La Iglesia de Jiquilpan

Al día siguiente, tuvimos otro día lleno de actividades, desde ver un partido de fútbol (al cual rompimos las leyes del tiempo y el espacio, puesto que el partido empezaba a las 10:30 y salimos apenas del hotel a las 10:25. Todavía nos dio tiempo de acomodarnos en las gradas, ponernos bloqueador solar y charlar un poco antes de que empezara el partido), irnos al rancho de un amigo donde comimos birria de ternera (que acababan de matar) y tuvimos una amena charla mientras disfrutábamos la deliciosa comida. Tras eso, para finalizar el día, mis hijos y mi esposo se fueron a tomar un café en compañía de nuestros amigos.
Ese día, desayunamos un delicioso desayuno típico de Michoacán, el desayuno tarasco. Lo acompañamos de unos uchepos, que son unos tamalitos de maíz tierno. Como nos encantó tanto el desayuno tarasco, los he hecho en mi casa durante varios días. Les dejo aquí la receta, recomendándoles que lo hagan, ya que los elevará hasta el extasís.
¡Provecho!



Desayuno tarasco

1 taza de frijoles bayos cocidos
2 tortillas
2 huevos
2 cucharadas de crema
2 cucharadas de queso rallado
Aceite el necesario


Muela los frijoles y vierta en un sartén.  Ponga aceite en una sartén y fría las tortillas rápidamente a que queden suaves.  Remoje las tortillas en los frijoles molidos y doble en dos al poner en el plato.  Cubra con crema y queso.  Fría los huevos y ponga encima de las enfrijoladas.


sábado, 26 de abril de 2014

La leche de los incrédulos

Cuando le dije a unos de mis hijos que iba a hacer leche frita, se volteó, e incrédulo me dijo: “La leche es líquida, no se puede freír. Pero bueno, la probaré en cuanto termines.”
Es bueno que mis hijos y mi esposo siempre se comen lo que hago. Aun a pesar de que me terminen diciendo que no lo vuelva hacer.
La leche frita es un postre del norte de España. Su origen es incierto, aunque varias provincias españolas se disputan su autoría, aunque se pueden considerar que surgió en la provincia de Palencia, propagándose luego por las demás provincias.








Leche frita

1 litro de leche
Cáscara de limón
150 gr de azúcar
100 gr de fécula de maíz o maicena
3 huevos
Harina la necesaria
1 huevo extra
Pan molido el necesario
Aceite para freir
Azúcar y canela para terminar


En una olla ponga la leche, menos una taza, a hervir junto con la cáscara de limón.  En un tazón mezcle el azúcar, la fécula, los huevos y la taza de leche reservada. Cuando la leche hierva agregue la mezcla del tazón y mueva hasta que empiece a espesar y esté cocida la fécula de maíz.  Deben de salir burbujas grandes y hacerse un poco difícil de mover la mezcla.

Cuando esté cocida, retire del fuego, quite la cáscara de limón y vierta sobre un molde engrasada con mantequilla y empareje, deberá quedar una plancha, tape con plástico y reserve.  Cuando está ya cuajada se corta en rectángulos.  

Pase los rectángulos por harina, remoje en el huevo extra batido y pase al pan molido.  Fría en el aceite caliente hasta que dore, ponga en toallas absorbentes y pase a la azúcar con canela.  Sirva.


viernes, 25 de abril de 2014

En el comienzo era francesa…

 Como todo artista, escritor, pastelero, chef o erudito promedio sabe, el inicio de casi todas las buenas cosas es Francia. Aunque bien se terminen nacionalizando en los demás países, el origen del mundo moderno es Francia.
En esta ocasión hablaremos de la masa de choux, la cual es la masa de unos pastelitos de mismo nombre, redondos y ligeros de sabor. Este pastelito recibe también el nombre de profiterol. Si se hacen redondos, son llamados lionesas, si son alargados, éclair, pepitos (en España), bocado de nata, buñuelos de viento, etc.
También se pueden rellenar de infinidad de cosas como natillas de vainilla o chocolate, de crema chantillí con frutas, de helado, de pure de castañas, o bien, de lo que se nos antoje.
Como la pasta no tiene un sabor característico, se puede utilizar para dulce o salado. Se puede rellenar también de espuma de jamón, de paté, de queso o al gusto.
Existe una construcción arquitectónica que se hace con pequeños choux rellenos de crema pastelera y pegada con un caramelo que se llama croquembouche. En el sur de Francia es el clásico pastel de novia, aunque también se utiliza en otras festividades por su llamativa presencia.




Choux

1 ½ tazas de leche
1 cucharada de azúcar
1 cucharadita de sal
100 gr de mantequilla
1 taza de harina
4 huevos
1 ½ tazas de natillas o crema pastelera
1 taza de crema chantillí
2 tazas azúcar glas
1 limón su jugo
3 – 4 cucharadas de leche
Colorante vegetal al gusto

En una olla ponga la leche, el azúcar, la sal y la mantequilla.  Cuando hierva y se haya disuelto la mantequilla agregue la harina de un solo golpe y aún en el fuego y mueva con una espátula de madera hasta que se forme una bola y se separe de las paredes. Retire del fuego y deje reposar por unos 5 minutos.  Agregue los huevos de uno en uno y moviendo con la espátula de madera.
Precaliente el horno a 200°C y prepare una charola de horno con papel encerado.
Ponga la mezcla en una manga pastelera y con una duya de estrella.  En la charola preparada ponga porciones de la mezcla del tamaño deseado.  Hornee por 10 minutos a 200°C y baje el fuego a 180° por otros 10 -15 minutos dependiendo del tamaño de los choux.
Deje reposar en el horno apagado.
Mezcle las natillas o crema pastelera con la crema chantillí batida, con esta mezcla rellene los choux.

Mezcle el azúcar glas con el colorante si lo usa, el jugo de limón y vierta la leche poco a poco hasta obtener la consistencia deseada para untar sobre los choux.

jueves, 24 de abril de 2014

1 – 2 – 3 ya está listo

El fin de semana pasado, fui a visitar a mi hermana que vive en Irapuato en el estado de Guanajuato. Cada vez que nos vemos, nos ponemos a platicar de los viejos y de los nuevos tiempos. De nuestros hijos, de nuestros nietos, del tiempo, del temblor pasado, de nuestros hobbies, entre otros temas.
Al llegar la hora de la comida, nuestros maridos trajeron la carne para asar, las cebollitas, los refrescos y las cervezas, pero nosotras no habíamos hecho nada más que platicar.
En ese momento, en menos de lo que pudimos pestañar, mi hermana hizo magia y de la nada apareció este estupendo arroz que es el deleite tanto de mis hijos, como de todos nosotros.




Arroz al horno

3 tazas de arroz blanco cocido
½ bolsa de elote con o sin chiles poblanos en rajas
½ litro de crema
2 tazas de queso mozzarella

En un refractario ligeramente engrasado coloque el arroz, el elote con chile poblano.  Encima esparza la crema y el queso mozzarella.

Hornee a 200°C por 30 minutos o hasta que esté dorado ligeramente.

miércoles, 23 de abril de 2014

La historia se repite

Mis abuelos maternos vivían en Villahermosa, Tabasco, y regularmente nos mandaban “cajas misteriosas” que contenían infinidad de tesoros. Nos mandaban avena para tomar, polvillo, pimienta dulce, chipilín, en fin, cosas que se daban en Villahermosa pero no en donde nosotros vivíamos.
Ahora, mi hijo va a ver a su novia a Huejutla, y sus suegros le dan “cajas misteriosas” que contienen delicias de tierras lejanas. Cilantro espinudo, plátanos de distintos tipos, limas dulces, naranjas con un sabor indescriptible, tamales únicos en su tipo, entre otras.
Hay diferentes variedades de plátano, ya hemos visto el plátano macho, roatan o Tabasco pero ahora veremos el plátano criollo.
Es un plátano sumamente dulce y un tanto corto, con piel delgada. Al ponerse su piel negra, este plátano sigue estando firme por dentro. Es delicioso, bien sea crudo con crema o bien, acompañando al arroz. En esta ocasión decidí hacerlo en un bizcocho de plátano que quedó muy bueno.



Bizcocho de plátano con nuez

100 gr de mantequilla
¼ taza de azúcar blanca
½ taza de azúcar moscabado
2 huevos
1 cucharadita de vainilla
2 tazas de harina
¼ cucharadita de bicarbonato de sodio
2 cucharaditas de polvo para hornear
¼ cucharadita de sal
200 gr de plátanos machacados
1 taza de leche
½ taza de nueces picadas
Nueces enteras para decorar

Precaliente el horno a 175°C y engrase y enharine un molde de 25 cm.
En un tazón mezcle la margarina, el azúcar y el azúcar moscabado, incorpore los huevos y la vainilla. Reserve.
En otro tazón cierna harina, el bicarbonato, el polvo para hornear y la sal y agregue las nueces picadas.
Agregue los ingredientes secos a la mezcla de mantequilla, azúcar y huevos alternando con la leche y los plátanos machacados. Acomode las nueces enteras para decorar.

Vierta en el molde preparado y hornee por 30 – 35 minutos.  Deje que se enfríe y sirva.

martes, 22 de abril de 2014

En la variedad está el gusto

Entre las cosas que me trajo mi hijo de su ida a Huejutla, hubo una gran cantidad de plátanos, pero a diferencia del plátano que suelo comer, no fue plátano Tabasco, sino plátano macho.
El plátano macho es más grande y gordito que el plátano normal. Se utiliza más como ingrediente que como una fruta para comer en solitario. Se usa para guisar, freir en rebanadas para un postre, o, cuando está maduro, acompañar al arroz. Una variante de este plátano es uno que se llama criollo, que es un plátano pequeño, de 12 cm de largo, que es muy muy dulce.
Como los plátanos machos que me trajo estaban verdes, los hice como tostones. Los tostones son una especialidad de Tabasco y de América del sur, que se hace con el plátano verde frito, se machaca y se vuelve a freir. Suena un poco laborioso, pero en realidad es muy fácil de hacer.
Cuando era niña, mi mamá nos hacía los tostones para desayunar, los cuales usábamos para acompañar los huevos revueltos y los frijolitos. Siempre se lo pedíamos, pero el plátano verde es difícil de conseguir, puesto que madura rapidísimo. Por eso aproveche que teníamos plátanos verdes para hacer estos ricos y deliciosos tostones.







Tostones

4 plátanos macho verdes
1 litro de agua
2 cucharadas de sal
Aceite para freir

Corte los plátanos en rebanadas de 4 centímetros.  Pele.  Remoje en el agua con la sal.
Ponga el aceite para freir y cuando esté caliente ponga el plátano cortado ya seco por tandas hasta que esté ligeramente dorado.  Escurra.

Ponga un plátano frito entre dos pliegos de plástico y aplaste el plátano para hacer una tortilla de medio centímetro de grueso. Vuelva a freir y cuando esté dorado retire y escurra. Sirva espolvoreado con sal.

lunes, 21 de abril de 2014

Pasa la botana

La botana o aperitivo es un alimento que en occidente no es considerado como uno de los alimentos principales del día, a diferencia del desayuno, el almuerzo, la comida, merienda o cena. La botana es utilizada generalmente para satisfacer temporalmente el hambre y se sirven en reuniones o eventos. Por lo general, estos alimentos contienen cantidades importantes de conservadores, saborizantes, sal, edulcorante y diversa cantidad de químicos.
Muchas veces, este tipo de alimento es considerado como alimento basura o chatarra.
Este alimento recibe diferentes nombres de acuerdo con el país, por ejemplo, en Argentina se llama picada o copetín, en Chile, picoteo, en Colombia, pasabocas, en Cuba, chucherías, en España, aperitivos, tapas o pinchos, en Venezuela, pasapalos, y en lugares de habla inglesa, snacks.
Deberíamos de hacer un tipo de botana más saludable y amable con nuestro cuerpo y con nuestra vida. Por eso ahora hicimos una botana saludable.
 


Coliflor asada

1 coliflor en ramitos
2 cucharaditas de ajo molido
1 cucharada de pimentón dulce
1 cucharadita de comino molido
¼ cucharadita de pimienta negra
1 cucharadita de sal
¼ cucharadita de canela molida
3 cucharadas de aceite de oliva
2 – 3 cucharadas de cada fruto seco que desee utilizar ya tostados (semillas de calabaza, nueces, almendras, nueces de la india, orejones de manzana o de cualquier fruta)

Precaliente el horno a 200°C

Lave la coliflor y quite los tallos y las hojas, corte en ramilletes pequeños, ponga en un tazón el ajo molido, el pimentón dulce, el comino molido, la pimienta negra, la sal y la canela molida, añada las coliflores y revuelva, extienda en una charola de horno y rocíe con el aceite de oliva. Hornee por 10 minutos, verifique que la coliflor esté bien sazonada, si no añada un poco mas de las especias. Hornee otros 20 minutos más o hasta que esté bien tostada.  Incorpore los frutos secos que vaya a utilizar y mezcle bien. Sirva.

domingo, 20 de abril de 2014

Un omelette diferente

Los huevos son parte de la alimentación habitual del ser humano. Los huevos son ricos en proteínas, principalmente albúmina que es la clara o parte blanca del huevo y lípidos. Son un alimento de fácil digestión y es componente de infinidad de platos tanto dulces como salados. Los huevos más consumidos son los de gallina, aunque también los de codorniz, los de pato y en algunos lugares los de oca.
Además de formar parte de infinidad de platos, los huevos se pueden consumir solos, ya sean fritos, a la plancha, en tortilla, revueltos, cocidos, escalfados o pochados, al plato en el horno, crudos, secos o deshidratados, en salmuera, encurtidos en vinagre, al horno, con salsas diferentes, verduras, frutas y lo que la imaginación te dicte. Su usa también en bebidas y ponches como el eggnog, el gin fizz, etc.
Claro que lo podemos comer a cualquier hora del día, pero aquí en México, casi siempre es de desayuno. En esta ocasión nuestro desayuno dominical es un niño envuelto que nos quedó muy rico.


Niño envuelto de jamón y champiñones

6 huevos
6 cucharadas copeteadas de harina
½ cucharadita de sal
Relleno:
Jamón al gusto
Champiñones guisados al gusto
Queso rallado al gusto

Precaliente el horno a 180°C y engrase una charola para horno de 45 x 30 y forre con papel y vuelva a engrasar.
En la batidora eléctrica ponga los huevos y empiece a batir, agregue la sal y continúe batiendo hasta que estén muy espumosos y hayan triplicado su tamaño.  Incorpore la harina, cucharada a cucharada.  Vierta en la charola preparada y extienda hasta que llegue a todas las esquinas.
Hornee por 12 – 18 minutos o hasta que esté cocido. 
Aún caliente, voltee sobre un papel parafinado o sobre un lienzo. Retire el papel y voltee. Corte las orillas, pues al enrollar se puede quebrar.  Acomode el jamón, el queso y los champiñones guisados y enrolle.  Sirva en una charola y adorne al gusto.
También le puede poner espinacas a los huevos batidos, o tomillo, o al gusto.

También se puede rellenar al gusto.

sábado, 19 de abril de 2014

Un pastel para atraparlos a todos.

 Uno de mis hijos se queja amargamente porque dice que ya no les he hecho pasteles, panes y demás chucherías (creo que no revisa este blog…). Quizá lo que quiere decir es que no hago pasteles cada vez que él quiera. Aun así, casi siempre hay en casa un pedazo de pastel (cuando no se lo comen de inmediato) o unas galletitas cualquiera.
En gran número de casas hay galletas, puesto que son fáciles de hacer y de hornear, a diferencias de los pasteles que son un tanto más cansados.
Siendo aquí en México temporada de fresas, he intentado buscar distintas formas de utilizar esta fruta. La he hecho en mermelada, licuado, pastel con naranja, smoothie, helado y ahora la hice en un pastel de coco exquisito. No sean como mi hijo, hagan este sencillo pastel el día de hoy.


Pastel de fresa y coco

50 gr de mantequilla
¾ taza de azúcar
1 huevo
1 ½ taza de harina
2 cucharaditas de polvo para hornear
½ cucharadita de sal
½ taza de leche o de suero de leche
1 ½ taza de fresas rebanadas finamente
Cobertura:
½ taza de harina
½ taza de azúcar blanca
50 gr de mantequilla suavizada
¼ taza de hojuelas de coco

Precaliente el horno a 175°C y engrase un molde rectangular de 20 x 25, forre con papel y engrase nuevamente.
Cierna la harina con la sal y el polvo para hornear, reserve. Bata la mantequilla y agregue el azúcar hasta que acreme.  Agregue el huevo y deje batir hasta que se integre.  Añada los ingredientes secos alternando con la leche o el suero de leche.  Vierta el batido en el molde preparado.  Cubra con las fresas y añada la cobertura.  Hornee por 35 -40 minutos o hasta que esté cocido al insertar un palillo en el pan y salga limpio.  Sirva.

Cobertura: revuelva el azúcar, la harina, las hojuelas de coco y la mantequilla y desbarate con las manos o con una pala hasta que todo se integre.

viernes, 18 de abril de 2014

¡Pan-tástica la focaccia!

La focaccia es un plan plano típico de Italia similar en textura y estilo a la masa de pizza.
Tradicionalmente, cuando se estira la focaccia para ponerla en el molde, se le hacen unos hoyitos con los dedos o con la parte posterior de una cucharada de madera. Encima se le pone aceite de oliva y, algunas veces, cualquier tipo de hierba o ingrediente que cada quién guste. La tradicional es con aceite de oliva y sal gruesa.
En Italia, la focaccia sirve para acompañar la comida aunque, fuera de Italia, es más común como pan de sándwich.
En la antigua Roma, el pan focaccia era un pan plano horneado en la tierra. La palabra se deriva del latín focus, que significa “tierra, lugar para hornear.”

 
Focaccia con mermelada de chile

500 gr harina
2 cucharadas de aceite de oliva
250 ml de agua tibia
½ cucharadita de azúcar
1 cucharadita de sal
1 cucharada de levadura
Cobertura:
2 – 3 cucharadas aceite de oliva
Mermelada de chile al gusto
Jengibre molido al gusto

Precaliente el horno a 180°C y engrase una charola de horno.  En el tazón de la batidora ponga el agua tibia, el aceite de oliva, el azúcar, la sal, la harina y al final la levadura.  Mezcle por 5 minutos.  Deje reposar en un tazón aceitado y tapado a que doble su volumen. Cuando doble su volumen desgasifique y extienda en un molde de 40 x 30 para hornear.
Con sus dedos haga hoyos en toda la superficie.  Ponga el aceite de oliva de la cobertura y cubra con la mermelada al gusto, espolvoree el jengibre molido y deje levar.  Hornee por 25 – 30 minutos o hasta que esté cocido.  Sirva.



Mermelada de naranja

6 naranjas
1 kilo de azúcar
Agua la necesaria
2 manzanas

Lave con agua y jabón las naranjas.  Ponga las naranjas en una olla con agua suficiente para que las cubra.  Ponga al fuego y deje hervir alrededor de 2 horas, hasta que las naranjas estén muy suaves.
Deje que se enfríen y guarde una taza del líquido, deseche el resto. Parta en cuatro cada naranja después rebane cada cuarto muy delgado. 
Pele las manzanas, descorazone y parta en pedazos pequeños, ponga a hervir en la taza de líquido de cocción de las naranjas.  Agregue las naranjas rebanadas y deje hervir por 5 – 10 minutos.
Incorpore el azúcar y baje el fuego.  Muela en la licuadora la mitad de la mezcla y regrese a la olla.
A esta mermelada se le puede agregar diferentes sabores como jengibre, chile habanero, anís estrella, chile verde, etc.

Yo la hice con chile habanero y quedó muy rica.

jueves, 17 de abril de 2014

Una sociedad cada vez más grande

El 30 de septiembre de 1842 en Manchester se fundó la Vegetarian Society y aparecieron por primera vez las palabras vegetariano y vegetarianismo. Antes de esa fecha se hablaba de “dieta vegetal” o “dieta pitagórica” debido a que los seguidores de Pitágoras seguían dietas vegetarianas. Los testimonios más antiguos del vegetarianismo proceden de la antigua India y de la antigua Grecia para el siglo VI a.C. En ambos casos la dieta estaba muy conectada con la idea de no violencia (llamada “ahimsa” en la India) promovida por grupos religiosos y filosóficos.
Tras la cristianización del Imperio Romano, el vegetarianismo desapareció casi prácticamente de Europa.
En la Europa Medieval, algunas órdenes monásticas restringieron o prohibieron el consumo de carne con fines ascéticos, pero ninguna hizo lo mismo con el pescado.
Durante el Renacimiento, el vegetarianismo reemergió, siendo muy difundido durante el siglo XIX y XX.
Después del nacimiento de la Sociedad Vegetariana del Reino Unido, nacieron otras en Alemania, Holanda y otros países. Como unión de todas las sociedades naciones surgió la Unión Vegetariana Internacional en 1906.
En el mundo occidental, la popularidad del vegetarianismo ha crecido durante el siglo XX por preocupaciones éticas, nutricionales, ecológicas y económicas.



Chorizo vegetariano

½ kilo de soya texturizada
2 tazas vino blanco
5 cucharadas de pimentón
2 cucharaditas comino
2 cucharaditas ajo en polvo
1 cucharadita pimienta blanca
3 cm de jengibre pelado y rallado
½ cucharadita canela molida
4 cucharadas de sal
Para remojar la soya:
1 rebanada de 1 cm de jengibre
2 hojas de laurel
3 – 4 ramitas de tomillo
Hierbas finas
1 diente de ajo
¼ de cebolla
Agua suficiente

En una olla grande ponga a hervir 2 – 3 litros de agua aproximadamente con los ingredientes para remojar la soya.  Cuando haya hervido por unos minutos, ponga la soya y apague.  Deje remojar por 20 minutos.  Pase la soya a un lienzo de cocina, retire los hojitas, el ajo y la cebolla, exprima para que no quede ninguna cantidad de agua. Vierta en un tazón.  Reserve.
En un tazón mediano vierta el vino blanco, el pimentón, el comino, el ajo en polvo, la pimienta blanca, el jengibre rallado, la canela molida y la sal y mueva hasta integrar todos los ingredientes y vierta a la soya.  Revuelva para que la soya absorba la mezcla.  Refrigere por 2 – 3 horas.
Este chorizo se puede embutir o se puede dejar así.
Si lo va a embutir, lave la tripa para desalarla y rellene.  Amarre en trozos iguales y refrigere.


miércoles, 16 de abril de 2014

Un postre con estilo.

Una fruta del bosque que se arraigó aquí en México es la fresa. Se le conoce con el nombre de “frutilla” en algunas regiones del país.
La fresa es rica en ácido ascórbico, lecitina y pectina. Por esta razón, el consumir este fruto, es ideal para disminuir el nivel de colesterol de la sangre.
A las personas que están en un régimen alimenticio se les recomienda coman fresas, por su escasa concentración de glúcidos.
Las fresas son muy apreciadas por su dulce sabor en repostería, haciendo dulces, pasteles y tartas, y en la elaboración de licores.
A mi mamá le encantaban las fresas con crema, pues cuando ella era niña no había esta fruta en su ciudad de Villahermosa, Tabasco, de donde era ella oriunda. Cuando vino a México, era su fascinación el comer todo tipo de bayas, no solo las fresas.
Es rara la persona a quién no le guste la fresa, aunque en algunas ocasiones hay gente que es alérgica a la fresa. Pobres de ellos.
Ahora hicimos un rico pastel de yogur, naranja y fresas. La combinación de naranja con fresas es algo inusual, más no por ello es malo. No tomen mi palabra por sentada, prueben ustedes este pastel y les encantará.












Pastel de yogur, naranja y fresas

150 gr de yogur
40 ml de aceite
1 naranja, su ralladura
3 huevos
120 gr de azúcar
200 gr de harina
2 cucharaditas polvo para hornear
½ cucharadita de sal
1 cucharadita de vainilla
1 taza de fresas en rebanadas
Decoración:
1 naranja en gajos
1 taza de fresas en rebanadas
2 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de jugo de limón

Precaliente el horno a 175°C y engrase y enharine un molde de horno.
Ponga en un tazón el yogur y bata con el batidor de globo, agregue el aceite, la ralladura de naranja, la vainilla y los huevos y continúe batiendo.  Añada el azúcar y bata un poco más. Cierna la harina con el polvo para hornear y la sal.  Incorpore a la masa y con movimientos envolventes vaya incorporando todo.  Vierta una parte del batido en el molde preparado, distribuya las fresas y vierta el resto del batido.
Hornee por 45 – 50 minutos o hasta que al introducir un palillo este salga limpio.  Deje enfriar en el molde por 5 minutos y desmolde.

Decoración: revuelta las fresas, los gajos de naranja y el azúcar, añada el jugo de limón y mezcle bien.  Sirva con cada rebanada.

martes, 15 de abril de 2014

El que es pera, deses pera

La pera es una fruta sutil, jugosa, carnosa y una de las frutas más producidas en las regiones templadas. Existen cerca de 30 variedades de peras, de distintos colores, sabores, olores y texturas. Se usa principalmente en la gastronomía pues se emplea para el postre, para compotas  y mermeladas. En Europa también se utilizan en la elaboración de “perada” o sidra de pera que es muy popular en Gran Bretaña, principalmente en el oeste de la isla y en Gales. En Francia, especialmente en Normandía y en Anjou también toman esta deliciosa bebida.
Bueno, realmente no importa cuál es el tipo de pera que tengas en casa, este delicioso pastel de pera queda muy bueno.
Pastel de pera

100 gr mantequilla sin sal
1 taza de azúcar
2 huevos
1 cucharadita polvo para hornear
1/8 cucharadita sal
1 cucharadita de vainilla
1 taza de harina
5 – 6 peras
½ limón su jugo
4 cucharadas de azúcar extras
½ cucharadita canela
Azúcar glas para decorar

Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine un molde de 25 cm.
Acreme la mantequilla con el azúcar hasta que esté esponjosa.  Incorpore los huevos de uno a uno y la vainilla.  Cierna la harina con el polvo para hornear y la sal.   Agregue la harina cernida.  Vierta en el molde preparado.
Pele y quite el corazón de las peras, rebane  finamente.  Ponga las rebanadas en un tazón y vierta el jugo de limón y el azúcar extra. 
Acomode las rebanadas de pera en el molde de manera decorativa.  Esparza la canela por encima.
Hornee por 55 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio. 

Cuando enfríe espolvoree con azúcar glas.

lunes, 14 de abril de 2014

Postre de limón

 El limón es una fruta cítrica muy olorosa. Si uno le pone ralladura de limón a algún postre o platillo, el limón se siente. Debido a que sus aceites naturales son lo bastante fuertes se impregnan al postre.
El limón es originario de Asia, desconocido por los griegos y los romanos, siendo mencionado en el mundo occidental en el siglo III, en el libro de agricultura Nabathae.
Su cultivo no se desarrolló en Europa hasta después de la conquista árabe en España, extendiéndose su cultivo por todo el litoral mediterráneo, pues el clima hispano es muy benigno para el limón. Después llegó a América y se difundió por todo el continente.
El día de hoy hicimos unos bisquets de limón que, en mi opinión, están deliciosos.
 

Bisquets de limón

2/3 taza de crema
1 huevo batido
1 cucharada de ralladura de limón
2 tazas de harina
¼ taza de azúcar morena
2 ½ cucharaditas de polvo para hornear
1 pizca de sal
50 gr de mantequilla
Glaseado:
1 taza de azúcar glas
1 limón, su jugo

Precaliente el horno a 175°C y engrase y enharine una charola para horno.
En un tazón pequeño ponga la crema y el huevo batido y mezcle.  En un tazón ponga la ralladura, la harina, el azúcar morena, el polvo de hornear y la sal revuelva y agregue la mantequilla fría cortada en cuadros.  Con las manos desmenuce la mantequilla hasta que se vea como avena.
Añada los líquidos a la mezcla de harina y con el tenedor integre la mezcla.  Vierta en la mesa ligeramente enharinada y amase hasta que se forme una bola.  Divida a la mita la bola y aplane, puede hacer un círculo y cortar en 8 cada parte de la masa o puede palotear y cortar círculos.
Coloque en la charola preparada y hornee por 20 – 25 minutos o hasta que la parte de abajo esté ligeramente dorada.  Transfiera a una rejilla y deje que se enfríe.  Glasee.

Glaseado: ponga el azúcar glas en un tazón pequeño y vierta el jugo de limón hasta hacer una consistencia espesa para aplicar los bisquets.  

domingo, 13 de abril de 2014

Desayuno Huasteco

Cuando mi hijo se fue a hacer su servicio social a un pueblito de la Huasteca Hidalguense llamado Cochiscuatitla, sentimos que se encontraba en un lugar abandonado por Dios.
Lo visitamos varias veces, para que no se sintiera solo. En realidad, eramos nosotros los que nos encontramos solos. Todas las personas eran muy amables. Lo acogieron enseguida, era una parte importante de la comunidad. Cada día le llevaban cosas típicas para comer.
Cerca del pueblo, se encontraba la cabecera municipal, Atlapexco, una población que se encuentra en crecimiento. Ya tienen su primer hotel. Nosotros nos quedábamos en Huejutla, una ciudad pequeña que es el centro de todas las comunidades aledañas. Nos teníamos que quedar ahí, ya que en Cochiscuatitla no habían hoteles ni restaurantes. Pues eran apenas 700 habitantes.
En todos los lugares que íbamos a comer no nos daban tortillas ni pan, sino unas pequeñas tortillitas remojadas en salsa. Son enchiladas.
Los sabores de las enchiladas son, de ajonjolí, de chile verde, chile seco y las de tomate. Estas enchiladas se acompañaban de frijoles negros, aunque estaban cocidos con chile verde, aunque picaban como el diablo. Como platillo principal nos daban bien un gran trozo de cecina o huevos estrellados. Nos daban también cuanto delicioso cafecito nos gustara y con un pancito de dulce.
Cada vez que mi hijo va a visitar a su novia, que conoció allá, nos trae muchas de estas enchiladas. Aunque principalmente nos trae de tomate, porque las otras pican más de lo que soportamos.

Salsa de ajonjolí para enchiladas huastecas

100 gr ajonjolí tostado
4 cucharadas de aceite
Sal al gusto
½ taza de agua

Muela el ajonjolí con la sal, el aceite y el agua. Vierta en una olla. Cuando hierva empiece a poner las tortillas, una por una, para que se impregnen de la salsa.  Sirva en el plato.


Salsa verde para enchiladas huastecas

100 gr de chile verde fresco
4 cucharadas de aceite
Sal al gusto
½ taza de agua

Muela el chile verde con la sal, el aceite y el agua.  Vierta en una olla.  Cuando hierva empiece a poner las tortillas, una por una, para que se impregnen de la salsa.  Sirva en el plato.



Salsa de chile seco para enchiladas huastecas

100 gr de chile de árbol seco
½ taza de agua
4 cucharadas de aceite
Sal al gusto


Hierva los chiles secos en el agua.  Muela los chiles con todo y el agua. En una olla ponga el aceite y fría los chiles molidos, sazone con sal.  Deje que hierva.  Ponga las tortillas una por una, para que se impregnen de la salsa.  Sirva en el plato.

sábado, 12 de abril de 2014

Recuerdos de la naturaleza

El estar en contacto con la naturaleza es un poco difícil cuando se vive en una ciudad densamente poblada. Aunque hay parques y espacios verdes, no son suficientes para todos los habitantes. Cuando mis hijos eran pequeños, salíamos de la ciudad para hacer un día de campo. Aunque teníamos que irnos una o dos horas de camino, solo así conseguíamos que no hubiera tanta gente. Para aprovechar todo el día de campo, llevábamos vituallas listas para comer.
Con antelación hacíamos todo el menú y estábamos listos desde temprano.
Jugábamos, reíamos, descansábamos y reponíamos las pilas para la semana de ajetreo, de prisas, de no tener tiempo para nada.
Este pan para un día de campo es uno de los componentes del menú y está muy rico. Anímense a hacer un día de campo y llevar este rico pan.
 

Pan para un día de campo

3 tazas de harina
2 ¼ cucharaditas de levadura
½ cucharadita azúcar
1 cucharadita sal
1/8 cucharadita de polvo para hornear
1 taza leche tibia
¼ taza de agua
2 – 3 cucharadas de mayonesa
3 – 4 cucharadas tapenade
100 gr de queso fresco
100 gr de jamón
100 gr de salami

En la batidora ponga la leche, el agua, el azúcar y la sal, después ponga la harina, el polvo para hornear y la levadura. Amase y rectifique si no necesita más agua o harina, deberá quedar una masa elástica pero no pegajosa. Deje reposar para que doble su volumen. Cuando haya doblado su volumen, amase y de forma de bollo.  Ponga en un molde redondo engrasado y deje subir nuevamente.  Hornee  200°C por 15 – 20 minutos.
Cuando esté frío desmolde y parta longitudinalmente en dos partes.  En un pan ponga mayonesa, queso fresco, salamí y en la otra parte ponga tapenade al gusto.
Tape el pan y envuelva en una película plástica.  Ponga una charola encima y un peso fuerte para que se prense. Y deje así por 2 -3 horas o toda la noche.  Sirva en porciones.


Tapenade

½ taza aceitunas verdes sin hueso
1 taza aceitunas negras sin hueso
2 cucharadas de alcaparras
1 diente de ajo
½ cucharadita tomillo
3 cucharadas de jugo de limón
¼ taza aceite de oliva
Pimienta negra al gusto


Ponga en el procesador de alimentos las aceitunas verdes y negras, las alcaparras, el diente de ajo, el tomillo, y el jugo de limón.  Funcionando el procesador agregue el aceite, hasta formar una pasta. Pase la pasta a un tazón y sazone con la pimienta negra.

viernes, 11 de abril de 2014

Historia en la cocina IX, el rompope

El rompope también llamado licor de huevo, es una bebida preparada con huevo, vainilla, canela y almendra. Principalmente es amarillo y es de consistencia espesa.
Se cree que el rompope tuvo su origen en los conventos. Las monjas Clarisas tenían experiencia en alojar a figuras importantes de la sociedad y cuando esto sucedía preparaban los mejores platillos y bebidas, entre ellas el rompope aunque ella nunca lo probaban.
Según la leyenda, una mestiza de nombre Eduviges, quien ya había hecho sus votos, aprendió muy bien la receta y se volvió la encargada de hacerlo, pero mientras lo probaba, le daba algún sabor diferente y especial. Más adelante se las arregló para que se hiciera también para el consumo de las religiosas.
La receta fue resguardada tras los muros de los conventos y aunque no es auténtica mexicana se adoptó como tal. De acuerdo a la tradición, el rompope fue creado en el convento de Santa Clara en el siglo XVII.
El rompope es una bebida que es empleada en la elaboración de pasteles, galletas, gelatinas, helados, nieves, paletas, budines, etc.
La leche se pone a hervir con el azúcar, se le agregan las yemas y las almendras y el sabor que se le vaya a dar.
Pero en Estados Unidos (y en menor medida en el Reino Unido) hay una bebida parecida que es el ponche de huevo, que se hace para las fiestas de año nuevo (el eggnog), pero la diferencia es que el eggnog no se cuece y el rompope si.
En esta ocasión utilizamos el rompope para hacer un budín de pan que quedó riquísimo.


Budín de rompope

350 gr de pan viejo en rebanadas
2 tazas de leche
1 ½ tazas de azúcar
1 taza de rompope
3 huevos
1 cucharada de vainilla
1 cucharadita de canela
1 taza de fresas para decorar

En una charola de horno ponga las rebanadas de pan y tueste en el horno hasta que estén ligeramente doradas.  Mezcle en un tazón los huevos, la leche, el azúcar, el rompope, la vainilla y la canela.  En un refractario engrasado coloque el pan y vierta los líquidos.  Deje reposar una hora para que el líquido se absorba. Puede dejarlo tapado en el refrigerador por toda la noche y al día siguiente hornear a 180°C por 25 - 30 minutos o hasta que al meter un cuchillo este salga limpio.

Cuando enfríe decore con las fresas. Sirva.

jueves, 10 de abril de 2014

La Rosca de Pascua

Ya viene la Pascua, debemos de prepararnos en todos los sentidos. En tanto el religioso, como en el alimenticio. Tenemos que levantar a nuestro niño interior y, junto con los demás niños, meternos de lleno en la búsqueda de los huevos de chocolate o con dulces adentro. Esta es una época especial para todos.
Para esta fecha se elaboran diferentes tipos de pan. En España se hacen monas de pascua, que es un bollo con un huevo duro encima. En Grecia también hacen una trenza de pan y la adornan con huevos duros pintados de rojo. En Inglaterra hacen unos bollos deliciosos con una cruz de pasta encima. En Estados Unidos hacen un pastel de zanahoria como su platillo típico de pascua. En Italia, específicamente en Nápoles, hacen un pan con huevos encima que se llama “castiello” o “tortano”. Como ningún guiso que hagamos tiene denominación de origen o marca registrada alguna, todo dicen que el castiello que ellos hacen es la receta original.
Aquí hicimos nosotros una versión de castiello napolitano que puede hacerse enrollado o no, pero que queda de todas formas delicioso.
 


Rosca de Pascua

500 gr de harina
1 taza leche tibia
1 cucharadita sal
140 gr de azúcar
2 huevos batidos
2 cucharadas de levadura
170 gr mantequilla
150 gr queso parmesano
150 gr salami
6 huevos lavados con agua y jabón y engrasados
1 huevo batido para barnizar

En el tazón de la amasadora ponga la leche tibia, la sal, el azúcar, los huevos batidos, la harina y la levadura. Ponga a funcionar la amasadora y cuando todo esté integrado y se haya formado una bola, dejaremos reposar 10 minutos en el mismo tazón.
Divida la mantequilla en cuatro partes y vaya agregando una por una a la masa mientras se amasa. Deberá quedar una masa suave pero no pegajosa. Reservamos una porción de masa del tamaño de una pelota de golf.
Se puede ir agregando el jamón, el salami y el queso parmesano para que vayan revueltos en la masa, o pueden estirar la masa en un rectángulo y acomodar el jamón, salami y queso, lo enrollamos y acomode en un molde de rosca. Ponga los huevos que vaya a utilizar y con la pasta que reservamos haga un rollito y forme una cruz sobre cada huevo.
Deje levar por 30 minutos y barnice con el huevo batido.

Ponga en el horno precalentado a 180°C por 30 o 40 minutos. Retire del horno y permita que se enfríe levemente para desmoldar. Sirva tibia o fría.