viernes, 31 de enero de 2020

Salsa/pesto de chile verde

Hablando gastronómicamente, se le llama salsa a una mezcla líquida de ingredientes fríos o calientes que tienen por objeto acompañar a un plato.  La consistencia liquida o semi-líquida de una salsa puede cubrir una amplia gama que puede ir desde el puré a la más líquida de un caldo.

Las salsas no solo afectan a las sensaciones del gusto y el olor, pueden ofrecer colores diversos que afectan a la apariencia de un plato y a veces ofrecen diversas sensaciones al mismo tiempo.

Cuando se toma un curso de cocina, el capítulo uno siempre son las salsas.  Ya que se considera que la primera habilidad de todo cocinero debe ser la elaboración de salsas. Las cualidades especiales de una salsa elaborada reflejan las habilidades del cocinero. 

Las salsas tienen muchas categorías, por temperatura que pueden ser frías o calientes; por sabor, que son ser dulces, picantes, agrias, etc.; por contenido que son las emulsiones, la ligazón, etc.  Y por la época que vivimos las salsas se venden en conserva y se encuentran disponibles en los supermercados.

En la alta cocina existen cocineros especializados en las tareas de elaboración de las diferentes salsas que se emplean en los platos.  Estos cocineros especializados se les conocen con el nombre francés “saucier” o salsero.  En este tipo de cocina la salsa es el elemento decorativo en la presentación del fondo de algunos platos.

Algunos instrumentos resultan imprescindibles en la elaboración de salsas, entre ellos podemos citar al batidor de globo o alambre que permite distribuir y trabajar los ingredientes de la salsa; el mortero y/o molcajete que permite machacarlos.  Dependiendo de la salsa, en ocasiones se emplean medios mecánicos como batidoras o licuadoras.

En fin, de las salsas podemos decir infinidad de cosas, su historia, su clasificación, los tipos, sus nacionalidades, etc.

La que nos ocupa ahora es una salsa verde de chile jalapeños que se puede utilizar como la salsa pesto.

Entonces, dediquemos unos minutos para hacerla y después a saborearla. 

La podemos servir con carne, con pasta o simplemente en un pan con queso panela o queso crema o requesón.















Salsa/pesto de chile verde


15 dientes de ajo sin pelar
10 chiles verdes
1 manojo de cilantro fresco
1 manojo de perejil fresco
1 taza de aceite
1 cucharada de consomé o sal

En una sartén tueste los ajos y los chiles y cocine hasta que estén ligeramente dorados. Ponga en la licuadora con el cilantro, perejil, aceite y el consomé o sal.  Licue.  Vierta en un traste hermético.
Utilice como adobo para verduras o como pesto para una pasta.







lunes, 27 de enero de 2020

Pastel entreverado de fresas

Siendo el azúcar la parte central de los postres, pues es el común denominador de ellos, les parece bien que ¿platiquemos un poco de su historia?

En agosto de 1492, Cristóbal Colón se detuvo en las islas Canarias para cargar vino y agua, pensando que nada más estaría unos cuantos días, sin embargo, quedó prendido de Beatriz de Bobadilla y se quedó cerca de un mes.  Cuando iba a partir, ella le dio unas cañas de azúcar que fueron las primeras en llegar a América.

Los portugueses no se quedaron atrás, pues llevaron el azúcar a Brasil.  Como por 1540 había unas 800 fábricas de azúcar de caña en la isla de Santa Catarina y había otras 2000 en la costa norte de Brasil, en Demarara y en Surinam.

La primera zafra tuvo lugar en la isla de La Española en 1501, y se construyeron muchos ingenios azucareros en Cuba y Jamaica en la década de 1520.

Hasta el siglo XVIII el azúcar fue un lujo en Europa, pero al popularizarse se hizo mas asequible.  Ya en el siglo XIX el azúcar llegó a ser considerado como una necesidad.

Esta evolución del gusto y de la demanda de azúcar como ingrediente de alimentos esenciales desató grandes cambios económicos.  Durante los siglos XVIII y XIX muchos europeos prosperaron con la industria azucarera en las Antillas y otros lugares de América.

La demanda de mano de obra barata para realizar el duro trabajo para el cultivo y procesamiento de la caña de azúcar aumentó la demanda de la trata de esclavos del África.  También hubo una gran demanda de trabajadores semi-esclavos de Asia.  La mezcla étnica moderna de muchas regiones ha sido influenciada por la demanda de azúcar.

Que les parece el bagaje que trae el poner una taza de azúcar a un postre o pastel.  De veras que sí tenemos historias que conocer.  Bueno por el momento dejemos este tema y pongámonos a trabajar en este delicioso pan de fresas.  Les parece que nos pongamos a trabajar, adelante…

















Pastel entreverado de fresas

¾ taza azúcar
1 huevo
50 gr mantequilla
½ taza leche
1 ½ tazas harina
2 cucharaditas polvo para hornear
1 taza de fresas picadas
Cobertura:
75 gr harina
50 gr azúcar
50 gr mantequilla

Precaliente el horno a 175°C y engrase abundantemente un molde desmontable de 20 cm.

En un tazón bata la mantequilla con el azúcar y agregue el huevo, añada la leche alternando con la harina cernida con el polvo para hornear ya sin batir sino integrándolo con una espátula de goma, hasta que esté completamente integrado. Vierta en el molde preparado y reserve.

Para hacer la cobertura, mezcle la mantequilla con el azúcar y añada la harina hasta que quede arenosa. 

Ponga las fresas picadas sobre la mezcla que está en el molde y cubra con la cobertura preparada.

Hornee de 25 a 30 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio, y deje enfriar por completo.  Sirva frío.





miércoles, 22 de enero de 2020

Milanesas


La milanesa todos la conocemos, es un filete fino pasado por huevo batido y después por pan rallado que por lo general se hace frito y en ocasiones al horno.  Las milanesas pueden ser de pollo, de res, de pescado, de gluten, de berenjena, de mozzarella, de portobello, de cerdo, etc., casi cualquier alimento se puede convertir en una milanesa.

No se conoce el origen de esta receta, aunque como en todo siempre hay mitos al respecto.  El nombre en español proviene de la ciudad italiana de Milán.  Pero desde fines del siglo XIX es una comida típica de la cocina argentina, boliviana, chilena, paraguaya, mexicana y uruguaya.

La milanesa puede consumirse “al plato” que se sirve con guarnición y la típica es ensalada y papas fritas o se puede consumir en forma de sándwich como en Uruguay que se llama “milanesa al pan” o en México que decimos “torta de milanesa”.  A esta torta o sándwich le incluímos lechuga, tomate, queso, chiles, etc.

Para hacer las milanesas, pasamos la carne por huevo y por pan molido o rallado, pero ojo, al hacer las milanesas y pasar la carne de un plato de huevo al plato de pan y después a la sarten en la que la vamos a freir, tengamos cuidado y hagámoslo de la siguiente manera, con la mano izquierda bañamos la carne con el huevo y la pasamos al plato del pan rallado y ahí la agarramos con la mano derecha y la pasamos al sartén.  Haciéndolo así no terminaremos con los dedos llenos de capas de huevo y de pan molido, y si llega a sonar el teléfono, tendremos siempre una mano limpia para contestar.  Bueno, así lo hago yo y encuentro que es más fácil y limpio.

Entonces, nos ponemos a trabajar con esta super fácil comida.
















Milanesas

6 filetes de res
2 huevos
200 gr de pan rallado o molido
Sal y pimienta
Hierbas finas, orégano, ajo en polvo, cebolla en polvo o condimento al gusto para el pan molido
Aceite el necesario

Remoje los filetes en el huevo.  Pase los filetes por el pan molido sazonado con sal y pimienta, así como con cualquier otro condimento.  Fría en el aceite necesario para que se dore ligeramente y se cueza.  Ponga en papel absorbente y sirva con ensalada verde y papas fritas



domingo, 19 de enero de 2020

Panqué de café

El café de la mañana es tonificante, revive a uno y le da un “plus” para realizar las acciones cotidianas.

Ahora imagínense, una taza de delicioso café, acompañado de una rebanada de panqué de café, creo que es un “plus, plus” y nuestro día será enfrentado con muchísimo ánimo.

El café es la bebida que se obtiene de los granos tostados y molidos de los frutos de la planta del café o cafeto.  Como ya sabemos es una bebida muy estimulante por su contenido en cafeína.

Por lo general se toma durante el desayuno, después de él o en ocasiones es el único desayuno, aunque también se acostumbre tomarlo después de las comidas o cenas para tener una sobremesa o solo por costumbre.

El café es una de las bebidas sin alcohol que son más socializadoras en muchos países y las formas más populares de tomarlo son negro y con leche que pueden ser con o sín azúcar; también se le puede agregar crema o leche condensada, chocolate o en ocasiones algún licor; de esto hay infinidad de recetas de como prepararlo.

El café se sirve generalmente caliente, pero también se toma frío o con hielo como en España o Grecia, y en muchos otros países.

El cafeto es originario de la provincia de Kafta en las tierras altas de Abisini, actualmente es Etiopía, en donde crece de forma silvestre.

Actualmente, la planta se cultiva principalmente en países tropicales o sub-tropicales.  Brasil concentra poco más de un tercio de la producción mundial. 

Los granos del café son uno de los principales productos de origen agrícola que se comercializan en los mercados internacionales y a menudo supone una gran contribución a los rubros de exportación de las regiones productoras.

Ya conocimos algo del café, después charlaremos de su historia, tostado, variaciones, etc.

Por ahora, a saborear un rico pastel con una deliciosa taza de café.






















Panqué de café

3 cucharadas café instantáneo
¾ taza agua
2 tazas harina
1 ½ cucharaditas polvo para hornear
150 gr mantequilla suavizada
¾ taza azúcar moscabado
2 huevos
1/3 taza nueces picadas (opcional)
Glaseado:
2 tazas azúcar glas
4 cucharadas agua o leche
3 cucharaditas café soluble

Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine 1 molde de rosca

Disuelva el café instantáneo en el agua.  Cierna la harina y el polvo para hornear.

Bata la mantequilla con el azúcar hasta que esté acremada. Agregue los huevos y bata hasta que el azúcar haya desaparecido.  Incorpore la harina alternando con el café disuelto.  Añada las nueces si las utiliza. Vierta en el molde preparado y hornee por 35 – 40 minutos, compruebe si está listo introduciendo un palillo y si sale limpio es que ya está listo.

Deje enfriar sobre una rejilla. Mientras prepare el glaseado.

Glaseado: disuelva el café en el agua o leche si la usa.  Vierta el café disuelto en el azúcar glas y revuelva, si es necesario agregue más agua o leche por cucharaditas hasta que tenga una consistencia de atole.

Voltee la rosca en una charola y vierta el glaseado encima.  Decore con algunos trozos de nueces o al gusto.  Sirva.



miércoles, 15 de enero de 2020

Panquectos amarillos



En el siglo XVIII se empezó a buscar nuevas formas de leudar el pan, de esta forma la cocinera Amelia Simmons en el año 1796 en su libro denominado “American cookery” describe ya recetas que emplear carbonato de potasio que al ser alcalino y reaccionar con los componentes ácidos de la masa produce dióxido de carbono, un fenómeno similar al que se observa en las levaduras, haciendo de precursor de la levadura química que posteriormente llegaría entre el período que va desde 1830 y 1850.

La operación con este tipo de levaduras químicas hizo que muchos de sus promotores acabaran promoviendo una empresa.  Uno de los primeros inventores fue el químico inglés Alfred Bird que creó una empresa denominada Bird and Sons Ltd., de la misma forma el farmacólogo alemán Augusto Oetker empezó a vender estas mezclas a las amas de casa alemanas en 1891, llegando a patentar la fórmula en 1903.

Eben Norton Horsford, un estudiante de Justus von Liebig desarrolló una fórmula especial a la que dio el nombre en honor del Conde de Rumfjord; “Horsford’s Yeast Powder”.  Se dedicó a investigar la forma de los recipientes y pudo comprobar que las latas de metal eran las más adecuadas para mantener la mezcla fuera de la humedad ambiental.  En 1869 se puede decir que ya se comercializaba levadura química tal y como la conocemos en la actualidad.  En el año 1889 los químicos William M. Wright y George Campbel Rew desarrollan la levadura química de “doble acción” que empieza su acción en la masa y repiten en el horno, comercializaron su patente bajo la denominación “Calumet Baking Powder”.

Este ha sido un gran invento para la elaboración de panes y pasteles.

¿'Les parece que la usemos en estos ricos panquecitos amarillos?
















Panquecitos amarillos

150 gr mantequilla
1 ¾ tazas azúcar
2 huevos
1 ½ cucharaditas vainilla
2 ½ cucharaditas polvo para hornear
2 ½ tazas harina
½ cucharadita sal
1 ¼ tazas leche
Cobertura al gusto

Precaliente el horno a 175°C y prepare moldes de panquecitos, engrasados o con capacillo.

En un tazón acreme la mantequilla y el azúcar hasta que esté esponjosa, añada los huevos uno a la vez hasta que estén bien incorporados. Añada la vainilla.

En otro tazón ponga la harina, el polvo de hornear y la sal y cierna o airee con el batidor de globo.

Añada la harina al batido de mantequilla, alternando con la leche. 

Llene los moldes preparados hasta 2/3 de su capacidad y hornee de 15 a 20 minutos dependiendo del tamaño de los moldes.  Introduzca un palillo o cuchillo delgado en uno de los panquecitos para revisar, si sale limpio ya están listos.

Deje enfriar por unos 5 – 7 minutos y decore a su gusto.










lunes, 13 de enero de 2020

Roscas de Jerez


Cuando se elabora cualquier cosa típica de un solo sitio, y se hace a través del tiempo, vemos que las cosas de ese específico lugar son las mejores, y para protegerlas de copias se les da un nombre que solo ellas pueden llevar.  En México tenemos el tequila, que solo en la región de Tequila se puede llamar con ese nombre, se puede hacer en otro lugar pero no le pueden poner el nombre de Tequila.

Tenemos también el ejemplo del Cognac, que solo se hace en esa región, y cuando nos referimos al Champagne solo se hace con las uvas de esa región.

Cuando hablamos de jerez nos referimos a una amplia gama de vinos españoles que se dan en las ciudades andaluzas de Jerez de la Frontera, el Puerto de Santa Maria y Sanlúcar de Barrameda, aunque la zona de producción de estos vinos abarca también los municipios de Chiclana de la Frontera, Chipiona, Puerto Real, Rota y Trebujena y Lebrija.  El conjunto geográfico formado por la zona de producción y la zona de crianza del jerez se conoce con el nombre de Marco de Jerez.

El Jerez es un licor dulce que se toma como aperitivo o al final de la comida.  También por la tarde acompañando a algunas preparaciones como galletas, postres, etc.

En esta ocasión, preparé una ricas y sabrosas roscas de Jerez que están muy ricas y además bastante fáciles de preparar.

Les dejo la receta y anímense a preparar esas deliciosas roscas de Jerez. la masa de los agujeros de las roscas también los puse al horno.


















Roscas de Jerez

1 kilo harina
1 cucharadita polvo para hornear
325 gr manteca de cerdo
1 taza jerez
125 gr almendras picadas
300 gr azúcar
1 cucharadita canela molida
2 cucharaditas de anís molido
Azúcar glas para decorar

Precaliente el horno a 190°C y engrase y enharine ligeramente charolas para hornear.

Mezcle la harina con la canela, el anís, las almendras picadas, el polvo para hornear, y el azúcar.  Agregue la manteca y el vino y mezcle hasta incorporar toda la masa.

Extienda la masa a dos cm de grueso y corte roscas del tamaño deseado. Coloque en las charolas preparadas y ponga en el horno por 30 minutos aproximadamente o hasta que estén ligeramente dorados.

Retire del horno y deje enfriar levemente. Espolvoree con el azúcar glas.

















viernes, 10 de enero de 2020

Smoothie de piña o licuado de piña

Esta muy de moda los “smoothie” que significa “suave” en inglés, y es un batido de fruta comercializado con este nombre.  Es una bebida cremosa no alcohólica preparada a base de trozos y jugos de fruta, concentrados o congelados, mezclados tradicionalmente con productos lácteos, hielo o helado.  Pero tienen una base líquida que puede ser agua, leche o yogur, hielo y la pulpa de la fruta. 

Esta bebida proviene de la tradición de tomar mezclas de fruta fresca licuada en los países tropicales de América Latina.  Esta tradición ancestral pasó a Estados Unidos donde rápidamente se puso de moda.

El concepto nació en California a finales de los años 60 junto a una moda de gente que sentía la necesidad del cuidado personal y los gimnasios, las bebidas energéticas y bajas en calorías y grasas.  Productos que tuvieron gran auge durante esta época fueron las bebidas “light” naturales y ecológicas.

Los “smoothies” fueron la alternativa energética y vitamínica a las bebidas artificiales o a los refrescos.

Aquí en México, tenemos los batidos, licuados o esquimos que son lo mismo que los “smoothies” pero que han tenido presencia desde siempre.

Es una tristeza que adoptemos el nombre en otro idioma para una bebida que hemos tenido siempre.

Pero bueno, no importa, lo que es importante es que este batido o smoothie está delicioso y es muy refrescante.


















Smoothie de piña o Licuado de piña

2 tazas piña fresca
1/3 taza leche de coco
3 cucharadas azúcar
2 cucharaditas jugo de limón
1 pizca de sal
Rebana de piña para decorar

Corte en trozos las rebanadas de piña y ponga en el congelador.

Cuando los trozos de piña estén congelados, colóquelos en el vaso de la licuadora o en el procesador de alimentos con la leche de coco, azúcar, jugo de limón y la pizca de sal hasta que se suavice la preparación, alrededor de 2 – 3 minutos.

Sirva y decore con la piña reservada.




miércoles, 8 de enero de 2020

Pastel normando de manzana

La manzana es una fruta de otoño e invierno, aunque en la actualidad la podemos encontrar en cualquier época del año.  Además hay infinidad de tipo de manzana, aunque no siempre encontramos el mismo tipo todo el año, pero tenemos la suerte de la variedad de tipos que tenemos.

Ya hemos platicado muchas veces de los beneficios, de donde viene, de su naturaleza, etc., pero en esta ocasión platicaremos de algunos truquitos que podemos hacer con ellas.

Al cubrir la manzana con película plástica, aislamos la fruta por completo del aire para evitar que se ponga de color café, pero debemos recordar que si queda algo de aire en el interior, la oxidación se dará de todas maneras.

Otra opción para prevenir la oxidación de la fruta es remojar en un tazón con bebida carbonatada sabor lima o limón pues contiene ácido cítrico, la escurres y retarda el color café que se le hace.

Otra manera para evitar la oxidación es diluir media-cucharadita de sal en un litro de agua fría, colocas los trozos de manzana en el agua preparada y la dejas reposar por unos 5 minutos, las retiras del agua y antes de guardar las enjuagas con agua limpia.  Esto es muy bueno cuando debes tener manzana cortada con anticipación.

Bueno, creo que por hoy basta de charla, pues me espera un delicioso pastel de manzana que vamos a tener para el postre de hoy. 






Pastel normando de manzana

200 gr harina
2 cucharaditas de polvo para hornear
140 gr mantequilla
250 gr azúcar
3 huevos
2 cucharadas de vainilla
3 huevos
2/3 taza leche
3 manzanas peladas y en láminas
1 pizca de sal


Precaliente el horno a 160°C y engrase y enharine un molde desmoldable de 18 a 20 cm o puede forrarlo con papel encerado y engrasado.

En un tazón cierna la harina con el polvo para hornear y la sal, agregue 150 gr azúcar, 2 huevos, 1 cucharada de vainilla, la leche, 60 gr de mantequilla derretida y mezcle con la batidora hasta que consiga una crema homogénea. Añada las manzanas preparadas y vierta la mezcla en el molde.

Hornee por 25 minutos.  Mientras el pan esté en el horno prepare la cobertura.

En un tazón mezcle el huevo restante, el azúcar que queda, la vainilla y la mantequilla derretida. Bata bien la mezcla y cuando el pan del horno tenga 25 minutos de horno, sáquelo y vierta la mezcla por encima; regrese al horno y deje cocer por 35 minutos más, o cuando al inserta un palillo este salga limpio.

Saque el pan del horno y deje que se enfrie en el molde.  Cuando esté frío retire el molde y sirva.



lunes, 6 de enero de 2020

Carbón dulce de Reyes

En México existe la tradición de que a los niños les traen regalos en las fechas de fin y de principios de año. En Navidad a algunos les trae regalos el Niño Dios y a otros, que por desgracia va siendo la gran mayoría, es Santa Claus.   Digo que por desgracia pues es cultura importada de los países nórdicos y anglosajones, y se va perdiendo la tradición católica mexicana.

Pero también les traen a los niños los Reyes Magos, esos que salieron de Oriente para ir a visitar al Rey de Reyes.  Creo que todos conocemos la historia de los tres Reyes Magos y Jesús.
La noche del 5 de enero los niños ponen sus zapatitos en el nacimiento o a los pies de sus camas con la esperanza de que los Reyes les dejaran regalos.

En países como España, Alemania, Austria, Italia, Suecia y en algunos países de Latinoamérica, incluido México, existe la costumbre de que los niños reciban regalos de los Reyes Magos la noche del día 5 de enero. Los niños hacen su carta y la ponen sobre sus zapatitos, acompañado de un bocadillo que muchas veces es leche y galletas.

En ciertos países europeos les daban a los niños carbón en lugar de dulces y juguetes pues los padres pensaban que su comportamiento no había sido el apropiado.
Como siempre, las madres han tenido una inclinación amorosa por sus hijos  y aunque cuando el padre les dejaba carbón ellas se lo cambiaban por el carbón dulce pues es una golosina que parece ser carbón, pero no lo es, es un dulce aunque su aspecto es negro y rocoso y tiene una consistencia bastante dura, eso sí tiene un alto contenido de azúcar.

Este carbón dulce se usa en los tiempos actuales para recordarle a los niños que no deben portarse mal. Mi nieto querídisimo, al enterarse de esto, me reclamó, queriendo saber porque estaba haciendo estos carboncitos, ya que él se había portado bien todo el año.

Bueno después de tanta plática se antoja una golosina, y que mejor que hacer este carbón dulce. Bueno, pues manos a la obra.













1 clara de huevo
200 gr azúcar glas
½ cucharada jugo de limón
Colorante negro
Almíbar:
700 gr azúcar
1 taza agua

Prepare un molde refractario forrado con papel de aluminio. O con papel de horno.

Ponga al fuego el agua con el azúcar del almíbar y deje que hierva unos 5 minutos.

En un tazón ponga la clara de huevo y bata con un tenedor o con un batidor de globo, agregue el azúcar glas y el jugo de limón e integre todo, añada el colorante negro. También lo puede hacer en la batidora.

Cuando el almíbar ya está listo, agréguelo a la mezcla de huevo y azúcar glas.  Vierta en el molde preparado y deje secar.  Dependiendo del grueso de la preparación serán de 8 a 12 horas.

Corte en trozos y está listo.






jueves, 2 de enero de 2020

Mermelada de pepino a la vainilla




En esta ocasión preparé una mermelada de un ingrediente que no es común elaborar en dulce, pero es más bien porque no se acostumbra, pues el resultado fue muy exitoso.  Creo que de ahora en adelante tendré cuidado en hacer juicios prematuros de si es algo para dulce o para salado.  Bueno, pienso que hay algunas cosas que no van a tener un cambio drástico. 

Sabemos que el pepino hoy en día, es un ingrediente típico de las ensaladas mediterráneas y su variante encurtida un popular aperitivo. 

Se emplea con frecuencia crudo en las diversas cocinas del mundo como ingrediente de ensaladas, aunque existen platos en el norte de Europa conocidos como sopas de pepino que son muy populares.  El pepino es frecuentemente tratado como un encurtido para su envase y preservación. Se recolecta antes de alcanzar la maduración total, en verano.

En Estados Unidos se emplea generalmente encurtido en las hamburguesas y también en algunas ensaladas.

Pero en esta ocasión la mermelada de pepino está deliciosa y vale la pena intentar elaborarla.














Mermelada de pepino a la vainilla

500 gr pepino sin piel ni semillas
400 gr azúcar
1 limón, su jugo
5 gr pectina
2 cucharadas esencia de vainilla

Ralle el pepino y ponga en una olla al fuego, agregue el azúcar revuelto con la pectina y cueza moviendo para que no se pegue, hasta que tenga el punto de mermelada que deseamos. 

Cuando alcance el punto deseado de mermelada, añadimos la vainilla y el jugo de limón. 

Vierta en dos frascos bien lavados y cierre. Dele la vuelta y deje enfriar con la tapa para abajo.  Guarde en lugar fresco y seco.