jueves, 24 de julio de 2014

No importa la edad

Pienso que a todo el mundo le gustan las galletas, desde las sencillitas “galletas marías” hasta las muy elaboradas galletas rellenas de fruta o de nueces. Y también no importa la edad, nadie se niega cuando le ofrecen una galletita.
Mi nieto que apenas tiene once meses cuando ve las galletas hace hasta lo imposible por darse a entender para que le den una galleta, la cual, disfruta mucho.
Estas galletitas que hice ahora son de una deliciosa pasta francesa rellena con chocolate, de los chocolates “kisses” porque son estupendos, y se ven tan bien como saben.
Son muy fáciles de hacer y están listas en cuestión de minutos. Lo más difícil de estas galletas, es quitarle la envoltura a los kisses y ponérselos a las galletas, porque cada vez que alguien pasaba, tomaba unos cuantos chocolates y se los llevaba.
Recuerden dejar que se enfríen las galletas, puesto que el chocolate se calienta mucho y les quemara la boca si no se esperan.





Galletas francesas rellenas de chocolate

130 gr de mantequilla suavizada
100 gr de azúcar glas
2 yemas
250 gr de harina
1 cucharadita polvo para hornear
24 gotas de chocolate (kisses)
1 huevo entero para barnizar


Precaliente el horno a 170°C y engrase y enharine ligeramente charolas para hornear. Bate la mantequilla con el azúcar glas hasta que quede bien integrado.  Agregue las yemas batiendo.  Añada la harina cernida con el polvo para hornear. Tome porciones de la masa, forme una tortillita y ponga la gota de chocolate (el kiss) cubra con la masa a que no quede ningún hueco. Acomode en la charola preparada, separadas las bolitas unos 3 cm.  Barnice con el huevo y hornee de 10 a 14 minutos, hasta que estén ligeramente doradas.  Pase a una rejilla y deje enfriar por completo.

miércoles, 23 de julio de 2014

Curiosidades del cerdo.

El cerdo es un animal del cual se aprovecha todo. Es también  un animal que se come en casi todo el mundo pero se encuentra estrictamente prohibido en el cashrut judío y el halal musulmán pues lo consideran un animal impuro.

En el Oriente es donde se inició su domesticación hace unos 13,000 años y se produjo en forma paralela e independiente en China y es, junto con el caballo, el buey, la rata, el conejo son parte de los 12 animales del zodíaco chino.

Este animal tiene diferentes nombres en español, todo depende de la región o país, en el que estemos, entre otros nombres tenemos cerdo, puerco, cochino, cochi, cuche, chancho, marrano, pitzo, con, chiro, guarrapo, cuto, tocino, rancho, etc.



Por su estructura ósea el cerdo no puede doblar su cuello hacia arriba. Tienen también la mala fama de ser sucios tal vez por el hábito de revolcarse en el lodo o barro, que en realidad es una actividad de su higiene que contribuye a eliminar parásitos y demás agentes infecciosos alojados sobre su piel.  De hecho es uno de los animales más limpios de la granja, irónicamente.

Se está poniendo de moda tener un cerdo como animal de compañía, tanto en sus variedades enanas como domésticas.  Hasta el famoso actor estadounidense George Clooney tuvo un ejemplar vietnamita, que falleció tras 18 años de vida.



Costillas de cerdo al horno
1 cucharadita de comino molido
1 cucharadita de semillas de cilantro trituradas
1 cucharadita de cilantro deshidratado
1 cucharadita de pimienta de cayena
1 cucharada de paprika
Sal y pimienta al gusto
¼ taza de vinagre de vino tinto
¼ taza de salsa de soya
1 taza de salsa cátsup o kétchup
¼ taza de miel
¼ taza de aceite de oliva
3 cucharadas de azúcar moscabado
1 costillar de cerdo

Horno a 180°C. En un tazón revolver el comino molido, las semillas de cilantro trituradas, el cilantro deshidratado, la pimienta de cayena, la paprika y la sal y pimienta al gusto.  Mezcle también el vinagre de vino tinto, la salsa de soya, la cátsup, la miel, el aceite de oliva y el azúcar moscabado.  Barnice por todos lados el costillar de cerdo con la mitad de la mezcla, acomode en un molde para hornear engrasado y deje marinar por media hora.  Tape con papel aluminio y hornee por 1 hora.  Barnice con el resto de la mezcla y hornee sin tapar por 30 minutos más.

Retire del horno y deje reposar por unos minutos.  Corte y sirva.







martes, 22 de julio de 2014

Juntos y de la mano.

El hombre domesticó los cereales entre el 10000 y el 6000 a. C en la zona de Mesopotamia. Es, por tanto, bastante probable que tanto el pan como la cerveza fuesen descubiertas al mismo tiempo. Solo es una cuestión de proporciones si se ponía más harina que agua y se dejaba fermentar, se obtenía pan, si se invertía la proporción poniendo más agua que harina y se dejaba fermentar, se conseguía cerveza.

Los rastros más antiguos que atestiguan la existencia de panificación y de cervecería aparecen en Mesopotamia, pero sería ocioso buscar una filiación con procedimientos idénticos descubiertos en el resto de Europa. Dadas las circunstancias climáticas que se estaban dando tras la recesión de la última glaciación conocida en la parte de la cuenca Mediterránea así como en la desembocadura del Éufrates, el Delta del Nilo, etc., tendemos a creer que la cerveza se descubrió o inventó en muchos lugares del Mediterráneo y de Europa de forma bastante simultánea.

En esa época, era preciso concebir la cerveza como un alimento que ofrecía dos ventajas básicas. En primer lugar, permitía un uso más comedido de un ingrediente no muy fácil de cultivar al principio.  En efecto, era más fácil hacer mucha cerveza con un poco de grano que mucho pan con la misma cantidad de grano. De hecho, muchas cervezas se hicieron remojando panes fermentados, cocidos en agua y dejando fermentar la mezcla.  La cerveza se chupaba con cañas para evitar encontrase con grumos de pan. En segundo lugar, la fermentación producía alcohol y desinfectaba el agua ofreciendo así una bebida limpia de contaminación bacteriana.  No en vano, en sitios como la República Checa o Baviera, se llama a la cerveza hasta hoy “pan líquido”




Pan de ajo y cerveza


2 tazas de harina
1 taza de harina integral
4 dientes de ajo picado fino
3 cucharadas de azúcar
1 cucharada de polvo para hornear
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de orégano seco
1 ¼ tazas de cerveza
2 cucharadas de aceite de oliva

Precaliente el horno a 175°C y engrase un molde para panque.  En un tazón mezcle las harinas, la sal, el azúcar, el polvo para hornear, el orégano y el ajo.  Añada la cerveza y mezcle todos los ingredientes hasta que estén bien integrados.  Vierta en el molde preparado y deje cocinar en el horno por 40 -45 minutos o hasta que al insertar un palillo esté salga limpio.  Deje enfriar en el molde y sirva en rebanadas.





lunes, 21 de julio de 2014

Este “coco” no asusta.

Cuando le dije a mi hijo menor que me pasará el coco para hacer un postre para la reunión a la que iba yo a ir, me dijo que no porque le daba miedo el “coco” y es que en la era de los descubrimientos, los exploradores portugueses llevaron a Europa el coco, con su superficie marrón y peluda les recordaba las historias sobre el “coco” que se contaban en España y Portugal a los niños pequeños para asustarles. Esta historia del coco se ha mantenido en todos los países de habla hispana, siendo similar al “boogeyman” ingles.

Otro dato curioso sobre el coco es que son mencionados en el poema Mahawamsa de Sri Lanka del siglo II a.C.  El posterior Culawamasa dice que el rey Aggabodhi (575 – 608) plantó un jardín de cocoteros de 3 yojanas de largo, probablemente fue la primera plantación de cocos de la que se tiene registro.

Pero no nos asustemos y hagamos este postrecito que está super fácil y super rico. Disfrútenlo.







 
Cuadros de coco

3 huevos
1 ½ tazas de azúcar
¾ taza de harina
2 tazas de coco rallado
100 gr de mantequilla derretida y fría

Precaliente el horno a 175°C y engrase y enharine un molde de horno. En un tazón bata los huevos con el azúcar hasta que esté pálido, agregue la harina y el coco y mezcle hasta que se incorpore todo.  Añada la mantequilla derretida.  Vierta en el molde preparado y hornee de 30 a 35 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio.

Cuando esté frío desmolde y corte en cuadros. Sirva.

sábado, 19 de julio de 2014

Segundas partes si son buenas

En el año 2500 a.C. los chinos ya conocían la canela y, al principio, era más apreciada que el oro. En la antigua Arabia era una mercancía tan valiosa que solo los sacerdotes tenían derecho a recogerla. El primer manojo era ofrendado al sol y luego se utilizaba para encender el fuego sagrado en el altar donde el sumo sacerdote ofrecería el sacrificio.
Los antiguos egipcios empleaban canela para los embalsamamientos y para sus hechizos. En 1485 a.C. la Reina Hatshepsut fue informada del envío de barcos equipados hacia las tierras de Punt (Somalia) para traer incienso, canela y mirra. Según Heródoto crecía en lugares inaccesibles y protegidos por seres alados mas o menos fantásticos. 

En el Mar Mediterráneo fue introducida por los comerciantes fenicios y árabes desde islas situadas junto a Zanzíbar. Los fenicios bautizaron esta especia como guinnamon, transmiténdolo a los griegos y romanos que convirtieron su nombre en kinnamom y cinnamomum respectivamente.



Los romanos comerciaron con países como India o Ceylan e iniciaron el consumo de canela en su gastronomía al final de su etapa imperial, entre los siglos III y IV d.C introduciéndola en sus dominios a través de la ruta de la seda desde China hasta las zonas orientales de Europa y las colonias egipcias del Mar Rojo.

Los emperadores romanos utilizaban la canela como perfume ya que los seplasanii o perfumistas la vendían al pie del Capitolio.

Existen numerosas leyendas e historias que se dieron a conocer durante los últimos años de la Edad Media relacionadas con esta especia. Estas historias le dieron la idea a Marco Polo que Ceylan era el mejor lugar del munco para disfrutar la canela. No obstante parece que ocultó esta información para no entorpecer la situación privilegiada que en esos momentos (siglos XIII y XIV) ostentaba Venecia con relación a su comercialización y al desorbitado precio que ponían desde esta ciudad del norte de Italia a esta especia.



Durante la Edad Media era utilizada en el Viejo Continente en la cocina para darle sabor a natillas, guisados, sopas y estofados de ave. Actualmente se utiliza en platos orientales, cerdo, chutneys, postres, pastelería, licores, etc, pero además con ella se elaboraban cosméticos, bálsamos, medicinas contra la tos o la indigestión y perfumes.

En 1275 se registró por primera vez a la canela como producto de Ceilán, donde jugó un papel de vital importancia en el contacto entre Oriente y Occidente. Hasta ese momento se pensaba que todas las especias venían del Jardín del Edén, que se localizaba en medio del Eufrates. Cuando los portugueses llegaron a Ceilán en el año 1500 encontraron que la canela crecía en forma silvestre y en 1536 ocuparon el territorio principalmente para proveerse de esta especia. El rey de Ceilán fue obligado a pagar a los portugueses un tributo anual de 12,000 kilos de canela en rama.

Don Lourenco de Almeida se trasladó en 1506 a Ceilán iniciando una ocupación que se concretó en 1518 que se mantuvo hasta mediados del siglo XVII. Después de la conquista holandesa de Ceilán, los portugueses la introdujeron en Brasil y en África. En los siglos XVI y XVII la canela es la única mercancía que los marineros podían traer libremente de Oriente.
En 1796, la canela se convirtió en monopolio de la British East India Company, hasta 1833.



Bocaditos de canela

2 ¾ taza de harina
2 cucharadas de azúcar granulada
2 cucharadas de azúcar moscabada
1 cucharada de aceite
1 cucharadita de sal
1 taza de agua tibia
2 cucharaditas de levadura en polvo
Baño:
3 tazas de agua caliente
¼ taza de bicarbonato
Decoración:
½ taza de mantequilla derretida
½ taza de azúcar granulada
1 cucharada de canela molida

Caliente el horno a 200°C y engrase y enharine ligeramente las charols. En el tazón de la batidora ponga 2 ½ tazas de harina, la azúcar granulada, la azúcar moscabada, el aceite, la sal y la levadura en polvo, al poner a funcionar vaya agregando el agua tibia.  Cuando haya agregado toda el agua si la masa está todavía húmeda, agregue el resto de la harina, deje mezclar por unos minutos.  Vierta la masa en la mesa y amase por unos 5 minutos.  Ponga la masa en un tazón engrasado y gire la masa para que se engrase toda.  Deje reposar hasta que doble su volumen.
Divida la masa en 6 partes y con cada una de ellas forme un rollo.  Corte piezas de 2 cm y vaya colocando por tandas en el agua hirviendo con bicarbonato.  Cuando ponga los trocitos de masa en el agua se irán al fondo, en unos segundos subirán y retírelos del agua.  Acomode los trocitos de masa en las charolas preparadas y deje reposar.
Hornee por 10 – 12 minutos o hasta que estén ligeramente dorados.  Cuando salgan del horno barnice con la mantequilla derretida y espolvoree con la azúcar revuelta con la canela.  Sirva.

viernes, 18 de julio de 2014

Rojo como el color del amor

En el Siglo XVI, de la mano de los españoles llegó el jitomate a Europa, de origen americano, aunque a ciencia cierta no se sabe si es Perú o México su país natal, pero lo que si se sabe es que en América se conoce desde antes que los españoles llegaran a América.
Dentro de las creencias del pueblo se decía que quienes presenciaban la ingestión de las semillas del tomate eran bendecidos con poderes adivinatorios.

Cuando llegó a Europa en 1540 creció con mucha facilidad por el clima mediterráneo.  Hay referencia de que en Italia los primeros tomates que se cultivaron eran de color amarillo, y en 1554 fueron descritos por el botánico italiano Piero Andrea Mattioli como “pomo d’oro”.  En Nápoles se descubrió un libro de cocina con recetas a base de tomate que fue publicado en 1692, y ahora como entonces, aparentemente el autor tuvo como fuentes recetas españolas.  En Francia, en el S.  XVIII fueron conocidos como “pomme d’amour” (manzana del amor); hoy los tomates de color rojo están más extendidos.

En Gran Bretaña el tomate se comenzó a cultivar hasta 1590.  Uno de los primeros cultivadores fue John Gerard, un peluquero- cirujano. El libro titulado “Hierbas de Gerard” fue publicado en 1597, y fue en gran medida plagiado de fuentes continentales, pero es también uno de las referencias más antiguas del tomate en Inglaterra.
Gerard supo que el tomate se consumió tanto en España como en Italia, sin embargo él afirmaba que era tóxico.  Los puntos de vista de Gerard eran influyente y el tomate se consideró no apto para ser consumido durante muchos años en Gran Bretaña y sus colonias norteamericanas.  Sin embargo, en el siglo XVIII el tomate se consumió extensamente en Gran Bretaña y antes de que terminara ese siglo la Enciclopedia Britannica indicó que el tomate era “de uso diario” en sopas, caldos y aderezos.

El tomate más pesado fue uno de 3.51 kilos del tipo “delicious”, granja de Gordon Graham, en Edmond, Oklahoma en 1986.
La planta de tomate mas grande fue una del tipo “Sungold” y creció 19,8 m de largo, crecida en Un triculture Ltd, (UK) Mawdesley, Lancashire, Reino Unido en 2000.





Tartaletas de tomate fresco

1 ½ tazas de jitomate picado
1 cucharadita de ajo picado muy fino
2 cucharaditas de cebolla picada
2 cucharaditas de vinagre de vino
½ cucharadita de salsa inglesa
½ cucharadita de salsa de soya
¼ cucharadita de pimienta negra recién molida
1 cucharadita de orégano seco
Sal al gusto
½ taza de queso parmesano rallado
300 gr de pasta de hojaldre
Para barnizar
1 yema
Para decorar
Aguacate al gusto
Cebolla de cambray rebanada
Hojas de orégano

Precaliente el horno a 200°C por 15 minutos. Extienda la pasta de hojaldre y corte círculos del tamaño deseado, coloque en charolas sin engrasar y refrigere.
Mezcle el jitomate picado, el ajo, la cebolla, el orégano, el vinagre de vino, la salsa inglesa, la salsa de soya, la pimienta negra y sal al gusto.
Retire los círculos de masa del refrigerador y barnice con la yema de huevo las orillas.  Ponga en el centro dos cucharaditas de la mezcla de jitomate, sin líquido.  Rocíe el queso parmesano por encima y hornee por15 – 20 minutos o hasta que las orillas de la tartaleta estén doradas.
Decore con el aguacate, la cebolla y las hojas de orégano.





jueves, 17 de julio de 2014

No deberían separarnos las fronteras

En la República Mexicana, como en todos los países del mundo, hay platillos regionales que poco a poco se dan a conocer en el resto del país. Cada tipo de comida es por región, por eso cuando una misma región se encuentra entre dos países la comida que tienen es parecida. Este es el caso de una comida que su origen se pierde en la frontera de nuestro país y el suroeste de los Estados Unidos.

Las chimichangas son una variedad de comida mexicana que se elabora con tortillas de harina de trigo, se rellena y se enrolla como si fuera un burrito.  De hecho, su nacimiento es como burrito pero a causa de un pequeño accidente se convirtió en chimichanga. Existe un pequeño debate sobre el origen de esta receta.  Algunas personas creen que el propietario de El Charro restaurante en Arizona dejó caer un pedazo de masa en el aceite caliente y dijo “chimichanga” para no decir una grosería pues habían mujeres en la cocina. En Nogales, Arizona los inmigrantes mexicanos llevaron sus comidas de Sonora y al dueño de un restaurante le gustó y la empezó a vender.

El relleno de la chimichanga puede ser de todo lo que uno quiera, aunque la base es un guisado, queso tipo Oaxaca, en ocasiones frijoles, otros le ponen arroz.  Se sirven acompañadas de mayonesa, salsa, guacamole, o solitas.
Chimichangas
6 tortillas de harina
6 cucharadas de frijoles refritos
6 cucharadas de salsa al gusto
400 gr de carne de cerdo deshebrada
400 gr de queso Oaxaca o Chihuahua
Aceite para freir



Ponga las tortillas extendidas en la mesa de trabajo, ponga una cucharada de frijoles en cada una de ellas y espárzalos. Agregue una cucharada de salsa sobre los frijoles, después la carne y el queso Oaxaca o Chihuahua.  Doble los costados laterales de la tortilla sobre si mismos, coloque el lado inferior de la tortilla y ponga sobre el relleno, enrolle.
Fría en aceite caliente por todos los lados.
Sirva solos o con salsa o mayonesa


miércoles, 16 de julio de 2014

Nos enamoramos cuando nos conocimos

La canela es un árbol de unos 15 metros de altura que proviene de Sri Lanka. Es una especia que procede de la corteza interna del árbol, extraída pelando y frotando las ramas y se utiliza en rama y molida. Es un árbol de clima cálido y húmedo.

Cuando está molida la canela se utiliza en postres, pasteles, dulces y entera se utiliza para adornar y sazonar algunos platos. En México, Ecuador, Colombia, Panamá, Bolivia, Chile, el sur de Estados Unidos y América Central se utiliza el té de canela al grado que compite en uso con otras bebidas calientes, como el café y el chocolate. En España es utilizada como especia en algunos platos tradicionales, como por ejemplo en la morcilla de Aranda, que es una variedad de la morcilla de Burgos. También se utiliza en un postre tradicional que es el arroz con leche.  En Ecuador y Colombia se prepara una infusión con licor llamada canelazo, generalmente en las ciudades andinas para evitar el frío.
También es utilizada como ingrediente en muchas salsas de curry y otros platos de Oriente en donde se utiliza la variedad de Ceilán y China, además del polvo y las hojas de la canela.

La corteza del canelo se deja secar, y se presenta en bastoncitos o en polvo.  Las variedades mas populares son las de Sri Lanka y la de China.

Se menciona en textos en sánscrito y en la Biblia.  En la antigüedad era usada para darle sabor al vino.  En la Edad Media se usaba para dar sabor a las natillas, guisados, sopas y estofados de ave.  Actualmente se utiliza en platos orientales, cerdo, chutneys, postres, pastelería, licores, etc.
Una de las muchas leyendas de la canela cuenta que fue hallada en el nido del Ave Fénix, milagroso pájaro de una antigua fábula que se dedicaba a juntar canela, nardos y mirra para alimentar el fuego mágico en el que se quemaría para luego renacer.


Tartaletas de pera

3 peras mantequilla
1 raja de canela
¾ taza de azúcar
400 gr pasta de hojaldre
50 gr de mantequilla suavizada
50 gr de almendra molida
50 gr de azúcar
1 yema
2 cucharadas de azúcar morena
Para barnizar:
1 yema

Precaliente el horno a 220°C por 15 minutos antes de hornear.
Pele las peras, parta a la mitad a lo largo y con un sacabocado retire el corazón de cada mitad. Con una media pera, haga un molde de cartón con dos centímetros extras de tamaño.  Ponga las peras con el azúcar, la raja de canela y agua suficiente para cubrirla.  Ponga a hervir por 30 minutos.  Ponga en un colador las peras para que se escurran y sequen.
Extienda la pasta de hojaldre de ½ cm de espesor y con el molde de cartón en forma de pera corte 6 piezas de la pasta de hojaldre.  Coloque en una charola y refrigere para que reposen.
En un tazón coloque la mantequilla suavizada, la almendra, el azúcar y el huevo y mezcle a que todo se integre bien.
Saque las peras de pasta de hojaldre del refrigerador y barnice con la yema de huevo.  En cada hueco de las peras de fruta ponga una cucharada de la mezcla de almendras y coloque sobre la pera de pasta de hojaldre.  Esparza un poco de azúcar moscabado por encima. Deje reposar por 10 minutos y hornee por 20 – 25 minutos o hasta que estén dorados los bordes.

martes, 15 de julio de 2014

A todo le da sabor

Al chile chipotle también se le dice chilpoctle o chilpotle y viene del Náhuatl chilpoctli o xipoctli, que significa chile ahumado. Es un tipo de chile  de la variedad del jalapeño que se ha dejado madurar hasta enrojecer y secar. Pero se seca con aire, lo que le da un sabor ahumado. La variedad de chile mas común para hacer chile chipotle es el jalapeño en algunas ocasiones se utiliza el chile morita, el chile mora y el chile pasilla.
Suelen comprarse enlatados que son adobados o a granel que son encurtidos, los cuales se elaboran con un adobo que se hace de chile ancho con piloncillo, jitomate, pimienta, aceite, cebolla y en ocasiones le ponen zanahoria. En cambio, cuando los chiles chipotles son encurtidos se elaboran con piloncillo, pimienta, laurel pero se preparan con vinagre de yema y algo de aceite, por supuesto se le pone jitomate y cebolla.

El cronista Bernardino de Sahagún hace notar que el chile ahumado, llamado en ese entonces pochchilli y ahora chipotle, podía ser encontrado en el mercado de Tlatelolco en la Ciudad de México, en el siglo XVI.
Se dice que el chile chipotle puede cambiar a un cocinero cualquiera por un excelente cocinero.
El Iron Chef Bobby Flay, en su restaurante “Mesa Grill and Mesa City” en Nueva York es su principal defensor y dice: “cuando camino en la cocina probando cosas, noto que algunos platillos necesitan algo y ese algo es casi siempre chipotle."
Rick Bayless, autor de “Rick Bayless’ Mexican Kitchen” (1996), de “La Frontera restaurant” en Chicago dice: "encontré una semejanza encantadora de sabores entre la barbacoa que crecí con los platos que fueron condimentados con el chipotle."

Josephina Howard, dueña de “Rosa Mexicano” uno de los restaurantes mexicanos mas importantes de Manhattan remonta el origen del chipotle a la Señorial Ciudad de Misantla en Veracruz; a diferencia de otros chiles como los jalapeño no pueden sr secados al aire.  Para conservarlos deben ser ahumados logrando así el sabor ahumado que concentra el sabor del chile.
Salchichas con chipotle

½ kilo de salchichas de cerdo
170 gr de queso crema
1 cebolla rebanada gruesa
3 cucharadas de mantequilla
½ taza de crema
½ taza de leche
1 lata pequeña de chiles chipotles adobados
Sal y pimienta al gusto


En un sartén ponga la mantequilla y fría las cebollas a que se acitronen, agregue las salchichas.  Muela el queso crema con la crema, la leche y los chiles chipotles, agregue a la sartén donde están las cebollas y las salchichas y deje que hierva.  Sazone con sal y pimienta y sirva tibio.

lunes, 14 de julio de 2014

El color se come

La naranja (o naranjo dulce) es un árbol frutal de tamaño medio, aunque puede llegar a tener una altura de 13 metros. Sus flores son blancas y se llaman azahar. Nacen aisladas o en racimos y son sumamente fragantes y su fruto es la naranja dulce.

Los naranjos tienen su origen en la India, Pakistán, Vietnam y el sureste de China y fueron traídos a occidente por los árabes. En sánscrito se llamaba “naranga” (probablemente de origen dravídico no ario, en tamil “Naru” significa “fragante”). De la India pasó a Arabia, donde se llamó “naranj” y luego al sur de Francia, donde en provenzal antiguo se llamó “naurange.”

Luego en inglés y francés “norange” se convirtió en “orange,” debido a que el artículo inglés “a” y el francés “une” pasaron de manera errónea a “an orange” y “une orange” respectivamente.
Este efecto se produjo también en otras palabras que empezaban por “n.” Sin embargo, en español se ha conservado el término “naranja.”
El color debe su nombre a la fruta debido a la coloración similar al catálogo cromático.
 

 
Galletas de naranja

375 gr de harina
250 gr de azúcar
200 gr de manteca vegetal
2 huevos
1 cucharadita de polvo para hornear
3 naranjas, la ralladura
Harina la necesaria para extender
1 taza de azúcar para decorar

Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine ligeramente las charolas. Acreme la manteca y el azúcar hasta que estén esponjosas, agregue los huevos de uno en uno e incorpore la ralladura de naranja.  Agregue la harina cernida con el polvo para hornear e integre perfectamente.  Esparza harina en la mesa y extienda la pasta de las galletas.  Con el cortador de galletas corte y coloque en las charolas preparadas.  Hornee por 6 minutos, gire las charolas para que se cuezan parejo las galletas, y deje otros 6 – 8 minutos o hasta que estén cocidas, que es cuando las orillas se tornan ligeramente doradas.

Cuando salgan del horno revuelva con la azúcar blanca y sirva.

domingo, 13 de julio de 2014

Polvo con sabor a chocolate

En Sevilla hay una región que se llama Estepa, la cual es una gran población rodeada de grandes llanuras de cereales. Pero antes de la Guerra de Independencia, gran parte de esas tierras estaban repletas de encinas y de cerditos que entre ellas corrían libremente comiendo sus ricas bellotas.
Se dice que los franceses talaron todos aquellos árboles para que no se escondieran allí los guerrilleros y rebeldes que se enfrentaron a los ejércitos invasores. Hasta entonces, con tanto cerdo, era normal que hubiera manteca en abundancia, cosa que se utilizó mucho en los fogones y en la repostería tradicional.
En todos los hogares y cocinas de los lugares cercanos a Estepa se elaboraban estas galletas de manteca de cerdo y harina, pero fue una señora a quién apodaban “La Colchona” la que revolucionó su elaboración. Esta señora cuyo nombre era Filomena Micaela Ruíz quería que marido, el cual era cosario, se llevara a vender estas galletas a donde él iba, por lo que secó más de lo normal estas galletas, dejándolas en el horno unos minutos adicional y así, pensó ella, durarían más tiempo frescas.
Y sí, leíste bien, dice cosario, no corsario.  Los cosarios en esta época eran los encargados de conducir personas o cosas de un pueblo a otro, algo así como los transportistas de la época.

Como verán los polvorones se hacen con manteca de cerdo, y no tengo nada en contra de ella pero estos polvorones los hice con mantequilla y margarina, por eso del colesterol. Disfruten.
 
 Polvorones de chocolate

60 gr de mantequilla
65 gr de margarina
150 gr de azúcar glas
3 huevos
1 cucharadita de polvo para hornear
275 gr de harina
25 gr de cocoa
Harina la necesaria para extender
Azúcar blanca para decorar

Horno precalentado a 180°C y charolas engrasadas y ligeramente enharinadas. Acreme la mantequilla con la margarina y el azúcar hasta que esté esponjosa.  Agregue los huevos de uno en uno hasta que se incorporen.  Agregue la harina cernida con el polvo para hornear y la cocoa.  Deberá quedar una mezcla un poco húmeda.

En la mesa espolvoree harina para extender la pasta hasta que esté del ancho deseado, dependiendo del tamaño del polvorón y con un cortador de galleta corte los polvorones. Acomode en las charolas preparadas, esparza un poco de azúcar blanca con los dedos y hornee por 10 – 12 minutos o hasta que estén cocidos.  No olvide girar las charolas a media cocción para que se cuezan parejo los polvorones. 

sábado, 12 de julio de 2014

Repetición casi instantánea

Para año nuevo preparé un pretzel  gigante que tenía una moneda escondida en algún lugar, pues se supone que el que encuentre la moneda va a tener muy buena surte todo el año. Esta es una tradición de Nueva York.
Este pretzel lo hice un poco antes de que empezara a escribir este blog y pensando en qué iba a preparar para hoy, mi hijo el de en medio, me sugirió que lo hiciera pues le gustó muchísimo, aparte del hecho que él fue el que se sacó la moneda de la suerte.
Por supuesto ahora no le puse moneda pero igual se lo comieron y se lo terminaron.

Nos dimos cuenta que acompaña muy bien al desayuno, a la comida o a la cena, con dulce o con salado pues su sabor se lleva bien con todo.
Este pretzel es muy fácil y muy rico, pruébenlo.
 
Pretzel trenzado

500 gr harina
2 ½ cucharadita levadura
1/3 taza azúcar
1 taza leche
1 huevo batido ligeramente
60 gr mantequilla derretida
½ cucharadita sal
Ralladura de 1 limón
Jugo de 1 limón
1 yema para barnizar
Azúcar para decorar


En el tazón de la batidora ponga la leche, huevo, mantequilla, azúcar, sal, ralladura y jugo de limón, harina y al final la levadura.  Revuelva todo y deje amasando por 5 – 7 minutos.  Si necesita más líquido agregue agua o leche por cucharadas.  Deje reposar en un lugar tibio.  Divida la masa en tres partes y haga tiras delgadas.  Trence y forme el pretzel.  Barnice con la yema y esparza el azúcar.  Deje levar.  Hornee en horno precalentado a 350°F por 30 minutos

viernes, 11 de julio de 2014

Un bocado de delicioso polvo.

 El polvorón es una torta o galleta por lo general pequeña, de harina, manteca y azúcar que se cuece a alta temperatura y que se deshace en polvo al comerla. Tiene ese nombre puesto que al añadir la harina, parece que hay polvo encima del dulce.
En estos tiempos se ha convertido en una especialidad de repostería navideña de España y de algunos lugares de habla hispana.
La historia del polvorón en España data del siglo XVI. El consumo de este producto se debe a que en esa época hubo un exceso de producción en la cosecha. Concretamente el hecho tuvo lugar en Andalucía, algunos dicen que en Antequera y otros que en Estepa a raíz del excedente de trigo y manteca de cerdo.
Generalmente el  polvorón viene envuelto en papel. El polvorón siempre es redondo.
Al contrario de la dulcería navideña, de claro origen árabe como es el mazapán, los pestiños, mantecados y turrones de Alicante y de Jijona, el polvorón ha sido desde su nacimiento español, ya que la manteca de cerdo está prohibida para los feligreses musulmanes.

Los mejores polvorones de España son los que se preparan por las manos de las monjas agustinas, del Convento de Santa María de Gracia, de Jerez de la Frontera.
Aquí en México el polvorón es elaborado en todas las panaderías de las grandes ciudades y de la provincia. Se elaboran polvorones rosas, de chocolate y de vainilla. Aunque también encontramos de otros sabores como de naranja, limón, almendras, nueces, o de casi cualquier sabor que se nos ocurra, pero hice una pequeña diferencia. Los polvorones son hechos con manteca de puerco pero yo utilicé manteca vegetal (la cual pienso que no es tan mala para la salud como la de cerdo).

Polvorones rosas

150 gr de manteca vegetal a temperatura ambiente


100 gr de azúcar glas
2 cucharaditas de polvo para hornear
1 cucharadita de bicarbonato
300 gr de harina
1 cucharadita de vainilla
Color vegetal rosa al gusto
Harina la necesaria para extender la masa
1 taza de azúcar glas para espolvorear

Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine ligeramente las charolas. Acreme la  manteca con el azúcar a punto de pomada, agregue el color y la vainilla.  Añada la harina cernida con el bicarbonato y el polvo para hornear en forma envolvente y mezcle hasta obtener una pasta homogénea y algo pegajosa.
Espolvoree la mesa con harina y extienda la pasta hasta que tenga 1 cm de grueso, y corte con cortadores de galletas redondos de 7 cm aproximadamente o del tamaño que dese.  Procure poner suficiente harina para que no se pegue.  Acomode los polvorones cortados en las charolas preparadas y hornee por 25 – 30 minutos.  A la mitad del tiempo gire las charolas para que se cuezan de forma pareja. Cuando ya están listos es cuando las orillas toman un ligero color dorado.
Cuando estén cocidos retire del horno y deje enfriar.  Espolvoree con el azúcar glas.


jueves, 10 de julio de 2014

Historia de la comida XV: El flan

Varios siglos antes de nuestra era, los huevos eran ingredientes esenciales en muchas recetas. Los fenicios, los griegos y luego los romanos los consideraban muy saludables. Además de ser nutritivos, creían que eran beneficiosos para los problemas del hígado y los riñones, que incrementaban la fertilidad y eliminaban ciertos problemas del tracto urinario.

Los consumían de diferentes maneras, pero los antiguos romanos copiaron la fórmula griega de mezclar huevos con leche y crearon una receta llamada Tyropatinam con huevos, leche y miel que se cocinaba a fuego lento para cuajar los huevos y luego se servía espolvoreada con pimienta.  El tyropatinam se menciona en la obra del poeta latino Venancio Fortunato (536-610 a.C).

Durante la edad media  se hizo muy popular en la Cuaresma cuando estaba prohibido comer carnes.  Entonces surgió el “flado” (torta, objeto plato, en latín) de huevos cuajados en versiones saladas y dulces, con pescado, verduras pero también con frutas, queso y miel.

En Francia y España, la versión dulce del “flado” comenzó a servirse como postre, invertido con una salsa de caramelo y empezó a llamarse “flan” o “creme renversee au caramel”, en el país franco.
Ya con la conquista española en el Nuevo Mundo se popularizó este delicioso postre.

El flan o pudín conocido como “flado” poco a poco llegó a ser más conocido comúnmente por su nombre en francés antiguo “flaon”.  Además hubo muchas variaciones en la forma del “flaon”, dependiendo de los gustos y las innovaciones de una cultura determinada.  Las variaciones incluyen la canela y el azúcar, las almendras, espinacas, pescado, queso y frutas.  Por lo tanto, el flan de queso que es similar al pastel de queso, que apareció en esta época del Imperio Romano.


Sus ingredientes básicos son leche, azúcar y principalmente huevo y se cocina a baño María hasta que toma una consistencia ligera y algo gelatinosa.  En el Reino Unido se pone el flan en una corteza que se rellena de frutas y nueces.



Flan Napolitano

1 lata de leche condensada
½ litro de leche entera
6 huevos
150 gr de queso crema
2 cucharadas de vainilla
Caramelo:
200 gr de azúcar

Precaliente el horno a 180°C. Disuelva en azúcar del caramelo en una ollita o sartén y cuando tenga color dorado claro se vierte en el molde en el que vamos a hacer el flan.  Deje enfriar.
Licue la leche condensada, la leche entera, los huevos, el queso crema y la vainilla. Vierta en el molde preparado y frío. 
Tape el molde del flan con papel aluminio, ponga en un molde más grande y ponga agua caliente para hacer un baño María. Hornee por 60 minutos aproximadamente hasta que esté cocido o al insertar un palillo este salga limpio.
Retire del baño maría y deje enfriar completamente antes de voltearlo.  Refrigere.  Voltee en un platón y sirva.

miércoles, 9 de julio de 2014

Seamos románticos



Cuando los labios se unen se funden dos corazones y dos almas. Es el beso, al que infinidad de inspirados artistas le han dedicado poesías, canciones, pinturas, esculturas todo tipo de arte y hasta en lugares coloniales como en un callejón en Guanajuato donde dos balcones se unen, y se dice que los dueños de esos lugares se besaban, por eso se llama el callejón del beso.

El contacto labial propicia la estimulación nerviosa y la respuesta cerebral a la liberación de oxitocina, dopamina y adrenalina en el torrente sanguíneo, lo que genera una gran cantidad de efectos físicos.
La liberación de la oxitocina (hormona que se relaciona con l amor materno, las contracciones uterinas, el parto y la atracción sexual) en el torrente sanguíneo origina distintas respuestas físicas, como la sudoración nerviosa y las respuestas sexuales. 
La dopamina produce la sensación de bienestar.  La adrenalina produce una serie de cambios físicos: cambios en la presión arterial, el nivel de glucosa y el ritmo cardiaco, además de la sensación de alerta y el tono rojizo en la zona cigomática.
Otros beneficios del beso incluyen el aumento de los niveles de autoestima, la tonificación de los músculos faciales.

El beso, en su significado cultural general, representa una expresión emocional que refleja sentimientos de amor o afecto hacia otra persona.  El beso suele tener implicaciones sexuales, románticas, eróticas o afectivas que permiten la conexión entre la persona y el objeto de placer.  El beso es un simbolismo social que se utiliza como una expresión de los sentimientos de amor, aprecio, afecto o respeto.

El beso es la expresión del amor: de los padres a los hijos, de los hijos a los padres, de los hermanos, de los familiares, de los esposos, de los novios, claro que hay de besos a besos y yo hoy a ustedes les voy a dar unos besos tremendos…

… de pan

¡¡¡Disfruten!!!!

Besos
150 gr de mantequilla
150 gr de margarina
375 gr de azúcar
8 huevos
2 cucharadas de vainilla
4 cucharaditas de polvo para hornear
300 ml de agua
Para decorar:
1 taza de mermelada de fresa
1 taza de azúcar
1 taza de mantequilla derretida

Horno precalentado a 200°C y charolas engrasadas y enharinadas. Acreme la mantequilla con la margarina y el azúcar a punto de pomada.  Aparte mezcle los huevos con la vainilla y añada poco a poco a la mantequilla.  Cierna el polvo de hornear con la harina y agregue al batido alternando con el agua.  Mezcle hasta obtener una pasta homogénea.
Vierta la masa en una manga sin duya, o con dos cucharadas ponga porciones de la masa como si fueran medias naranjas.  Hornee por 20 minutos o hasta que tengan color. 

Barnice los panes con la mantequilla y revuelque en el azúcar, unte con la mermelada y únalos.






martes, 8 de julio de 2014

El pasado presente.

Siempre pasan en la televisión programas de cocina. Algunos son buenos, algunos no tantos, y hay otros que de plano son bastantes malos. Uno tiene que escoger y decidir cuál vale la pena
Hace muchos años pasaban un programa de cocina italiana con Biba, el cual era una maravilla. Biba era una chef maravillosa. Todo lo hacía con una practicidad increíble. Todo era muy fácil de hacer. Eso sí, siempre es más fácil y rápido cocinar con la magia de la televisión que en casa.

Cuando me gusta una receta la haga hasta que me sale bien, pero las recetas de Biba siempre eran exactas, rápidas y deliciosas. No había una que no nos gustara, que no fuera fácil y que no fuera exacta.

La salsa de carne que hacía Biba era riquísima. La aprendí a hacer y siempre nos ha gustado mucho, aunque con el paso de los años la receta ha cambiado un poquito (aunque no mucho), está muy buena.
 
Lasaña de carne

1 paquete de hojas de lasaña cocida
3 tazas de queso mozzarella rallado
1 taza de queso parmesano rallado
Salsa de carne:
1 kilo de carne molida de res
1 kilo de jitomate pelado y sin semillas y con su jugo, picado
3 – 4 pimientos morrones rojos en trozos
3 – 4 zanahorias en trozos
½ cebolla en rebanadas
½ poro rebanado
2 – 3 cucharadas de aceite
1 – 2 tazas de caldo de res o agua
1 – 2 tazas de vino tinto
4 rebanadas de tocino picadas
Sal y pimienta al gusto
Salsa bechamel:
100 gr de mantequilla
100 gr de harina
1 litro de leche
1 cucharadita de orégano deshidratado
1 cucharadita de albahaca deshidratada
1 litro de crema
Sal y pimienta al gusto

En un molde refractario ponga una cucharada de salsa de carne, acomode las hojas de lasaña, tres o cuatro cucharadas de salsa de carne, salsa bechamel, queso mozzarella y queso parmesano, y así en capas sucesivas hasta terminar con lasaña, salsa bechamel , queso mozzarella y queso parmesano.
Salsa de carne: en una olla ponga el aceite y fría los pimientos morrones, las zanahorias, la cebolla y el poro deje que se sofrían y agregue el caldo de res o agua.  Cuando las verduras estén cocidas agregue el jitomate y deje unos cinco minutos más.  Licue las verduras con el jitomate y reserve.
En la misma cacerola fría el tocino y la carne.   Cuando la carne esté dorada agregue el licuado y el vino tinto, sazone con sal y pimienta y deje que se cueza lentamente alrededor de 30 – 40 minutos, que se haya espesado y tenga cuerpo.

Salsa bechamel: en un sartén o en una olla ponga la mantequilla hasta que se derrita y agregue la harina, mueva con una espátula de madera para que no se formen grumos, deje que se dore levemente y agregue la mitad de la leche, mueva constantemente ahora con un batidor de globo, cuando espese agregue la mitad de la leche que queda, y mueva constantemente. Añada toda la leche restante y la mitad de la crema y continúe moviendo, agregue el orégano y la albahaca deshidratados y sazone con sal y pimienta.  Al final agregue el resto de la crema y rectifique la sazón.