domingo, 28 de abril de 2024

Chutney de mango

El mango, conocido científicamente como Mangifera Indica, tiene una historia que se remonta a miles de años en las tierras del sur y sureste de Asia, particularmente en la India y Birmania.  Se cree que esta fruta fue cultivada por primera vez hace más de 4,000 años en la región del Indo-Ganges, donde se encontraron registros tempranos de su cultivo. Desde entonces, el mango se ha considerado una fruta sagrada en la mitología hindú, asociada con la fertilidad y la prosperidad. Su importancia cultural y su adaptabilidad a diversas condiciones climáticas lo llevaron a ser llevado por exploradores y comerciales a otras partes del mundo, incluyendo el sudeste asiático, África y América.

Con el tiempo, el mango se convirtió en una parte integral de la dieta y la cultura en muchas regiones tropicales y subtropicales.  Su llegada a América se atribuye en gran medida a los comerciantes portugueses, quienes lo introdujeron en lugares como Brasil en siglo XVI.  Desde entonces, el mango se ha aclimatado y ha florecido en diversas partes del continente americano, desde el Caribe hasta América del Sur, convirtiéndose en una fruta icónica de la región y una importante exportación en muchas economías locales.

Su viaje a través de los siglos ha dejado un legado duradero, no solo como una fruta deliciosa y nutritiva, sino también como un símbolo de diversidad cultural y conexión global.

 

Chutney de mango

  • 2 tazas de mangos frescos en cubos
  • ¾ taza cebolla picada
  • 1 - 2 jalapeño rojo
  • ½ taza pasitas
  • ½ taza vinagre de manzana
  • ¾ taza miel de inulina
  • 1 cucharadita jengibre molido
  • 1 rama de canela
  • 5 granos de pimienta negra
  • ½ cucharadita sal marina

  1. Ponga todos los ingredientes en una olla a fuego medio y revuelva hasta que el azúcar se disuelva.  
  2. Una vez que hierva, reduzca el fuego y cocine a fuego lento por 30 – 35 minutos, hasta que tenga consistencia de mermelada.
  3. Deseche la rama de canela y deje que el chutney se enfríe por completo.  Guarde en un recipiente hermético y refrigere.


miércoles, 24 de abril de 2024

Carpaccio de champiñones

El carpaccio es un plato de origen italiano que se remonta a la década de 1950.  Su creación se atribuye al famoso restaurante Harry’s Bar en Venecia, Italia.  Fue inventado por el propietario del restaurante, Giuseppe Cipriani, en honor al pintor veneciano Vittore Carpaccio, conocido por sus sobras que presentaban colores vibrantes y un estilo de pintura similar a láminas muy finas.

La historia cuenta que, en 1950, una cliente habitual del restaurante Harry’s Bar, la condesa Amalia Nani Mocenigo, le recomendó a Cipriani que comiera alimentos crudos por razones de salud.  Inspirado por esta sugerencia, Cipriani creó un plato de carne cruda cortada en láminas muy finas y aliñada con una salsa suave.  En honor al pintor Carpaccio, decidió llamar a este plato “Carpaccio”, evocando la idea de láminas finas y colores vivos, similar a las obras del artista.

Desde entonces, el carpaccio se ha convertido en un plato emblemático de la cocina italiana, y su popularidad se ha extendido por todo el mundo. Aunque la versión original utiliza carne de res, se han desarrollado muchas variaciones utilizando diferentes tipos de carne, pescado e incluso vegetales.  El carpaccio sigue siendo apreciado por su elegancia, sabor delicado y presentación artística.

El carpaccio de vegetales es una opción deliciosa y ligera, perfecta para los amantes de la cocina vegetariana o para aquellos que buscan una alternativa más saludable al carpaccio tradicional de carne.

Carpaccio de champiñones 

  • 250 gr champiñones, hongos o setas al gusto
  • 1 cucharadita de jugo de limón
  • 1 ramita de perejil
  • 2 cucharaditas de vinagre balsámico
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • Sal de hierbas
  • Pimienta negra al gusto

  1. Limpie los hongos que vaya a utilizar con un palo, lave bajo el chorro de agua para quitarle lo sucio, lamine finamente y rocíe con el jugo de limón.  
  2. Lave y pique el perejil. 
  3. Haga una marinada con el vinagre balsámico, el aceite de oliva, la sal de hierbas y la pimienta.
  4. Distribuya los hongos en forma decorativa en un platón y rocié con la marinada. 
  5. Decore con el perejil. 
  6. Deje reposar por 5 minutos.

jueves, 18 de abril de 2024

Pastel húmedo de manzana

 

Este pastel es muy jugoso y debe esa propiedad a que utilizamos caramelo en la parte inferior del molde, como si estuviéramos haciendo un flan.

Cuando utilizamos caramelo nos remontamos a la cocina francesa y española, donde el flan tiene sus raíces.  La historia exacta del origen del caramelo en el flan o pan no está totalmente documentada, pero se cree que su uso se desarrolló a medida que el flan se popularizó en Europa y América latina durante los siglos XVIII y XIX.

El caramelo cuando se hornea se derrite y se convierte en un delicioso jarabe que cubre la parte superior de nuestra preparación una vez que se desmolda.  Al añadirle el caramelo a este pan o pastel, no solo agregamos el sabor dulce tostado, sino que también le proporcionamos un contraste de texturas con las nueces, pasas y manzanas, entre crujiente y pegajosa.  También la acidez de la manzana con la dulzura del caramelo crea un agradable contraste de sabores en cada bocado.  Además, el caramelo añade un brillo muy atractivo y una presentación elegante a este pan de manzana una vez que este horneado y se sirva.

En resumen, agregar caramelo al pan de manzana puede ser una forma deliciosa de mejorar su sabor y presentación.  Sin embargo, es importante tener en cuenta que el caramelo puede hacer que el pan sea más dulce, así que ajusta la cantidad según tus preferencias personales.

Pastel húmedo de manzana

  • Azúcar para caramelizar el molde
  • 4 – 5 manzanas
  • ½ taza de pasitas remojadas en vino
  • ½ taza de nueces picadas
  • 1 taza de harina
  • 1 cucharadita de polvo para hornear
  • 1 taza de azúcar
  • 4 huevos batidos
  • ½ litro de leche
  • 1 cucharada de esencia de vainilla

 

  1. Haga un caramelo y vierta sobre el molde que vaya a utilizar. Precaliente el horno a 170°C.
  2. Corte las manzanas peladas en rebanadas delgadas y coloque sobre el caramelo, también ponga las pasitas y las nueces.
  3. Cierna la harina con el polvo para hornear y el azúcar y esparza sobre las manzanas.  
  4. En un tazón bata los huevos con la leche y la vainilla, esparza en el molde sobre la harina, suavemente para que vaya penetrando en los ingredientes secos.
  5. Meta el molde al horno a baño maría por una hora aproximadamente, o cuando introduzca una brocheta esta salga seca.  Desmolde cuando esté frío.

 


domingo, 14 de abril de 2024

Bulgogi

El bulgogi es uno de los platos coreanos mas populares y deliciosos.  La palabra “bulgogi” se traduce literalmente como “carne de fuego” en coreano y es un plato de carne marinada y asada a la parrilla.

El bulgogi tiene sus raíces en la gastronomía coreana antigua y se remonta a siglos atrás.  Originalmente, era una forma de preparar carne de res durante el período de los Tres Reinos de Corea (de 57 a.C. – 668 d.C.). En aquel entonces, la carne se asaba a la parrilla sobre brasas o fuego abierto.

A lo largo de los siglos, el bulgogi ha evolucionado y se ha refinado, y hoy en día es un plato emblemático de la cocina coreana.  La marinada típica para el bulgogi incluye ingredientes como salsa de soya, azúcar, ajo, cebolla y aceite de ajonjolí que le dan su característico sabor dulce y salado. La carne más comúnmente utilizada es la de res, aunque también se pueden usar otras carnes como cerdo o pollo.

El bulgogi se sirve tradicionalmente con arroz cocido y una variedad de acompañamientos, como kimchi (col fermentada picante), ssamjang (pasta de soya picante), y banchan (varios platos pequeños acompañantes).

Hoy en día, el bulgogi es un plato muy popular tanto en Corea como en todo el mundo, y se puede encontrar en restaurantes coreanos en casi todos los rincones del planeta.  Su deliciosa combinación de sabores y su versatilidad lo convierten en una opción favorita para muchas personas que desean experimentar la cocina coreana.

Bulgogi

  • ½ cebolla
  • 1 zanahoria
  • ½ kilo res o ternera
  • Aceite el necesario
  • Ajonjolí para decorar
  • 1 manojo cebollita cambray con lo verde

Marinada:

  • 3 cucharadas salsa de soya
  • 2 cucharadas aceite de ajonjolí
  • 3 cucharadas azúcar moscabada
  • 1 cucharadita jengibre molido
  • 1 cucharadita cúrcuma molida
  • Pimienta negra al gusto
  • 2 cucharadas de pera rallada
  • 2 dientes de ajo picado

 

  1. Corte la cebolla en juliana, la zanahoria en bastoncitos, las cebollitas de cambray en rodajas diagonales con lo verde incluido y la carne en tiras pequeñas.
  2. En un tazón mezcle los ingredientes de la marinada, la verdura y carne cortada y revuelva bien. 
  3. Guarde en un contenedor o tape con película plástica y guarde en el refrigerador por al menos 30 minutos, puede ser de un día para otro.
  4. En una sartén ponga aceite y fría la carne marinada por tandas para que no se cueza sino se fría.  
  5. Saltee por 5 minutos y vaya reservando cada tanda.  
  6. Al final junte toda la carne, espolvoree con las semillas de ajonjolí tostadas y acompañe con arroz blanco y con hojas de lechuga.
  7. En una hoja de lechuga se pone un poco de bulgogi, un poco de arroz y se mete a la boca.

jueves, 11 de abril de 2024

Sopa de tortilla

La sopa de tortilla es un platillo tradicional mexicano que se ha convertido en un plato muy popular en todo el mundo. Su origen se remonta a la época precolombina, cuando los pueblos indígenas de México ya consumían maíz de diversas formas en su alimentación diaria.

A la sopa de tortilla también se le conoce como sopa azteca, debido a sus raíces en la cocina mesoamericana.  Antes de la llegada de los españoles a América, los indígenas ya preparaban una especie de sopa de tortilla, con los chiles chiles, jitomates y otros ingredientes disponibles en la región.

Con la llegada de los españoles y la introducción de nuevos ingredientes como el pollo, el queso y la crema, la sopa de tortilla comenzó a evolucionar hacia la receta que conocemos hoy en día.  La adición de estos ingredientes le dio a la sopa tortilla un sabor más rico y complejo.

Hoy en día, la sopa de tortilla se prepara de muchas maneras diferentes, pero generalmente incluye una base de caldo de pollo o de jitomate, tortillas de maíz cortadas en tiras y fritas, tomate, cebolla, chile, aguacate, queso, crema y cilantro. Es un plato reconfortante y delicioso que se sirve caliente y es perfecto para disfrutar en cualquier época del año.

 

Sopa de tortilla

  • 6 tortillas de maíz
  • Aceite el necesario
  • ½ cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • ½ k jitomate
  • 1 litro caldo de pollo o verduras
  • Sal y pimienta al gusto
  • 1 chile pasilla frito y en tiras delgadas
  • 1 aguacate en rebanadas
  • Queso fresco rallado
  • Crema agria
  • Chicharrón en trozo
  • Cebolla picada
  • 150 gr chorizo frito

  1. Corte las tortillas en tiras, fría en el aceite. Reserve. 
  2. Muela la cebolla, ajo, jitomate, sal, pimienta y una taza de caldo. 
  3. En una olla, ponga una cucharada de aceite, vierta la salsa de jitomate molida para que se fría, agregue el resto del caldo, rectifique la sazón.
  4. En un plato hondo, coloque un poco de tortillas fritas con uno o dos cucharones del caldillo de jitomate. 
  5. Acompañe con el resto de los ingredientes para que cada comensal se sirva al gusto.

 

 

 

 


domingo, 7 de abril de 2024

Tortas de papa

En los rincones más entrañables de México, las tortas de papa reinan como una de las delicias más versátiles y queridas.  En cada hogar, en cada puesto callejero, se teje una historia distinta alrededor de este platillo humilde pero lleno de sabor.  Cada quien guarda celosamente su receta, transmitida de generación en generación como un tesoro familiar.

Desde el norte árido hasta el sur tropical, las tortas de papa se adaptan a los ingredientes locales y al paladar de quienes las preparan.  Unas llevan un toque de chile chipotle para avivar los sentidos, mientras que otras prefieren la suavidad del queso fresco derretido. Algunas las sirven con una salsa picante que despierta hasta el más adormilado de los paladares, mientras que otros optan por una salsa verde o roja fresca y vibrante.

Pero más allá de las variaciones, las tortas de papa son un lazo que une a la gente.  En las fiestas familiares, se reúnen generaciones enteras alrededor de una mesa cargada de este manjar.  En los puestos callejeros, el aroma tentador invita a los transeúntes a detenerse y probar un bocado de autenticidad mexicana. Es una comida que trasciende clases sociales y fronteras, uniendo a la gente en torno a una pasión compartida por lo delicioso y reconfortante.

En cada mordisco de una torta de papa mexicana, se saborea la diversidad y la riqueza cultural de un país que celebra la creatividad y la tradición en igual medida. Es más que un simple plato; es un símbolo de identidad y orgullo, una prueba de que la verdadera magia de la cocina radica en el amor y la creatividad que se vierten en cada preparación.

Tortas de papa

  • 4 papas grandes
  • 2 dientes de ajo picados
  • ½ taza de pan rallado
  • 1 huevo
  • ½ cucharadita de ajo en polvo
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite para freir

 

  1. Pele y corte en trozos grandes las papas, ponga a hervir con suficiente agua y con algo de sal, hasta que estén tiernas, aproximadamente 15 a 20 minutos.
  2. Escurra y deje enfriar un poco.
  3. Cuando estén ya tibias, machaque las papas para obtener un puré grueso, agregue el ajo, pan rallado y el huevo, mezcle hasta que todo esté bien incorporado. 
  4. Sazone con sal y pimienta al gusto.
  5. Forme con la mezcla tortas del tamaño deseado. 
  6. Caliente un poco de aceite en una sartén a fuego medio.  
  7. Cuando esté caliente, agregue las tortas de papa y cocine hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados, de 4 a 5 minutos de cada lado.
  8. Ya cocidas, retire del aceite y coloque sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
  9. Sirva las tortas de papa calientes, acompañadas de una ensalada fresca, o salsa, o crema agria o guacamole.

 

 

 

 


jueves, 4 de abril de 2024

Estofado de jacube

En México, la cocina tradicional se enriquece con una amplia variedad de plantas, muchas de las cuales se han convertido en elementos emblemáticos de la gastronomía local. Sin embargo, existe una cactácea poco conocida y utilizada en los platos típicos: los jacubes. Estas plantas pertenecen a la familia de las cactáceas y se caracterizan por su forma alargada y sus espinas largas y escasas, a diferencia de los nopales más comunes.

Conocidos científicamente como Acanthocereus tetragonus, los jacubes se encuentran principalmente en las poblaciones silvestres a lo largo del litoral del Golfo de México, en estados como Tamaulipas, Hidalgo y Veracruz.  A menudo se les llama también crucetas o nopales de cruz debido a su peculiar forma de estrella o cruz cuando se cortan.

Preparar los jacubes para su consumo implica quitarles las espinas y la piel transparente, especialmente cuando están tiernos para evitar que el sabor se vuelva amargo.  Una vez limpios, se pueden cocinar de diversas maneras; desde saltearlos con huevo hasta guisarlos con chile y carne.  Una receta común es simplemente hervirlos con un poco de sal y luego agregarlos a otros platillos para crear deliciosas combinaciones.

La versatilidad de los jacubes en la cocina mexicana se refleja en la diversidad de recetas en las que se pueden utilizar. Desde acompañamientos sencillos como con frijoles o tomate, hasta platos más elaborados, los jacubes ofrecen un toque único a la mesa, resaltando la riqueza y la variedad de la cocina regional mexicana.

 

Estofado de jacube

 

  • 10 piezas de jacube
  • ½ k costillas de cerdo
  • ½ k maciza de cerdo
  • 1 k tomates verdes
  • 3 dientes de ajo
  • ½ cebolla
  • ½ cucharadita comino
  • ½ cucharadita orégano
  • Sal y pimienta al gusto

 

  1. Quite la película que cubre el jacube, corte en rebanadas. Reserve.
  2. Licue 4 tomates verdes con el ajo y la cebolla con medio litro de agua, el resto de los tomates córtelos en 4. Reserve.
  3. Coloque los tomates cortados en la olla exprés, ponga la carne, los jacubes, el comino, el orégano, lo licuado, sazone con sal y pimienta.
  4. Deje que se cueza por 40 minutos.  
  5. Sirva con arroz y tortillas recién hechas.

viernes, 29 de marzo de 2024

Huevos en "rabo de mestiza"

En México, el desayuno tradicional es huevo. No importa como los comamos, la mayoría de los mexicanos los desayunamos de diferentes maneras.

En esta ocasión platicaremos sobre los “huevos en rabo de mestiza”. Cuando los probé por primera vez, me dijeron que era un platillo tradicional poblano, que unas personas en algún lugar de Puebla tenían la receta original. Pasado el tiempo (mucho, mucho tiempo), me encontré que los “huevos en rabo de mestiza” no son originales de Puebla. Es más ni siquiera son originales de México, sino de Ecuador, un país en Sudamérica.

Este platillo de la zona costera de Ecuador, consiste en huevos cocidos en una salsa de tomate y cebolla, a menudo condimentada con especias como comino y achiote. El nombre “rabo de mestiza” se refiere a la salsa, que se hace triturando tomates y cebollas hasta que queden suaves, se sazona con comino, achiote y sal, luego, luego los huevos se pochan en esta sabrosa salsa hasta que estén cocidos al gusto del comensal. Es un plato sencillo pero delicioso que muestra los sabores vibrantes de la cocina ecuatoriana.

Por supuesto, a la salsa le podremos agregar rajas de chile poblano, o lo que nuestra imaginación nos diga. Como ya sabemos la globalización nos ha enseñado que lo mismo de aquí, está allá, o más allá.

De todas formas, disfrutemos un delicioso desayuno acompañado de frijolitos, tortillas recién hechas y un sabroso café con leche, o latte, como se llama ahora.

Huevos en "rabo de mestiza" 

  • 6 huevos
  • ½ k jitomates pelados y picados
  • 1 cebolla mediana picada
  • 2 dientes de ajo picados
  • ½ cucharadita comino molido
  • 1 cucharadita achiote
  • Aceite el necesario
  • Sal y pimienta al gusto

  1. En una sartén grande caliente un poco de aceite, agregue la cebolla y el ajo hasta que estén dorados, añada los jitomates y cocine hasta que se hayan ablandado y se forme una salsa espesa, aproximadamente  15 – 20 minutos.
  2. Condimente la salsa con comino, achiote, sal y pimienta y mezcle bien.
  3. Forme pequeños huecos en la salsa con la parte posterior de una cuchara y rompa un huevo en cada uno de ellos. 
  4. Cubra la sartén y cocine a fuego lento hasta que los huevos estén cocidos a gusto del comensal.
  5. Una vez que los huevos estén cocidos, retire la sartén del fuego y sirva caliente con arroz, frijol, o pan fresco.

martes, 26 de marzo de 2024

Pollo en salsa cremosa de espinacas y champiñones

La idea de que las espinacas proporcionaban una gran cantidad de fuerza se popularizó en gran parte debido a un error de traducción y una interpretación exagerada de los datos nutricionales.  En la década de 1870, un científico alemán llamado Erich von Wolf publicó un estudio que sugería que las espinacas contenían diez veces mas hierro de lo que realmente tenían.  Este error se debió a un error de decimal en la transcripción de los datos.

Cuando el estudio fue traducido al inglés, la cifra errónea de von Wolf se mantuvo, y se creó la idea de que las espinacas eran una fuente increíblemente rica en hierro. Además, durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos promovió el consumo de espinacas como una forma de obtener nutrientes esenciales durante los tiempos de escasez de alimentos, lo que contribuyó a su reputación como un alimento poderoso.

La caricatura de Popeye, que se popularizó en la década de 1930, también contribuyó a esta percepción.  Aunque la conexión entre las espinacas y la fuerza exagerada en la serie animada es ficticia, contribuyó a reforzar la idea de que las espinacas eran un alimento que podía proporcionar una gran cantidad de energía y fuerza.

Popeye, el famoso marinero de los dibujos animados, es conocido por su amor por las espinacas.  En la serie, siempre que necesita fuerza extra, Popeye abre una lata de espinacas y las come, lo que le da un impulso instantáneo y le permite superar cualquier desafio, especialmente al enfrentarse a su némesis, Brutus.  Esta asociación entre Popeye y las espinacas se ha vuelto icónica, y ha contribuido a la popularidad de este vegetal entre los niños y adultos.  Aunque en realidad, la cantidad de fuerza que proporciona una lata de espinacas son una excelente fuente de hierro y otros nutrientes que promueven la salud.

 

 

Pollo en salsa cremosa de espinacas y champiñones

  •  2 cucharadas de mantequilla
  • 3 – 5 cucharadas aceite
  • 2 pechugas de pollo
  • Sal y pimienta
  • Tomillo
  • 1 taza agua o consomé

Salsa:

  • 2 cucharadas mantequilla
  • 4 cucharadas aceite
  • 1 cebolla picada fino
  • 1 diente ajo picado
  • 500 gr champiñones rebanados
  • 250 gr espinacas frescas o congeladas
  • 1 taza crema
  • ½ taza jocoque fresco
  • Sal y pimienta

Para servir jocoque o crema

 

  1. Corte las pechugas en fajitas. 
  2. En un sartén ponga la mantequilla y el aceite y fría el pollo, sazone con tomillo, sal y pimienta.
  3. Vierta el agua, tape y deje cocer por 20 minutos o hasta que esté cocido por completo.
  4. En otro sartén, ponga la mantequilla y el aceite de la salsa, agregue la cebolla y el ajo, sofría por unos minutos, añada los champiñones rebanados y deje freir de 6 – 8 minutos. 
  5. Sazone al gusto. 
  6. Incorpore las espinacas rebanadas si son frescas o cortadas si son congeladas, añada la crema y el jocoque, deje cocinar por unos minutos. 
  7. Rectifique la sazón.
  8. Listo el pollo y la salsa, servimos en un platón primero la salsa, por encima acomodamos el pollo y ponemos un poco de jocoque o crema.

 


domingo, 24 de marzo de 2024

Sándwich cheesesteak de Filadelfia

El sándwich de cheesesteak de Filadelfia tiene sus raíces en la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos. Se cree que fue creado en la década de 1930 por inmigrantes italianos que trabajaban en los puestos de comida rápida en el sur de Filadelfia. Originalmente se servía solo con carne de bistec y cebollas salteadas en un rollo de pan italiano.

La versión más conocida del sándwich se atribuye al restaurante Pat’s King of Steaks, fundado por Pat Olivieri en 1930.  La historia cuenta que Olivieri y su hermano, que tenían un puesto de perritos calientes, decidieron preparar un sándwich con carne de bistec y cebolla para ellos mismos, y pronto se hizo tan popular que decidieron hacerlo parte del menú.

Con el tiempo, el sándwich evolucionó y se agregaron ingredientes como queso derretido, tradicionalmente provolone, pimientos verdes y otros condimentos según la preferencia del cliente.  Hoy en día, el sándwich de cheesesteak de Filadelfia es un ícono culinario de la ciudad y se encuentra en numerosos restaurantes y puestos de comida rápida en todo el país.

 

 Sándwich cheesesteak de Filadelfia

  • 500 g bistec de lomo de res
  • 2 cucharadas aceite
  • 1 cebolla en rodajas finas
  • 1 pimiento verde en rodajas finas
  • Sal y pimienta al gusto
  • 4 panes tipo submarino
  • 200 gr queso provolone en rebanadas

Aderezo:

  • ½ taza mayonesa
  • 100 gr mantequilla
  • 1 ½ cucharada ajo picado

  1. Corte el bistec en rebanadas finas. 
  2. Caliente una sartén grande y añada aceite. 
  3. Agregue la cebolla y el pimiento verde hasta que estén tiernos y ligeramente dorados, unos 5 – 7 minutos.
  4.  Retire de la sartén y reserve.
  5. En la misma sartén, agregue un poco de aceite y ponga las tiras de bistec, cocine hasta que esté dorado por fuera y cocido por dentro. 
  6. Condimente con sal y pimienta al gusto.
  7. Divida la carne cocida en porciones iguales en la sartén y coloque las rebanadas de queso encima. 
  8. Deje que el queso se derrita ligeramente.
  9. Revuelva los ingredientes del aderezo. Reserve.
  10. Mientras tanto, abra los bollos y caliente ligeramente al horno o a la parrilla, esparza el aderezo en las mitades de pan.
  11.  Coloque una porción de la mezcla de carne y queso sobre cada pan y cubra con las cebollas y pimientos fritos. 

miércoles, 20 de marzo de 2024

Mole de olla

El mole de olla es un platillo tradicional mexicano originario de la región centro y oeste del país. Se caracteriza por ser un guiso con carne la cual es generalmente res, verduras y hierbas cocidas en el caldo que se sazona con chiles secos, además de bolitas de masa llamadas chochoyotes.  Su origen se remonta a la época prehispánica y a lo largo del tiempo se ha incorporado influencias de diversas culturas culinarias.  Este platillo refleja la riqueza y diversidad de la gastronomía mexicana.

Este platillo es especialmente popular durante los meses más fríos, ya que su sabor reconfortante y su composición nutritiva lo convierten en una opción apreciada en la gastronomía mexicana.  Además, cabe destacar que las variaciones en la receta pueden encontrarse de una región a otra, ya que las familias han desarrollado sus propias versiones a lo largo del tiempo.

Desde que era pequeña siempre había vivido en ciudades de la costa de México, no conocía el mole de olla, hasta que mi hermana se casó y vino a vivir a la Ciudad de México, cuando la veníamos a visitar, su suegra, una hermosísima mujer que se llamaba Doña Loly, nos invitaba a comer ocasionalmente y uno de los platillos que nos preparaba era el delicioso mole de olla.  Pero ella lo hacía sin chochoyotes.  Esta receta es casi como ella lo hacía, pero le agregue las bolitas de masa.

El mole de olla se sirve caliente en un tazón hondo, generalmente acompañado de tortillas y condimentos opcionales como limón, cebolla picada, rábanos y epazote.

Mole de olla

 

  • ½ kilo de ejotes
  • 3 chayotes
  • 3 calabacitas
  • 3 papas
  • 3 elotes partidos en 3
  • ½ kilo costilla de res
  • ½ kilo chambarete de res
  • ½ kilo maciza de res
  • Huesos de tuétano al gusto
  • 4 – 5 chiles pasilla
  • 4 dientes de ajo
  • 1 cebolla
  • 1 rama de epazote
  • Sal al gusto

Chochoyotes:

  • ½ kilo de masa de maíz
  • 1 rama de epazote
  • 3 cucharadas de aceite
  • Sal al gusto

 

  1. Ponga a cocer la carne con dos dientes de ajo y media cebolla, de preferencia en la olla exprés. 
  2. Pele y corte las verduras, ponga a cocer con suficiente agua en otra olla, los ejotes, chayotes, elotes y papas. 
  3. Ponga a remojar los chiles pasilla, cuando estén blandos licue con dos dientes de ajo y la media cebolla restante.
  4. Mientras tanto, prepare los chochoyotes. 
  5. Mezcle la masa con el aceite, la sal y un poco de caldo caliente, agregue el epazote picado.  
  6. Cuando la masa esté al punto, forme bolitas a las cuales le sumirá el dedo en el centro para que se formen como cazuelitas.
  7. Junte las verduras con la carne y sus caldos, ponga a hervir, agregue el chile pasilla licuado y colado. 
  8. Rectifique la sazón, agregue los chochoyotes y deje hervir hasta que estén cocidos, añada las calabacitas y el epazote. 
  9. Cuando todo este al punto sirva acompañado de limón, cebolla picada, rábanos y epazote picado.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Paté de chorizo

El chorizo es un embutido de origen español que tiene una larga historia y ha evolucionado a lo largo de los siglos.  Se cree que sus orígenes se remontan a la época romana, donde se elaboraban embutidos similares.  Sin embargo, el chorizo tal como lo conocemos hoy en día se desarrolló en la península ibérica durante la Edad Media.   

Inicialmente, el chorizo se elaboraba como una forma de conservar la carne de cerdo durante largos períodos de tiempo, ya que se curaba y ahumaba para evitar su descomposición.  Durante el proceso de curado, se le agregaban especias y condimentos, lo que le daba su característico sabor y aroma.

Con el tiempo, el chorizo se convirtió en un alimento básico en la dieta española y se extendió a otras partes del mundo a través de la colonización y la exploración.  En América Latina, por ejemplo, el chorizo se integró a las cocinas locales y se adaptó a los ingredientes y sabores regionales.

Hoy en día, el chorizo se produce en una amplia variedad de estilos y sabores, dependiendo de la región y de las preferencias personales.  Se puede encontrar chorizo fresco, chorizo curado, chorizo picante, chorizo dulce, chorizo verde, y muchas otras variedades.  Es un ingrediente muy versátil que se utiliza en una gran variedad de platos, como paellas, guisos, sopas, tapas y bocadillos. Su popularidad sigue creciendo tanto en España como en el resto del mundo.

Ahora, platiquemos un poco sobre el paté que es un producto gastronómico el cual tiene sus raíces en la cocina francesa, aunque su historia se remonta a tiempos antiguos y se ha desarrollado a lo largo de los siglos en diferentes culturas.

El paté es una pasta untuosa y suave hecha típicamente de hígado, aunque también puede hacerse de otras carnes, pescado o vegetales.  Es una preparación muy popular en la gastronomía, especialmente en la francesa, donde se suele servir como aperitivo o como parte de una tablade quesos y embutidos.  El hígado se cocina y se tritura hasta obtener una consistencia cremosa, a menudo se mezcla con especias, hierbas, vino u otros ingredientes para darle sabor.  Se puede untar en pan, galletas o servir como acompañamiento de platos diversos.

Los mejores momentos siempre están acompañados de buena comida y amor compartido, recordándoles a todos que la verdadera esencia de la cocina reside en la pasión, la tradición y el amor compartido entre generaciones.

Paté de chorizo

 

  • 200 gr chorizo
  • 50 ml leche
  • 100 gr queso crema
  • 100 gr requesón
  • Sal y pimienta al gusto

 



  1. Quite la piel del chorizo y corte en trozos pequeños. 
  2. Ponga en una olla con la leche y deje que hierva por 8 – 10 minutos. 
  3. Deje que entibie. 
  4. Mezcle la leche con el chorizo en la licuadora, sazone al gusto y agregue el queso crema. 
  5. Muela hasta que todo esté bien incorporado. 
  6. Vierta en un tarro o tazón. 
  7. Deje reposar y disfrute.

 

 


lunes, 11 de marzo de 2024

Cachetadas




Las cachetadas son una delicia culinaria típica de la región de Tampico, ubicada en el estado de Tamaulipas, México.  Se trata de un plalillo callejero muy popular que consiste en una especia de tortilla gruesa de maíz, similar a una gordita, que se rellena con una variedad de ingredientes y se sirve caliente.

El origen de las cacchetadas de Tampico se remonta a la influencia de la cultura huasteca en la región.  La Huasteca es una zona geográfica que abarca partes de varios estados mexicanos, incluído Tamaulipas, y su gastronomía se caracteriza por el uso de ingrdientes locales y técnicas de cocina tradicionales.

 Históricamente, las cachetadas de Tampico solían prepararse con ingredientes sencillos y económicos, como carne deshebrada, frijoles refritos, queso fresco, crema, salsa verde o roja, cebolla, cilantro y otras verduras.  Sin embargo, con el tiempo, la receta ha evolucionadpo y ahora es común encontrar una amplia variedad de opciones de relleno, que van desde mariscos hasta carne asada y más.

Estas delicias se preparan comúnmente en puestos callejeros o locales de comida rápida en Tampico, donde se pueden personalizar según los gustos del cliente. El proceso de preparación generalmente implica rellenar la tortilla de maíz con los ingredientes elegidos, luego asarla o freírla en una plancha caliente hasta que esté dorada y crujiente por fuera, pero suave por dentro.

La cachetadas de Tampico son apreciadas tanto por locales como por visitantes, ya que ofrecen una combinación deliciosa de sabores y texturas. Son una excelente opción para disfrutar como comida callejera mientras se pasea por las calles de Tampico o como un tentempié rápido y satisfactorio.


Cachetadas

 

  • 1 k tortillas frescas
  • ½ k carne deshebrada
  • 4 tazas frijoles negros cocidos y molidos
  • Aceite el necesario
  • ½ col mediana rebanada
  • ½ k jitomate rebanado
  • Chiles en vinagre al gusto
  • Queso fresco
  • Crema al gusto
  • Salsa roja o verde al gusto

 

  1. Unte a cada tortilla un poco de frijoles y coloque un poco de la carne deshebrada encima. 
  2. Doble en dos, así hasta terminar con las tortillas.  
  3. En un comal con dos cucharadas de aceite ponga las cachetadas hasta que estén doraditas, volteándolas cuando sea necesario.
  4. Sirva en cada plata 3 – 4 cachetadas, decoradas con la col picada, el jitomate, crema, queso y chiles en vinagre.  
  5. Si lo desea acompañe con salsa al gusto.

sábado, 9 de marzo de 2024

Pakoras

Mientras hojeaba un recetario vegetariano en busca de nuevas ideas para incorporar más verduras a la dieta de la familia, me topé con una receta que llamó mi atención: verduras cubiertas al estilo de las pakoras de la India.  La idea de combinar verduras con una capa crujiente y sabrosa me resultó irresistible, así que decidí probarla de inmediato.

Con entusiasmo, comencé a preparar la receta, cortando cuidadosamente diversas verduras en trozos y mezclando la harina con especias aromáticas para crear la cubierta perfecta.  Mientras cocinaba, el aroma tentador de las especias llenaba la cocina, despertando su apetito y anticipación por el resultado final.

A medida que las verduras se sumergían en la mezcla y se doraban en el aceite caliente, la cocinase llenó de un sonido reconfortante y crujiente.  Al finalizar la cocción, serví las verduras cubiertas en un plato, acompañadas de chutney de manzana casero, listas para ser disfrutadas.

Cuando mi familia probó las verduras cubiertas al estilo de las pakoras, sus rostros se iluminaron con una sonrisa de satisfacción.  El crujiente exterior se combinaba perfectamente con el tierno interior de las verduras, creando una explosión de sabores en cada bocado. 

Desde ese día, las pakoras se convirtieron en un plato imprescindible en mi hogar, demostrando que comer más verduras puede ser una experiencia deliciosa y emocionante.


Pakoras

  •  150 gr harina
  • 3 huevos
  • ½ taza yogurt
  • ½ taza leche
  • 1 cucharadita comino
  • 1 cucharadita cúrcuma
  • Sal y pimienta
  • Verdura al gusto: champiñones, brócoli, zanahoria, coliflor, cebolla, etc. Cortada en trozos no muy grandes
  • Aceite para freir el necesario
  • Servir con rodajas de limón 

  1. Revuelva la harina con la sal, pimienta, comino y cúrcuma. 
  2. Agregue los huevos, el yogur y la leche, mezcle. 
  3. Deje reposar para que se integren los ingredientes.  
  4. Si está muy espesa la mezcla ponga un poco más de leche por cucharadas, la consistencia deberá ser como un atole espeso que se adhiera a las verduras.
  5. Ponga a calentar aceite en un sartén amplio, vaya poniendo la verdura remojada en la mezcla y deje que se doren. 
  6. Escurra sobre papel absorbente y sirva acompañada de rodajas de limón y salsa al gusto.

Nota: la verdura yo la puse cruda