jueves, 27 de febrero de 2014

La manzana, salvadora de la comida

“Una manzana al día mantiene al doctor en la lejanía” (Al menos si se arroja con la suficiente fuerza).  Es un dicho popular que probablemente sea muy cierto, pues la cantidad de beneficios de la manzana es inigualable. Es un fruto que está en cualquier parte de la comida, desde ensaladas (como por ejemplo la ensalada de queso, pan y vino [que irónicamente no menciona la manzana]), hasta guarniciones (varios tipos de Pilaf), o desde sopas (Sopa de manzana [una sopa fría que, sin sorprender a alguien, es casi exclusivamente de manzana]), a platos fuerte (el típico jabalí con la manzana en la boca). La manzana es muchas veces tan olvidada que aunque compres tan solo un kilo, no es inusual que encuentres una manzana abandonada en el cajón de la fruta de tu refrigerador. Esa manzana solitaria nunca tendrá dueño, nadie nunca se la quiere comer. Así que este pancito es la solución perfecta para este dilema.



Como todas las buenas cosas de la vida, si esta frío es más rico.


Pancito salvador de la manzana abandonada

4 cucharadas azúcar
200 gr harina
½ cucharadita sal
2 cucharaditas de polvo para hornear
50 gr de mantequilla fría en cubitos
1 manzana rallada
3 cucharadas leche
Glaseado:
2 cucharadas leche
1 cucharada azúcar moscabado


En un tazón ponga azúcar, harina, sal y polvo para hornear, agregue la mantequilla. Con  las manos o un tenedor revuelva la mantequilla de manera que quede como avena.  Agregue la manzana rallada y la leche.  Coloque en una charola engrasada y enharinada y extienda un círculo de 20 – 22 cm.  Barnice con la leche y espolvoree con el azúcar moscabado.  Hornee a 180°C de 20 a 25 minutos o hasta que esté dorado y cocido. Sáquese del horno y déjese enfriar.



(Editado por: Mario Vázquez)

4 comentarios: